CAPITULO 38

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Vigo Potrev.

Senti como me empujaban de manera brusca hacia el suelo, haciéndome sentar de un golpe contra la fría superficie del aluminio. La bolsa negra que tenia en la cabeza me imposibilitaba la vista, pero olia a humedad, a sangre y a orina. Intente soltarme de las esposas pero solo sentia la piel de mis muñecas arder.

-Es plata.- dijo alguien al fondo.

De un fuerte jalón quitaron la bolsa de tela de mi cabeza y la luz fulminante del foco que se mecía con violencia sobre mi me cegó por un momento. Parpadeé en repetidas ocasiones para que mis ojos se acostumbraran a la luz nuevamente, cuando este dejo de lastimarme pude inspeccionar mejor el lugar donde estaba. Parecía una sala de interrogatorios, era oscura pero podía ver a los tipos que estaban en ella, eran cinco entre ellos su Alpha.

-Por que te busca Héctor?.- me pregunto en las sombras. Su voz era rasposa, como si hablara a través de un aparato que modifica la voz.

-No le caigo bien a todos.- Sonreí alzándome de hombros.

De pronto un golpe seco se estrelló contra mi mejilla, haciéndome caer hacia atrás. Solte un quejido ante el dolor, podía sentir que el hueso de mi pómulo estaba roto.

-Tienes una izquierda fuerte.- dije moviendo mi mandíbula sintiendo dolor hasta la base de mi cuello.

-Solo quiero saber que es tan importante para el.- volvió a hablar.

-Yo no soy el importante.- conteste.- Lo que importa es lo que se.

Sonrei sintiendo el sabor de mi sangre quemar mi garganta.

-Y que es lo que sabes?.- pregunto con los brazos cruzados sobre su pecho.

-Tienes que soltarme primero.- respondí.

Se acerco para mirarme. Tenia el cabello amarrado en una coleta y el bigote de su rostro asi como su barba se fundían en uno solo por debajo de su barbilla. Sus ojos anaranjados brillaban aun mas que la misma luz amarilla que tenia sobre mi. Parecia un guerrero Vikingo por su tamaño. Se acerco un poco mas a mi, arranco un pedazo de tela de mi ropa y después la olio, no pude ocultar una mueca de asco al sentirlo tan cerca.

-No lo hare.- contestó.- Hueles a ella. Esa suka te marco.- lanzo con rudeza el pedazo de tela sobre mi pecho.

Lo mire directo a los ojos. Corban gruño enojado.

-Quien?.- pregunto alguien mas.

-Elena Samaras. La hermosa Alpha de ojos color plata que cualquiera se volvería loco con tan solo tocarla. Están viendo a su pareja de vida.- contesto Iván.- Un humano. Un mortal.

Todos rieron con ganas.

-Debes estar bromeando.- dijo otro en medio de risas.- La Alpha mas fuerte tenia como mate a un humano???

-No.- dijo serio.- Ojala fuera una broma pero no lo es. El es su mate. Quizas por eso te busca Héctor.

-El humano mato a Elena?.- preguntaron.

-No.- respondió su Alpha.- Jamás tendrá la fuerza para hacerle frente a alguien como ella.

-Hice algo mucho peor.- conteste con la mirada baja.

Algunos rieron con ganas, los demás guardaron silencio, entre ellos su líder.

Quizas fue el cansancio, el sentir mi cuerpo débil asi como mi mente pero me habia rendido, simplemente ya no podía mas con lo que sentia hacia mi mismo, ese coctel mortal de nostalgia para lo que pudo haber sido y odio hacia a lo que fue, pero quería decirles todo. Simplemente hablarlo, lo que habia hecho me estaba matando desde adentro.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora