Cap. X

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Jueves, 19:00h.

- Ey, Juls – dice Natalia acercándose a la barra en la que prácticamente no hay ni un solo hueco libre - ¡Juls!

- Shavalita, ¿cómo tú por aquí en jueves? – pregunta la gaditana mientras sirve 4 cervezas.

- Venía a hablar con Joan por lo del concierto de los chicos, para que toquen aquí un día – Nat se vuelve hacia el escenario - ¿a quién tenéis hoy?, casi ni alcanzo a ver.

- Ven, pasa detrás de la barra y agárrate a la escalera – dice Julia mientras se abre una de las puertas.

Sigue las instrucciones de la camarera y por fin alcanza a ver a quien canta, que no es otra que Alba... "vaya, nunca me voy a acostumbrar a la voz de esta mujer". Está cantando una versión acústica de "Fast Car" de Tracy Chapman, sola, sentada en una banqueta con una guitarra que hace más bulto que ella. El público la miraba en silencio, con admiración... a Natalia no le quedó más remedio que hacer lo mismo.

Después de dos canciones, Natalia reconoce las primeras notas del playback que ha puesto Alba, es aquella canción que la escuchó tocar en la sala del piano aquella tarde. La había buscado en Spotify: "she used to be mine". Rápidamente, baja de las escaleras:

- Juls, guárdame el casco, ahora vengo.

- Nat, por Dios, déjala tranquila, que te va a arrancar la cabeza – alcanzó a decir viendo como la morena salía corriendo haciendo caso omiso de sus palabras.

En el escenario, Alba se prepara para empezar la que era una de sus canciones preferidas y justo cuando abre la boca para empezar a cantar... el playback se para. Se da la vuelta confusa, en busca del equipo de sonido cuando ve a Natalia alejarse de él y sentarse delante de un teclado grande en una esquina, al fondo del escenario – "joder, ¿pero que hace esta tía?". Natalia le hace un gesto para que empiece a cantar y después de pensar en las consecuencias legales que tendría asesinarla allí mismo, con todo ese público, la rubia obedece.

Al terminar la canción toda la sala se levanta a aplaudir, Alba alcanza a ver a varias personas llorando y buscando pañuelos. En ese momento recuerda a Natalia... se gira y se dirige hacia ella.

- "Bueno, aquí vienen los gritos" – piensa mientras sonríe – "pero ha merecido la pena".

- Que sea la última vez que me cortas la música sin avisarme – susurra la rubia enfadada.

- Sí, señora – contesta Natalia intentando parecer seria.

Alba suspira y la mira con resignación:

- Dos más y terminamos – dice la rubia mientras lanza sobre el teclado un libro de partituras que acaba de coger del suelo.

- Sí, señora – responde Natalia con una sonrisa burlona, enseñándole su maravillosa dentadura.

- A mí no me sonrías, niña, ni se te ocurra – susurra la rubia, apuntándola con el dedo mientras se aleja hacia el micro.

Es la primera vez desde que se conocen en la que están más de cinco minutos en una habitación sin lanzarse nada a la cabeza.

- "Y sólo me ha costado dos meses" – piensa Natalia – "desde luego, estoy perdiendo facultades".

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