Lancelot: Griffin

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Capítulo 12: Lancelot: Griffin

Merlynn estaba convencida de que Lancelot se había enamorado de Gwen a primera vista. Nunca había visto a nadie mirar a otra con tanta adoración después de solo conocerla por un día; Parecía absurdo, pero ella solo podía sentirse absolutamente mareada de que sus dos amigos más cercanos en este punto tenían tanta química entre ellos. Gwen lo estaba ayudando a ponerse toda su armadura, y no pareció notar la mirada brillante de Lancelot en ella y solo en ella, pero de vez en cuando Merlynn podía ver sus dedos persistentes en su cuello, su brazo o su pecho.

Cuando Lancelot logró apartar sus ojos, le llamó la atención a Arthur. Estaba entrenando a algunos de los otros reclutas, con la mandíbula apretada, la boca dura; a pesar de la diferencia de altura entre el príncipe y él mismo, no podía evitar preocuparse por parecer un tonto, o que Arthur se diera cuenta de que no era un noble. Sus pesadillas habían estado plagadas de la idea: estaba aterrorizado por el príncipe Arturo.

"Uno. Dos. Tres. Cuatro. Uno. Dos. Tres. Cuatro", ordenó a sus futuros caballeros en cada formación. Sus ojos recorrieron a cada uno de los hombres en cada línea, observando cualquier tipo de potencial, solo la mitad alcanzó sus expectativas. En los últimos meses había sido difícil encontrar al caballero perfecto , pero no se quejó (bueno, a nadie más que a Merlynn) y se mantuvo paciente hasta que se sumaron los números para el ejército de Camelot.

"Bueno, se ve bien", le comentó Merlynn a Gwen, dándole una palmada en el hombro a Lancelot. "Justo como esperábamos".

La camarera sonrió admirablemente. "¿No es justo?"

"No lo sientas", suspiró mientras jugueteaba con sus dedos.

"Está bien. Eso servirá para el día, hemos terminado". Arthur observó a cada hombre caer de alivio; trató de ocultar su resoplido, pero no tuvo éxito. El tratamiento que les estaba dando fue fácil para el entrenamiento en el que puso a los verdaderos caballeros. Puso a los hombres en el hueso hasta que estuvieron al borde del colapso y luego los empujó más.

Los caballeros en entrenamiento comenzaron a abandonar el campo de entrenamiento, y Merlynn aprovechó su oportunidad. Ella empujó a Lancelot en el camino de Arthur, levantando los pulgares para animarlo. Tan pronto como ella bajó su mano, Gwen capturó su mano en un apretón tembloroso; Ella sonrió levemente, y le apretó la mano en respuesta. Lancelot se acercó al príncipe con nerviosismo, tropezando con la hierba de vez en cuando hasta que lo alcanzó y se inclinó. El sello forjado estaba apretado fuertemente en sus manos temblorosas.

"¿Sí?" Arthur levantó una ceja al hombre más alto, jugando con los dedos con la empuñadura de su arma. Parecía lo suficientemente fuerte, alto, con hombros anchos, pero las miradas podían engañar: desde el pergamino en sus manos, quería ser un caballero, pero no estaba seguro de si el hombre poseía la habilidad para convertirse en uno.

Lancelot tartamudeó su respuesta: "Lancelot, quinto hijo de Lord Eldred de Northumbria".

"Lance ... mucho?" Repitió Arthur, sus labios se convirtieron en una sonrisa de diversión y miraron a la izquierda. Merlynn estaba de pie detrás de la cerca, ya mirando en su dirección con una mirada afilada en su rostro. Este debe haber sido el hombre que la "rescató" en el bosque. "Sí, mi criado te mencionó." Lancelot asintió. "¿Tienes tu sello?"

Se inclinó una vez más mientras le presentaba el sello falso a Arthur. "Padre." Luego, más rápido de lo que podía respirar, fue enviado al suelo con un dolor agudo en la mejilla. Arthur retiró su mano y apretó su mandíbula cuando el hombre en la hierba gruñó en shock. Merlynn saltó hacia adelante y se aferró a la cerca para evitar que ella se acercara a los dos.

La historia de un gran amor.Arthur y femMerlin. Où les histoires vivent. Découvrez maintenant