CAPITULO 7.

18.7K 1.3K 97
                                    


Me sentía excitada, tenía que encontrar al dueño de tan deliciosa aroma. Mi mate. Me concentré en mi olfato, se perdía el aroma en las huellas de llantas de un auto al parecer de gran tamaño pero de ahí no había más, ni una pista.

-A donde se fue?.- escuché a Hayzel. Estaba eufórica.- Tenemos que hallarlo Elena! No puede irse.

-No lo hará.- contesté decidida caminando tranquila hacia la manada.


(*)

-Que tienes?.- escuché a Héctor a mis espaldas, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no había sido capaz de oírle caminar detrás de mi.

-Perdón...que?.

-Te veo rara, como ida...pasa algo?.- su mirada curiosa no se aparto de mi ni un segundo.

-No....- la palabra salió como un susurro, contrario a lo que quería.- Sabes donde esta mama?.- pregunté rápidamente.

-Sí.- dijo mirándome por unos segundos para después continuar.- Esta en la biblioteca, lleva ahí un rato.

Me dirigí hacia la habitación sintiendo su mirada acusadora a mis espaldas. Amo a mi hermano, pero no estoy dispuesta a compartir con el que había encontrado a mi Mate, o mejor dicho su rastro. Su interrogatorio sin fin se haría presente y primero tenia que hablarlo con mamá.

Entré a la biblioteca sintiendo el aroma a rosas que desprendía mi madre, lo que inmediatamente tenia un efecto tranquilizador en mi.

-Que sucede?.- escuché su voz calmada, estaba sentada en uno de los sillones, frente a la chimenea. Tenia un gran libro sobre sus piernas y le daba un pequeño sorbo a la taza de café que tenia en sus manos.- Tu corazón esta a mil por hora hija.

Cerré la puerta detrás de mi y le pasé seguro, suspiré intentando contar hasta diez.

-Lo encontré mamá.- la miré.

-Encontraste que?.- me miró confundida.

-A mi mate.- respondí.- Sentí su aroma en el bosque Mamá! Era deliciosa, incluso Hazel se despertó igual de emocionada que yo. Lo seguí hasta dar con su origen y llegue a la que era la Aldea de Alejandro pero...- sentía la impotencia crecer dentro de mi.- Se perdió.- Me tiré en el sentándome de un golpe.- No pude conocerlo, no pude reclamarlo como mío.- Las lagrimas empezaron a formarse.

Unas suaves y delicadas manos me tomaron el rostro, alcé la mirada para ver los ojos risueños de mi madre que brillaban de alegría.

-Felicidades mi amor.- dijo con una sonrisa.

-Debo encontrarlo mamá.- No puedo sacarlo de mi cabeza.

Jamás había comprendido como funcionaba el encontrar a tu Mate. Padre nos hablaba mucho de esto, decía que la unión con nuestra otra mitad va más allá de lo que se puede explicar con palabras, decía que cuando encontró a nuestra madre supo de inmediato que era ella, no solo por su aroma, sino porque cuando estaba ante su presencia todo en el parecía estar completo, como si nada más hiciera falta.

Ahora lo entiendo, sentía que con cada segundo me debilitaba al no tenerlo junto a mí.


Vigo Potrev.

-Ella no es como su padre Vigo.

-A que te refieres?.- pregunté observando por última vez lo que fue la comunidad de mi padre. Subí a la camioneta y comenzamos nuestro viaje de regreso a la comunidad de Alan.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora