La historia de un gran amor.Arthur y femMerlin.

Le Morte D 'Arthur: Contra el tiempo

Capítulo 20: Le Morte D 'Arthur: Contra el tiempo

Pasaron tres semanas y media antes de que Arthur decidiera ir de caza. Inmediatamente, Merlynn había puesto mala cara. Ella odiaba la caza, como Arthur probablemente sabía, pero no necesariamente le importaba. Cada otra cacería en la que habían ido alguna vez había terminado en desastre y / o peligro mortal, entonces, ¿por qué, pensó ella, sería ésta diferente?

A pesar de esto, Arthur tenía un estilo arrogante acerca de sus movimientos mientras se deslizaba por el bosque, sigiloso y callado, entre toda la partida de caza que lo seguía. Merylnn se mantuvo a su lado con todo su equipo. Ella no era tan sigilosa como las otras, tropezando y tirando las armas mientras se aventuraba más profundo.

No era su traje fuerte.

"Merlynn, lanza", ordenó el pratty prince en voz baja. Poniendo los ojos en blanco, intentó extraer hábilmente la lanza de la pila, pero en lugar de eso dejó caer el grueso arma a sus pies. Él le dirigió la mirada: su mirada, la expresión irritada y tensa que solo reservaba para su sirviente apenas competente. "¿Tienes algún regalo natural y útil , Merlynn?"

Magia. " Bueno, ahora que lo piensas, ¡ah! No soy naturalmente grosera o insensible, a diferencia de otro hombre que conozco", respondió ella con intención, levantando una ceja en su dirección.

"No. Simplemente eres irritante", corrigió Arthur. Y distraer. Él no sabía por qué la visión de ella con su ropa masculina era una mirada tan deseable para ella, pero lo era. Deseó que ella no fuera atractiva de ninguna manera, para que no tuviera esos pensamientos tabú sobre ella.

"Bueno, tú ... eres un clotpole", susurró en voz baja.

Él puso los ojos en blanco. "Ya usaste ese insulto, me temo. ¿Te gustaría un poco de hielo para esa increíble quemadura tuya?"

"No, porque eso solo empeorará la quemadura. Usar agua fría es más efectivo", respondió ella con naturalidad.

"Cállate, Merlynn," replicó y levantó la lanza.

A medida que avanzaban hacia el bosque, gruñidos ruidosos y amenazadores resonaron a través de los árboles gruesos y la atmósfera brumosa. Arthur miró de nuevo a su fiesta y notó que Merlynn se encogía un poco hacia atrás, con los ojos vacilantes hacia la niebla.

"Probablemente te tenga más miedo que a ti", aseguró él suavemente, y ella asintió, agradecida por las palabras reconfortantes. Señaló a sus caballeros en una formación circular para cortar a cualquier criatura que estuviera en el bosque.

Un monstruo de tamaño masivo saltó de las sombras; tenía el cuerpo de un leopardo y la cabeza de una serpiente. Merlynn se quedó sin aliento. La bestia les gruñó ferozmente, lo que a su vez el grupo se detuvo y salió corriendo. Descubrió que, incluso cuando se enfrentaba a una criatura que podía matarla, su torpeza no la había abandonado hasta que había llegado a un entorno seguro.

En cambio, su pie se enganchó a una rama y cayó al suelo, luego se giró para ver qué tan lejos estaba la bestia de ella. Merlynn estaba paralizada por el miedo. La bestia estaba a solo unos metros de distancia, el veneno goteaba de los colmillos de marfil colocados en ella y Sir Bedivere había regresado para rescatarla, y la levantó del suelo sucio. Cuando finalmente estaba en dos pies, el príncipe tomó su mano y la arrastró lejos de la bestia.

Habían estado corriendo durante unos buenos diez minutos. Arthur les había pedido que se detuvieran para un descanso, les aseguró que, por el momento, estaban lejos de la bestia. Le gritaría a Merlynn por su estupidez más tarde. La sirvienta lentamente, incluso a regañadientes, apartó su mano de la de él y apretó su puño cuando estaba libre.