klance «One Shots» [Voltron]

🌈100🌈

💜Especial 100 (?)💜

Donde Keith y Lance son cazarecompensas.

Dedicado a: zari554466

Keith escuchaba la radio de Shiro inundar el local. Y allí estaba, con Allura, sentados en dos de las butacas, con una vaso en la barra o en la mano.

-Entendido. -murmuró Shiro. El mayor vió al coreano salir de la puerta y le miró de arriba a abajo. -¿Todo bien?

-Si, ¿no debería estarlo?

-No se. ¿Y la pasta? -el coreano rodó sus ojos. -Keith, todo va al mismo hoyo. ¿Piensas entenderlo alguna vez? Vamos, venga. -Shiro estiró su mano hasta Keith, moviendo sus dedos. Keith dejó el dinero de forma brusca. -Buen chaval.

-¿Y como pillamos a ese ahora? -dijo la albina, curiosa.

-Fácil, conociendolo rondará por callejones en busca de gente de pasta. Les amenazará y...

-Quien. -dijo el coreano.

-McClain. Lance McClain. Conocido como SharpShooter. -le tendió una foto un tanto reventada. -Siempre con pistola en mano. Como tu, pero tu con tu navaja. Es como la luz, rápido y ágil. Se nos escapa siempre, nos quita el trabajo. -le dió un trago al vaso.

-Saldré a por ese. - el coreano de piso la chaqueta y se subió la capucha.

-¿A por ese? ¿Seguro?

- Si. Hasta ahora. -y salió a la calle.
Se metió en algún que otro callejón, con la navaja en su bolsillo, bailando en sus dedos. Y notó una mano presionando su boca con fuerza. Entró a otra calle oscura a base de tirones. No veía nada.

-Dame el dinero y no pasará nada. -sintió un metal frío en el cuello: una pistola. Sacó la navaja y estiró su brazo hacia atrás. Y la clavó. -¡Joder...! -gritó de forma ahogada. Keith se giró y observó quien tenía a sus pies, tapándose la herida.
Se quitó la navaja, y tras tirala lejos, miro con desdén al coreano. -Me cagó en tu puta...

-Ahorrate los comentarios de mierda. -le cogió del cuello y lo alzó. Vio su rostro: tez morena, ojos azules como el mar, con las ojeras remarcadas, labios remarcados con alguna brecha y heridas secas. Era él. SharpSooter. -¿Eres McClain?

-¿Te importa mucho? -dijo el moreno, tratando de enfrentarse a él. Notaba el dedo del coreano resbalar por su nuez, y le dolía como cristales. Quita de ahí el dedo. Bandera blanca. -murmuró el cubano. Soltó el cuello del chico, y este tosió. -¿Kogane, me equivoco?

-A que viene la duda.

-Me han hablado de ti. Mucho. -el chico se acercó retador. -Y créeme, quiero saber de ti.

-¿Por qué?

-No te mereces el escalón en el que te encuentras. -pegó al chico a la pared y le miró a los ojos. -Tu, yo, un sitio alejado, a las 2 de la mañana. ¿Te pinta bien?

-2 y media. Y 50 pavos ahora.

-¿50 pavos? -dijo riendo.

-Tendré que llevar dinero, digo yo.

-Tendríais que cambiar el negocio. -dijo mientras miraba la boca del coreano de reojo.

-Separate de mi o te abro otra brecha.

-Ya veo,un tigre sin domar. Que poco duraras... -murmuró. - 2 y media. Aquí.