CAPITULO 34

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Ana Baddaluta.

-Gracias Aldahir.- mire al brujo.- Gracias por ayudarme.

-Tenia que hacerlo.- contesto sin mirarme.- Solo espero que tu plan funcione Ana, porque si falla.- se acerco a mi.- Solo hay una salida y créeme que no te gustara.

-Bueno, tengo que confesarte algo.

-Que?- pregunto.

-Ahora que las cosas han resultado como quiero, debo decirte que no habrá ningún bebe.

Aldahir apreto los puños.

-A que te refieres?

-Te menti.- dije a secas.- Soy mas inteligente de lo que crees y lamentablemente en esta ocasión yo soy el gato y tu el ratón.

Aldahir iba a decir algo pero una sensacion extraña recorrio toda mi espina dorsal.

-Sientes eso??...-

-Que...?.- pregunto Aldahir enojado.- No sabes lo que has hecho Ana.

Mis ojos se abrieron de par en par.

-Cállate!.- grite.

Sentía miedo.

-Es Vigo.- me levante del sillon de un salto mirando hacia la puerta en el mismo momento en que esta se rompia en mil pedazos.

-Mentiste!.- grito Vigo dando grandes zancadas hacia mi.

-De que hablas?.- pregunte caminando hacia atrás.

-De Elena!. No te hagas la estúpida. Me dijiste que estaba muerta pero acabo de sentirla!! La escuche carajo!!! Como pudiste mentirme!!.- me arrincono contra la pared, sus ojos azules parecían querer salirse de sus cuencas. Estaba furioso.

-Como?.- pregunte sorprendida. Ella estaba muerta!.- grite.

-No no es cierto!.- golpeo la pared junto a mi cabeza dejando un hoyo.- Empieza a hablar o te juro que te abrire justo por la mitad y lo ultimo que veras es como me como tus visceras aun calientes.- bramo.

Vigo Potrev.

-No me puedes culpar por tu estupidez.- hablo entre dientes mirándome.- Sabias que no podemos ver a Elena, una Alpha como ella es casi intocable por nosotros, te lo dije cuando te vi en el bosque cuando acababas de llegar a Arcadia pero el dolor ante la posible de perdida de tu amada te impidió pensar.- me empujo haciéndome retroceder apenas unos centímetros.- Apenas llegabas y ya la amabas podía sentirlo en ti, tu aura era diferente!!.- sus manos pegaban sobre mi pecho.

-Hija de puta.- sentia mi cabeza explotar por la rabia.

-Supongo que ya te quieres ir.- rio.- Tienes que ir a encontrarla, tu lobo te lo pide no?.- parecía divertirse, sin embargo el dolor en su voz era evidente.

-Si.- conteste.- Pero antes voy divertirme matándote.

Mi puño choco contra su mejilla levantándola del piso, salió volando, cayendo sobre una mesa de vidrio rompiéndose por la mitad.

-No.- dijo Aldahir parándose frente a mi.- Ana no me agrada pero tengo un deber con los mios, déjala en paz.

-Vaya líder que tienes Ana.- los mire a ambos.- Deja que te amanace, que te grite e incluso que te golpee, pero cuando estoy decidido a matarte me detiene.- lo mire directo a los ojos.- Si me dejaste hacer todo esto no creo que en verdad te importe su vida.

Coloco su mano sobre mi hombro y eso basto para que cayera inmovilizado, sentia como si miles de maquinas de electrochoques estuvieran conectadas a mi cuerpo.

LA ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora