LA ALPHA

CAPITULO 49

Victoria Ferenc.

Un humo esposo entro en el cuerpo de Vigo y sus ojos se oscurecieron por completo, como si en ellos se hubiera refugiado la noche.

-Búscala.- susurre en su oído como si le estuviera haciendo el amor.- Búscala y mata a Lisa Sámaras.

Vigo se levantó del suelo y sonrió como si le hubiera ganado una apuesta al diablo. Cerro los ojos y comenzó a olfatear el aire.

Vigo Potrev.

Sonrei al sentir el aroma a rosas mezclarse con la brisa nocturna que se colaba a través de la ventana.

-Haz mi voluntad.- susurro Victoria acariciando mi pecho desde atrás.- Aun si eso te cuesta la vida.

Vigo asintió y de un golpe atravesó la ventana cayendo sobre el pasto fresco, dándole cacería a la mujer que se encontraba cuidando a la manada.

Victoria, camino hacia atrás, alejándose hacia un rincón del cuarto y ahí en la oscuridad comenzó a caer a pedazos sobre el piso con una sonrisa en la cara.

Elena Sámaras.

Volví a mi forma humana y mire mis garras, mis brazos, mi cuerpo. Estaba bañada en la sangre de mi hermano. Darius hacia demasiado tiempo que dejo de moverse, de reaccionar a mis golpes. Su cara, pecho y brazos ya no tenían piel, dejando ver el color rojizo del musculo.

El lobo negro se desvaneció dando paso a Héctor. Se estaba muriendo.

-Tenias que hacerlo no es asi!!.- grite.-Creíste que me intimidarías Héctor!.- golpee con mas fuerza su cuerpo.- Jamás fuiste un Alpha. Tu traición no fue mas que sinónimo de debilidad.- acerque su rostro al mío.- Sobre tus restos se levantara la magnificencia de Arcadia.

Mis manos dejaron de golpearlo y por un momento observe su cuerpo. Poco a poco empecé a sonreir. Sonreí como hace mucho no lo hacia.

-Lo único que lamento es que no seras testigo de su grandeza.- lo mire con soberbia.

Hector comenzó a toser sangre.

Héctor Sámaras.

-Si crees que voy a disculparme .- sonreí.- No lo hare.

Senti el cuerpo de Elena erguirse sobre mi para mirarme.

Ya no sentia nada, ni siquiera dolor. La oscuridad cada vez se hacia mas intensa a mi alrededor. El olor del bosque era cada vez mas tenue.

-Tus órganos están fallando Hector.- susurro Elena sobre mi oído. Senti sus labios formar una sonrisa.

Una corriente de aire frio llego a mi, calmándome de inmediato.

-Adios amor.- la melancólica voz de Victoria sonó en mi cabeza.

-No!!!!!.- me removí en el piso intentado levantarme.

Elena empezó a reír, tomándome de las muñecas, inmovilizándome por completo.

Mi lobo aulló en agonia para después morir.

-No preguntare que te pasa porque lo se.- dijo complacida.- Siente un poco de lo que provocaste en mi!.- Sus garras se clavaron en mis muñecas.- Es una lastima que tan bella bestia allá muerto por tu culpa. Darius era perfecto.

Elena Sámaras.

Héctor empezó a reír atragantándose con su propia sangre.

-Antes de comenzar el viaje de la venganza cava dos tumbas Elena.

-El único que morirá esta noche eres tu Héctor.

-Nadie dijo que fuera para ti.- escupio.- Se que no te mataría.- tocio con ganas. Mirar su cuerpo expuesto de esa manera era desagrable.-Pero por lo menos una parte de ti se ira conmigo.