I'm gonna bite you [ KookMin ]

¡Se acerca la pijamada!

Los rayos del sol se filtraban por las delgadas cortinas, el ceño del pequeño rubio se frunció antes de que comenzara a rodar en la cama; enrollándose entre las sábanas. Amaba el verano, pero detestaba que la mañana de éste comenzara tan temprano, ¿por qué no podía ser como el invierno y tener un par de horas extra de oscuridad para poder dormir más?

La puerta se abrió con lentitud y el sonido de las bisagras terminó por despertar al cachorro quien se sentó con lentitud. – Hobi-hyung. – Un gemido lastimero se coló por sus labios mientras sus orejas felinas se levantaban un par de veces. –Me molesta mucho ese sonido feo, hyung. – Con el ceño fruncido sacó su lengua en una mueca de descontento.

–Lo siento Chimmy, en la tarde veré si consigo aceite para la puerta. – Dijo su dueño, un joven de bonita sonrisa en forma de corazón, mientras desviaba su mirar hacia la puerta. – Aunque sabes que siempre podrás dejar la puerta abierta para que no chille... o ir a dormir conmigo. –Encogiéndose de hombros mantuvo sus comisuras alzadas, mostrando la alegría que le daba imaginar a ese delicado cuerpo entre sus brazos.

–Pero hyung, ya estoy grande para eso. – Las mejillas del de dorados cabellos se inflaron en un adorable puchero, él insistía en que ya no era un niño, es decir, tenía diecisiete, ¡pronto sería mayor de edad!

Jung Hoseok, su dueño, aquel amable chico que lo adoptó cuando sólo era un cachorro de diez años. El actual pelirrojo prácticamente lo había criado, en palabras del menor, como si fuese su padre a pesar de que en ese entonces sólo tenía veinte años, una diferencia etaria de una década no era algo extraño para quienes buscaban un híbrido, independiente de lo que quisieran hacer con él, porque vamos, no era sorpresa para nadie que algunos dueños simplemente buscaban saciar sus más horribles fantasías.

–Siempre serás mi bebé, Chimmy. – Un puchero se dibujó en los labios del mayor antes de apresar al gatito entre sus brazos. – Nunca podrás escapar de Hobi o Hobi se pondrá triste, Chimmy. –

¡Oh, no! Eso era lo último que quería, sólo deseaba que su dueño se mantuviese feliz y amado, necesitaba retribuirle todo lo bueno que éste le había otorgado en su joven existencia. El rubio negó con frenesí, devolviendo el abrazo con toda la fuerza que poseían sus bracitos , acurrucándose en el cuello ajeno.

–Haré todo lo posible para que Hobi-hyung nunca esté triste. –

–Por eso te amo tanto, Chimmy. – Inhalando el embriagante perfume del híbrido, Hoseok sonrió para tras unos segundos apartarse y ponerse de pie. – Muy bien, mi adorado Chimchim, es momento de que te duches y te vistas. – Una pequeña pausa fue suficiente para buscar en el armario del adolescente una mochila y dejarla sobre la cama. – Tendrás que quedarte con los Kim hasta el domingo, pero no te preocupes hablaremos a cada momento por kakaotalk. –

–Claro Hobi-hyung. – Jimin se levantó para correr hacia su ropero y sacar la muda que se pondría luego de ducharse. – No hay problema, hyung. – Una suave carcajada se escapó de sus labios para dirigirse hacia el baño. -- ¡Pijamada con TaeTae! –

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–En serio debo salir de Seúl. – La vena en el cuello del compositor de cabellos celestes estaba por explotar.

–¿Estás seguro de que no te vas de luna de miel con Hoseok? –Namjoon trataba de aguantar la risa desde el otro lado del teléfono, sabía que en cuanto su mejor amigo lo viera se acordaría de toda su familia, en especial de su madre.

– Mira pedazo de mierda que dice ser mi mejor amigo, cuida al mocoso y que juegue con tu mocoso o le diré a Jin que tú fuiste el que rompió el jodido jarrón de su entrada cuando él se fue de compras el mes pasado. –

El moreno cortó su respiración y sintió sus piernas temblar antes de que pasara saliva con dificultad. – Bi-Bien... le diré a Jin que Cooky se quedará con nosotros también durante el fin de semana. –

–Así me gusta. – Sonriendo con levedad y saboreando la victoria, Yoongi exhaló con suavidad. – Y ya entiende que sólo sentí admiración por Hoseok. – Dubitativo miró hacia el techo de su estudio antes de seguir con la conversación. – Ahora me gusta alguien más joven y lo sabes. Tus malditas bromas dejaron de ser graciosas cuando acepté que jodidamente podía ir a la cárcel por esto. –

La seriedad de los sentimientos de Min era algo preocupante para el moreno de cobrizos cabellos, ¿en verdad su amor era tan profundo como para pensar en todo ello? ¿Era posible que un adulto de veintiocho años tuviese sentimientos románticos por alguien menor con once años de diferencia?

–Lo siento, bro. – Namjoon sabía que la había jodido con sus palabras así es que sólo le quedaba tratar de suavizar la conversación. – Trae a Jeongguk sin problemas, todos estaremos feliz de que se quede el fin de semana. –

Y no mentía, pues aun cuando el híbrido del amargado sea ligeramente amargado siempre terminaban de reírse de las ocurrencias de Jungkook, quien era todo un dueto junto a Taehyung.

–Gracias, sabía que podía contar con ustedes. Estaremos ahí en un par de horas y descuida, llevaré comida para que tu esposa no se enoje. – Con una suave carcajada cortó antes de que su amigo pudiese alegar cualquier cosa, ya tenía quien cuidase de su "hermanito" mientras él atendía algunos asuntos en Daegu. Definitivamente Jeon era un mocoso irritante pero lo quería como a un hermano pequeño, es por eso que no permitiría que viese a la su madre en el estado en el que se encontraba, el cáncer avanzado de la señora Min no era algo que deseaba mostrarle a un chico de quince años. Yoongi sabía que el niño necesitaba amor y él se lo daría a su modo mientras su madre se recuperaba.

🐾🐾🐾🐾🐾

–  Sabes papá... – Dijo el pequeño tigre de sonrisa cuadrada, cerrando sus ojos mientras un pelinegro de hombros anchos le peinaba la cola.

–Dime Taetae.—

–Creo que le voy a pedir a Chimchim que salga conmigo y nos apa...¡ah!—Su oración fue cortada al sentir como el cepillo le arrancaba pelos de su esponjosa cola, erizando todo su pelaje ante el acto descuidado de su dueño. – ¡¿Por qué hiciste eso papá?! –

– ¡Ay, perdona mi pequeño! – Seokjin soltó el cepillo de inmediato, volviendo en sí para tragar saliva de manera sonora. – E-Entonces... ¿planeas declararte hoy? –

–¡Sí, le diré a Chimchim que salgamos a ver las estrellas durante la noche y entonces le diré que me ha gustado desde siempre! – El felino de grisáceos cabellos gruñía bajito sin poder contener la emoción. – Pronto seremos adultos y realmente quiero que él sea mi pareja. Es inteligente, bonito y huele realmente bien, además sé que Hobi-hyung no tendrá problemas en que salga con Chimchim, después de todo también nos conoce a todos desde siempre, ¿no?—

No había fallas en la lógica del tigre, aunque sí en la mente del mayor de la familia Kim, había un par de problemas con el plan de su minino. El médico se debatía mentalmente, decirle a su hijo que no lo haga porque le traería problemas o bien, apoyarlo a pesar de no estar de acuerdo, vaya que ser padre adoptivo era complicado, ¿por qué a Namjoon no le tocaban esas conversaciones?

–Bueno... – Y ahora quien era interrumpido era él. El teléfono de su morada sonaba en la planta baja, obligándolo a ponerse de pie. – Iré a atender, será mejor que limpies tu habitación, no querrás que Jimin vea tu lado asqueroso, ¿verdad? –

Como si fuese una advertencia mortal, el adolescente se puso de pie levantando las orejas para comenzar a limpiar todo a su paso.

Jin por su parte bajaba las escaleras algo perdido en sus pensamientos, ¿Jung aceptaría que su pequeño se viese envuelto en una relación romántica con su Tata? No, definitivamente su apego era demasiado y no lo permitiría, ¡mucho menos que su tigresito le quite la virginidad al rubio! Ugh, ser padre de un adolescente hormonal y medio gatote no era nada sencillo. Como sea, lo mejor sería atender la llamada y comenzar a cocinar.

Le esperaría una larga noche y un aún más largo fin de semana.