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Dedicado a: -stxris
Continuación capítulo 170

Era la una de la noche. Keith volvía junto a Lance a casa, en coche. Ambos iban un poquito contentos. No, no se cachondos. Iban contentos de que habían bebido,y el calorcillo ya iba subiendo.
Pero eh, nada de conducción temeraria.
Que iban bien, pero que el del orgullo del alcohol iba subiendo poco a poco.
Llegaron a casa y Lance tardó poco en ir al baño y lavarse enterito.

-Aun tengo maquillaje negro en la cara. -murmuró el coreano, quitándose esas manchas de pintura negra de los pómulos.
Se quitó la camiseta desgarrada y el pantalón, y los tiró lejos de su vista.
Se tumbó en la cama bocabajo, esperando a que el sueño le inundara la cabeza.
No fue así. Sintió unas manos frías en su trasero, tanto piel como boxer. Soltó un jadeo debido a aquel tacto tan gélido.

-Vaya regalito tengo en mi cama. -murmuró el cubano sonriendo. Pasos sus dedos bajo el boxer.

-Lance que están frías, para.

-Me acabo de duchar. Es lo que tiene. - sonriendo empezó a dejar besos por toda su columna. Keith soltó un suspiro y cerró sus ojos. -¿Ya está, tan fácil?

-No. Cállate. Me relaja. - Lance siguió con los besos en su espalda. Y de reojo vió el disfraz.

-Hey Keith... y si jugamos un poquito...

-¿Ahora? -murmuró cansado.

-Si. Va. Para terminar bien la noche.

- Vale. -alargó la primera vocal, señal de que estaba un poco agotado de que el cubano insistiera. Lance desapareció.
Y el disfraz de policía también. -Oh oh... mierda. - Keith supo que vendría. Se levantó y en voz baja se dirigió a la puerta.

-Donde te crees que vas.

-Mierda. -se giró y se encontró a Lance con la gorra y sus vaqueros negros puestos. Y unas gafas. Unas gafas que le hacían ver jodidamente sexy. -No, me niego a jugar a los disfraces. Eso sí que no.

-Ven aquí. -Keith rodó sus ojos y se acercó a el. Extendió sus brazos y le dió las muñecas. Con una sonrisa, Lance le puso las esposas. Dio un tirón a la cadena que unía estas y le acercó a él. - Si es que yo no quiero que me llames poli. Quiero que me digas como siempre. Venga, que oiga esa boquita. - Keith miró el suelo, poniendo morros. -Keith, si me haces insistir será peor. Vamos.

-Daddy. -tartamudeó debido a los nervios y el aire intimidante del chico. Las gafas. Joder esas gafas. El chico sonrió al oírle tartamudear y tiró su gorro de policía lejos.

-Muy bien. Ven aquí. -le guió con las esposas hasta el salón.

-¿Pero al salón, si la cama...

-Debes obedecer. Obedecer y callar. -llegaron al salón, y Lance le ordenó esperar de pie. El cubano se sentó en el sofá y miró al chico de arriba a abajo. Esas piernecitas blancas, esa cintura tan poco marcada pero lo suficiente como para ponerle cachondo; su abdomen marcado; el fino camino de vello sobre su boxer, el cual dejaba la marca de la goma; su melena, que ya le llegaba por los hombros; sus manos esposadas; sus pómulos bien marcados, sus labios finos pero rosados, y sus ojos violetas clavados en sus pies.

- Lance...

-Eh. -le corrigió.

-Daddy... las gafas me ponen nervioso.

-Eso me gusta más. -sonrió y se mordió el labio. -Ven aquí. -palmeó sus muslos. Keith se acercó a paso lento. No le gustaba verle con las gafas. Es que realmente le ponían más nervioso. Se sentó en sus muslos y bajó su mirada. -¿Donde miras, gatito?

-¡A ninguna parte, y no me llames asi! - Keith le miró algo molesto. Lance negó con una sonrisa maliciosa.

-No puedes hablar así a Daddy. Vamos a jugar a un juego. -el cubano pasó una mano por el trasero del chico. Le acercó aún más a él. Una vez el hueco entre ellos se redujo, paso su mano bajo su boxer, yendo a su sexo. -No puedes correrte.

-¿Qué? -dijo confuso. -Pero eso no... -y sintió la mano moverse. Lance le arrancó a Keith un suave jadeo. Y aceleró de golpe los movimientos. -No no, para. - Keith no podía mover sus manos. Sólo pudo colocar su cabeza en su hombro. - Lance...

-¿Que has dicho? -y aceleró. Keith empezó a gemir en su oído.

-Daddy... -y recordó la palabra. -¡Uva, uva! -entre gemidos alzó la voz. Lance paró y se subió las gafas. Keith jadeaba, con su cabeza en su hombro.

-¿Que pasa, que he hecho? -preguntó preocupado.

- Lance... -le miró con las mejillas tontadas de rojo. -Por favor. Quítame las esposas y... fóllame. Pero no me hagas esto. -el chico se mordió el labio y le quitó las esposas. Keith en cuanto fué libre abrazó su cuello. -Echame uno a cuatro. Pero no me toques ahí, y me déjame correrme. -susurró, buscando con su mano su sexo.

-Joder Keith... ¿de verdad tú...?

- Si. Por favor, hazlo. -y terminó a cuatro.

Vaya que si terminó.

¿Continuará?

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha.  💜 ]

klance «One Shots» [Voltron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora