EL COMIENZO...

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-Vamos amor, un poco mas.- acarició su cabello, intentando animar a Liza, su esposa, su mate.

-Ah!!!!.- gritó.- No puedo.- dijo entre jadeos.- Duele demasiado.

-Falta poco mi luna.- contestó Erick, su esposo y Alpha de la manada Luna Llena, la manada más temida y respetada en el mundo licántropo y más aún en el mundo humano.

-Te odio Erick.- soltó Liza en una sonrisa forzada.

-Lo se amor.- contestó el Alpha con una mirada de ternura.- No volveré a tocarte. Lo prometo.

Ambos rieron. Sin embargo el dolor se hizo mas intenso en el vientre de Liza.

-Ya viene.- dijo la doctora interrumpiéndolos.- Puje un poco más fuerte Luna.

-Ah!!!!!!! Dios Mio!!!!.- gritó Liza para ser interrumpida por un llanto que resonó en todo la casa. Había llegado el primer cachorro del Alpha.

-Hola bebé!- dijo la doctora pasando al recién nacido a los brazos de la enfermera que la apoyaba en el parto.

Liza sonrió al ver el pequeño cuerpo del recién nacido, volteo a mirar a Erick quien no dejaba de contemplarla con una sonrisa de oreja a oreja , con lágrimas que amenazaban con salir de sus dorados ojos.

Empezó el dolor del segundo parto.

-Ya viene.- dijo la doctora.- Ya viene el segundo, este será más rápido.- sonrió a la pareja.

Liza repitió el proceso y después de unos minutos de dolor el segundo cachorro había nacido.

-Gracias.- dijo el Lobo acercándose a su esposa para besar lentamente sus labios.

-Te amo.- contestó su Luna con voz cansada.

-Alpha?.- se escuchó la voz de la doctora. Ambos la miraron.

-Si?.- contestó Erick.

-Podemos hablar?.- su voz denotaba confusión.

-Sucede algo con mis bebés?.- pregunto Liza preocupada.

-No Luna, todo bien.- la doctora lucia apenada.- es solo una aclaración con nuestro Alpha.

Erick miró a la mujer, sus ojos adquirieron la tonalidad plateada, ojos que solo tenían los alphas del linaje del que descendía y adquirió una posición intimidante, la rubia agachó la mirada de manera sumisa.

-Mi Luna puede escuchar.- contestó el Lobo.

La doctora asintió y aclaro su garganta para hablar de la manera mas clara posible.

-Solo quiero decirles que algo así jamás había visto.- dijo mirándolos a ambos.- los cachorros están bien, pero.- se le cortó la voz, sus nervios le estaban haciendo pasar un mal rato.

-Pero?.- pregunto Erick, sintiendo como la desesperación apoderarse de su cuerpo

-Algo pasa.- escuchaba a su lobo hablar, estaba inquieto.- Déjame salir, necesitamos ver a nuestros cachorros.

Erick sacudió la cabeza tomando nuevamente el control sobre si mismo.

-Solo uno de ellos es Alpha.- soltó de golpe la mujer.- Esto no es común.- se notaba consternada.

-Cuál de los dos?.- preguntó la madre.

-La niña.- susurro la doctora.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora