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Ese día no era un buen día. Bueno lo era, pero a la vez no. Vereis, era verano. Significa largas vacaciones para todos. Y significa estar en la casa que tanto Lance como Keith poseían. Significaba pasar tiempo juntos, cero estrés por exámenes o por misiones o por lo que la vida les mandase. En principio significaba eso.
El sonido cada vez era más fuerte. Los timbres eran seguidos y la voz más elevada.
Keith adoraba estar con Lance. Es verdad que Lance siempre aprovechaba para... en fin, básicamente follarse al coreano. Y Keith de verdad que trataba de resistirse. Pero algunas caricias... simplemente le superaban. Y de las caricias se pasa a más.
El traqueteo de las maletas era ensordecedor para el coreano.
A veces Lance le convencía y le llevaba a la playa. Y allí se quedaban. De noche y de día. Lance tenía parte de su corazón en la arena y el mar, en el coral o en las algas. También tenía otra parte en casa, en Keith, en Wolf. En la cocina, en el sofá y en las sábanas. En la melena azabache del coreano y en la sutil marca de su sutil bronceado en la zona de su pelvis.
Ya habían llegado. Allí era.
Ese día no era un buen día. Lance se iba de viaje a Cuba 1 semana. Keith no podía tragar aquello. No le entraba. No quería. No lo asumía. Era una urgencia. Urgencias familiares. Creo que con decir su abuela y salud podéis relacionar conceptos.

-Ya hemos llegado... -dijo el coreano, observando por el cristal el avión que le esperaba al cubano.

-Ya hemos llegado. - Lance sonreía de forma melancólica. Le dirigió la mirada a su acompañante. Lance soltó una cantidad pesada de aire por la nariz. Le notaba a Keith la dureza del viaje en los ojos. -No tardaré Keith. Igual vuelvo antes.

-Es tu familia. No tienes que dar explicaciones Lance. - el coreano se colocó delante de él.

-Te llamaré todos los días. Te lo prometo.

-Está bien. -de fondo se escuchó el tiempo límite de su vuelo. El de pelo azabache sintió un vacío enorme en su cuerpo.

-Keith. - Lance abrió sus brazos. Y Keith tardó segundos en pegarse a su cuerpo. Acabó cubierto por los brazos de su chico. -Te juro que se pasará rápido todo. -notó que el coreano comenzaba a agitarse y a sorber rápido por la nariz. -Keith... - el cubano escondió su cabeza en su cabello.

-No quiero que te vayas... -Keith estaba llorando en voz bajita. Su voz estaba rota. Su cuerpo estaba roto. Sólo lo podía arreglar Lance. ¿Qué por que no se iba con él? Era de urgencia, la familia le había pagado aquel billete. Ida y vuelta, fin.

-Tranquilo. -beso repetidamente su cabeza. Keith lloraba en su cuerpo. Y a Lance se le rompía la voz. Verle llorar... le hacía querer llorar.

-Te voy a echar mucho de menos... de verdad... -decía en un llanto que ya no ocultaba. Los hipidos le jugaban mala pasada y no le dejaban explicarse. -No me hagas esto... - Lance no respondía. Y no porque no quisiera, porque no podía. Sólo le besaba la cabeza, la frente, el pelo y la sien.

-Y yo a ti... -dijo en un susurro más que roto. Y sono el último aviso. La llamada. Debía irse. Lance se separó. Le limpió los ríos de las mejillas con sus pulgares y besó su frente. Le miró a los ojos. -Te llamaré. Te lo prometo Keith. No te vas a dar cuenta de que no estoy. - el moreno trago saliva, cogió aire de forma temblorosa y se acercó a su boca. Le plantó varios besos: unos largos otros cortos. Y tras eso se fue. Keith vió como su chico, alto y con su camiseta empapada de lágrimas de ambos se iba a su avión. Como se esfumaba. Notó el vacío en segundos. Respiró hondo y se sentó en uno de los bancos de la estación. Una dura semana le esperaba. Una muy muy triste y dura semana. Su móvil le vibró.

LanceNinja <3
-Te quiero. Y no llores. Te llamo en cuanto llegue y sepa de todo. Te quiero 💙

Keith.

-Te quiero. ❤

Continuará...

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, ideas o algo comentarlo y lo tendreis. 💜 ]

klance «One Shots» [Voltron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora