La historia de un gran amor.Arthur y femMerlin.

La Sombra de los Hechiceros: Gilli

Capítulo 63: La Sombra de los Hechiceros: Gilli

Gilli se enfrentaría a Nollar para el torneo. En el fondo de su corazón, Merlynn esperaba que Gilli ganara, porque sabía que si Nollar ganaba a la perfección, mataría al joven sin dudarlo. Pero, también sabía que si Gilli ganaba, él tendría que usar magia. Y ahora, Arthur y Uther pelearían uno contra el otro, y ella no estaba segura de que ninguno de ellos se retirara de esa pelea. Merlynn no podía hacerles daño.

Cuando se sentó junto a Morgana, supo que no era ella misma, inusualmente tensa y silenciosa, mirando hacia el campo vacío en busca del intermedio antes de que comenzara. Incluso Morgana estaba un poco confundida en cuanto a por qué estaba actuando así; no hubo comentarios de ida y vuelta, ni siquiera una sola amenaza. Solo un simple silencio.

"¿Qué te pasa hoy? ¿Arthur no te dio un beso de buenos días?" bromeó, esperando una reacción.

Merlynn ni siquiera le echó un vistazo. "Morgana, ¿no tienes a Uther para hablar? Estoy seguro de que estará esperando algunas palabras amables de su hija". A pesar de que no le devolvió la mirada, sus puños se apretaron contra la madera de sus sillones.

Morgana sonrió, encantada de haber llegado a la joven sirvienta. "Iré a hacer eso, Merlynn".

"Te diviertes destruyendo a Camelot, Morgana", respondió ella airosamente. "Todos sabemos que no vas a ir muy lejos".

Minutos después, Morgana regresó, viéndose absolutamente satisfecha consigo misma. Se volvió para mirar a Merlynn; ella no se había movido de su asiento, los ojos ahora fijos en la puerta que permitía a los participantes entrar y salir de la arena. Morgana se preguntó por qué estaba tan tensa y, como mujer curiosa y decidida, quería saber por qué.

"Está bien. No como realmente me importa, pero ¿qué pasa contigo? Nunca te he visto tan tenso. Bueno, no a menos que estés tratando de matarme", dijo Morgana, frunció el ceño.

Merlynn suspiró. "¿Podrías callarte, Morgana? Tengo que lidiar con mi confusión interna, no necesito que tu voz me moleste aún más".

"Vamos. Puedes decirme", insistió ella.

Ella finalmente volvió la cabeza, con la cara en blanco. Merlynn logró una burla de incredulidad. "Oh, por favor. La mitad del tiempo, estamos tratando de matarnos unos a otros. ¿Por qué demonios discutiría contigo mis problemas, de todas las cosas?" Morgana se encogió de hombros.

"Intenta algo nuevo."

"No."

"Sensible", murmuró para sí misma. Morgana notó que el joven del otro día, Gilli, entró en la arena. Entonces, ella volvió su atención a Merlynn. El joven sirviente se había enderezado; Ella no quitaba los ojos de Gilli. Morgana sonrió. "Oh, entonces la razón por la que estás tenso es porque hay otro hombre en tus garras. Lo veo ahora. Realmente eres uno extraño, Merlynn".

"Cállate , Morgana".

"Aunque, tengo que decirlo, es un poco joven, ¿no crees? Apuesto a que es mucho más joven que tú". Ella zumbó, pareciendo pensativa. "Supongo que es atractivo, de esa manera infantil. Pero, Arthur tiene que ser un candidato mucho mejor, más atractivo. Puedes hacerlo mucho mejor que este chico ".

Merlynn puso los ojos en blanco, pero hizo una mueca. "Está bien, eso es un poco asqueroso. Es un amigo".

Morgana se burló. "Veo la forma en que tratas a tus amigos".

"Los amigos que todavía tengo, los cuido. Estoy preocupado por él. No es un buen luchador", admitió. "El otro hombre es demasiado grande, fuerte".