CAPITULO 18

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Luna Llena. Noche de la marca...

Elena Samaras.

-Ya esta lista Alpha.- hablo una de mis omegas al momento en que juntaba sus manos y me sonreía.

-Luce maravillosa Alpha Elena.- hablo otra de ellas.

Me levante de la silla y me acerque al espejo de cuerpo completo que se encontraba en la habitación de mi madre.

No podía creer lo que veía.

El largo vestido rojo adornaba mi cuerpo como una segunda piel, tenia un escote que conforme llegaba a la cintura se hacia mas pequeño, sin embargo mis pechos eran cubiertos a la perfección. En la parte delantera tenia una abertura a la altura de mi pierna derecha que llegaba hasta mi muslo por lo que con cada paso que daba mi piel estaría descubierta. En la parte trasera lo largo del vestido llegaba mas allá de mis talones, dándole el aspecto de cola sirena. Mi cabello estaba recogido en un chongo que dejaba caer pequeños mechones ondulados sobre mis hombros. Mis gruesos labios resaltaban con un labial rojo, parecido al vino de uvas recién cortadas y mis plateados ojos brillaban con luz propia, la sombra y delineador negro resaltaban aun mas su belleza.

Una lagrima amenazo con salir.

-Te ves hermosa Elena.- escuche a mi madre a mis espaldas.

Sin embargo en lo único que pensaba era en Vigo y como su aroma invadia la estancia. Podia escuchar el sonido de la ropa sobre su piel, su respirar y rapidos latidos.

Sonrei por dentro, estaba igual de nervioso que yo.

-No quiero lastimarlo mama.- mi cuerpo empezaba a temblar.- Si algo le pasa yo....- me deje caer sobre el piso.

-Y no le pasara nada.- dijo mi madre tomando de las manos para levantarme.- Eres la Alpha de la manada Luna Llena, nieta de Licaon y esta noche nos concederas el privilegio de ser nuestra luna para gobernar al lado de tu nuevo Alpha, tu mate, tu otra mitad que la Diosa blanca eligio para ti desde antes de que nacieras.

-Como lo hare madre?.- sone mas nerviosa de lo que me gustaría estar.

-Tu loba te guiara.- me beso la frente para acompañarme a la puerta.

Al salir me detuve, su olor ahora venia de mi cuarto, ya me estaba esperando, la sola idea de lo que estaba a punto de pasar hacia que mis piernas temblaran.

-Cuando Vigo despierte serán presentados a la manada.- dijo mi madre.

-Debo estar lista.- mire al piso concentrada.- Tengan listos a los médicos de la manada por si algo sale mal, por si Vigo no soporta mi veneno.- di la orden a mi Beta y Delta que estaban en el pasillo

-Alpha.- asintió Cicero.- no se preocupe por eso.

-Y debes estar lista por si Vigo resulta ser un hombre lobo con mal carácter.- dijo Hector acercándose a nosotros.

-Ahora no.- le ordene.- No estoy para tus bromas hermano.

-Solo digo.- alzo las cejas haciendo una mueca de indiferencia.- Tendrias que ponerlo en su lugar.

-Y lo hará hijo.- hablo mi madre.- tu hermana seguirá siendo la mas fuerte de todos nosotros.

De pronto Hayzel me hablo.

-Déjame salir Elena.- lloro por lo bajo. -Es nuestro momento.-

Estaba igual de excitada que yo.

Suspire. Dejando todo comentario y susurro en ese cuarto, no escuchaba mas. Deje que los latidos de Vigo retumbaran en mis oidos. Mis pasos se volvían cada vez mas decididos y eran dados de manera automatica conforme su aroma se acentuaba a mi alrededor.

Era el momento, por fin la noche mas esperada de mi vida habia llegado.

Abri la puerta de la habitación y pude verlo de espaldas a mi, en el momento en que escucho la puerta abrirse se giro para mirarme.

La camisa blanca que cubria su piel resaltaba cada musculo de sus brazos, torso y abdomen. La tinta de los tatuajes que adornaban sus manos parecían brillar con la luz de la luna llena que se filtraba por la ventana. El pantalón negro le hacia justicia a sus musculosas piernas. Note como todo su cuerpo se tenso ante mi presencia.

-Hola.- su voz sonaba nerviosa que con una sonrisa complice hacia una suma perfecta.

-Mío.- susurre al momento en que cerraba la puerta detrás de mi.


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