CAPITULO 22

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Elena Samaras.

Vigo abrió los ojos y el azul que los caracterizaba ahora era un rojo con tonalidades anaranjadas.

Se levanto de la cama y observo todo a su alrededor, pero hacia algo mas, olfateaba. Era mas alto, su espalda era mas ancha asi como sus musculos habían crecido. Era mucho mas fuerte que lo que fue siendo humano.

Me miro y senti mi corazón detenerse.

-Mia.- susurro.

Me puse de pie, sin embargo eso parecio alterarlo. En dos zancadas recorrio la distancia entre nosotros y me estrello contra la pared.

Olfateo mi cuello, aspiro de manera ruidosa y clavo sus colmillos en mi piel.

El ardor duro solo un segundo dando paso a un placer que jamás habia sentido. Abrace su cintura con mis piernas y cerre los ojos dejándome llevar por la excitación. Deje que bebiera mi sangre.

Senti su lengua sobre mi cuello cuando termino.

-Bienvenido Alpha.- mordí suavemente su oído.

-Con que asi es como se siente.- lo escuche sonreir por lo bajo.

Vigo Potrev.

Antes de despertar podía escuchar una voz en mi cabeza, como si hablara conmigo mismo.

-Algo pasa Elena.- dije tocándome la frente.- Escucho algo dentro de mi.

-Tranquilo.- dijo acariciando mis hombros.- Es tu lobo, cierra los ojos. Habla con el.- sonrio.- Tambien debes cerrar el vinculo con el lo mas pronto posible.

Me tomo de la mano llevándome al jardín.

(*)

-Quien eres?.- pregunte sin hablar.- Que eres?

-Soy tu lobo.- hablo de nuevo.- Soy Corban. Ahora déjame salir, tengo que estirar las patas.

-Se llama Corban.- hable para que Elena me escuchara.

Escuche su risa nerviosa.

Su mano contra la mia, su aroma, su piel. Era cierto. Todo se intensifica, no hay comparación a lo que era siendo un mortal, es aun mas hermosa, toda ella parece brillar como una diosa.

Elena Samaras.

Llegamos al jardín trasero, no quería que el resto de la manda nos vieran aun. Mas allá del laberinto estaba el bosque. Queria correr con el.

-Cambia.- le dije mirándolo divertida mientras me despojaba de mi ropa.

-Como?.- fruncio el ceño.

-Concentrate.- ya estaba completamente desnuda cuando me acerque a el colocando una mano sobre su corazón.- Cierra los ojos.

Vigo cerro los ojos y coloco su mano sobre la mia.

-Piensa en correr.- hable bajo, como si le estuviera contando un secreto. – Esa sensacion del pasto bajo tus pies, estirar las piernas. Tus pulmones quemándose por respirar.- camine a su alrededor sin dejar de tocarlo.- Concentrate, relájate y el tomara el control.

En ese momento Vigo se hinco y aullo tan fuerte que el piso parecio vibrar.

Vigo Potrev.

Un dolor me recorrio por completo, era agudo, me doble sobre mi mismo y aulle. Fue tan fuerte que crei que quedaría mudo. Mis huesos empezaron a tronar, parecían partirse, jamás habia experimentado un dolor igual. Mis uñas se desprendieron de mis dedos y en su lugar salieron garras, mis piernas y brazos se extendieron convirtiéndose en patas. Escupi mis dientes para tener colmillos.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora