CAPITULO 27

9.7K 764 22
                                    

Elena Samaras.

Mi cuerpo impacto con el de mi hermano y senti como si todos mis huesos se hubieran roto al mismo tiempo.

Lo tome con el hocico a la altura del pecho, cayendo ambos cuesta abajo, parecíamos una gran piedra con extremidades. Sentia sus puños impactar contra mi cara, recibi un fuerte golpe en el ojo lo que me hizo soltarlo. Seguiamos cayendo, impactando contra piedras, ramas, arbustos, podría jurar que en un momento escuche las costillas de Hector romperse.

Al llegar a tierra plana de nuevo quedamos separados por una distancia razonable. Mi pelaje blanco estaba sucio, lleno de lodo y sangre. Queria levantarme pero las patas no me respondían.

-Elena!.- grito Hector.

Gire un poco la cabeza para mirarlo. El sabor de mi sangre inundaba mi hocico.

-Es todo lo que puedes dar?.- Su altura empezó a aumentar, se arranco la piel con las manos que poco a poco se transformaron en garras. El pelaje negro de Darius cubrió su cuerpo.

Se transformo en aquel lobo negro que siempre me habia parecido hermoso. Un gruñido grave salió de su garganta, parecía que se estaba riendo.

Camino a mi alrededor de manera lenta, tal y como lo hacíamos cuando acechábamos a nuestra presa.

-Que hiciste Hector?.- me levante como pude, sabia que Haysel ya no podría aguantar otra batalla. Los pulmones me quemaban, me ardían al respirar. Mis patas temblaban y mi nariz empezaba a sangrar. El ojo en el que habia recibido el golpe estaba tan inflamado que no podía ver con el.

-No no no...- negó Darius con la cabeza.- Mejor pregúntame porque lo hice.

-Sé que fue para gobernar la manada. Quieres ser Alpha y podras ser por nombre Hector, pero jamás por ser un buen líder. Lastima de lobo.- reí.

Darius corrio hacia nosotras, iba a embestirnos. Haysel se preparo para saltar y esquivarlo, pero las patas no respondieron. Nos tomo por el hombro. El dolor de sus colmillos al perforar la piel nos hizo aullar de dolor, sacudió la cabeza intentando desprendernos la pata, sin embargo nuestros huesos no cedían.

Nos lanzo hacia arriba. Nuestro cuerpo giro en el aire por lo que parecieron ser minutos, hasta que senti el golpe contra los troncos de los arboles en la zona del estomago. Caimos tan fuerte que se formo un cráter en el piso.

Una brisa movio mi cabello, Darius ya estaba junto a mi, pero Haysel no. Era humana de nuevo.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hector Samaras.

Haysel, la loba blanca de Elena empezó a desaparecer cuando la mande directo a los arboles. Parecia como si la transformación se hubiese quedado a la mitad, fue todo un espectáculo verla cambiar en el aire.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora