Sorpresas negativas

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—¿Taehyung?—

Una voz desconocida resonó del otro lado de la línea, el tigre se paralizó por breves segundos y su cola se erizó. ¿Estaba mal que la voz de esa chica le hubiese dado escalofríos?

—S-Sí, habla Kim Taehyung. – El peligris pasó saliva de manera sonora, tratando de volver a la normalidad, ¡no era momento de ponerse nervioso!—¿Quién habla? –

—¡Qué bueno que contestaste enseguida! – Respondió con entusiasmo la chica. – Oh, sí, sí. Soy Irene, llamo de parte de Jimin. –

Jimin. Los orbes del felino se abrieron y su corazón se apretó un poco, ¿por qué el rubio no lo llamaba directamente?

—¡Pásame con Jimin! – Quizás aquello había sonado demasiado rudo, mas no pudo evitarlo, aun cuando un dejo de culpa se instauraba en su interior. La chica de la voz bonita no tenía la culpa de su desesperación.

—N-No puedo. – El silencio se prolongó por unos segundos. – No es que no quiera...en verdad no puedo. –

—¿Qué tratas de decirme, Irene? – El pecho del felino se sentía pesado, de pronto parecía que el are le faltaba y sus ojos se humedecían. – Pásame con mi Chimchim, necesito hablar con él. Yo lo necesito, déjame escucharlo. –

La voz suplicante de Taehyung revolvió el estómago de la muchacha sin entenderlo muy bien, de seguro estaba siendo demasiado empática.

—En serio no puedo... estoy llamando desde un teléfono público por su petición. – La castaña mordió su labio inferior, mirando a su alrededor antes de seguir. – Soy su vecina, él no puede salir y no tiene móvil, me escribió un papel para pedirme que te contactara. Me dijo que necesita verte a ti y a un tal Kookie. –

Taehyung quedó en estado de shock, mientras sus mejillas acaloradas eran mojadas por sus lágrimas. ¿Por qué no podía ayudar a la única persona que estaba en su corazón?

—Taehyung. – La chica lo llamó con dulzura. – Ve por un papel y una hoja, te daré la dirección de mi edificio, tengo un plan para rescatar a Jimin. –

Y sólo esas palabras pudieron hacerlo reaccionar, no sacaría nada al quedarse sentado llorando. Al parecer no importó cuánto habían progresado con Jungkook, sus planes ya no servían, sin embargo, no tenían que darse por vencidos, ahora tendrían una aliada desconocida. El tigre pensaba que no existía real maldad, por lo que optaría por confiar en la chica. Necesitaba comunicarse con el conejo, mientras más ayuda tuviesen, mucho mejor.

—¡Ve rápido! – El grito de la fémina lo hizo sobre saltar. – Jimin está sufriendo, hay que sacarlo de allí pronto. –


🐾🐾🐾🐾🐾


No importaba que tan suave sea la alfombra, los pies del felino estaban ásperos luego de haber caminado en círculos por su habitación durante tantas horas. La incertidumbre comenzaba a matar a Jimin, y es que, no dio en cuenta que prácticamente no se veía nada al bajar la vista a su misma cuadra, ¿en verdad el proyectil no había lastimado a nadie? ¿Irene habría dado con el zapato y las hojas en su interior? ¿Y si alguien tiraba el zapato a la basura antes de que la híbrida diese con él? ¿Y si las hojas salían volando y la castaña lo encontraba vacío? Mil y un preguntas que tensaban sus músculos.

El felino sabía que no tenía más oportunidades que aquella que acaba de pasar. Ese único pensamiento rebotaba en su mente, y su estómago se revolvía una vez más.

Desesperación. El rubio no quería agitarse, pero ahí estaba controlando su respiración para evitar hiperventilarse, corrió en dirección al baño las sentir nauseas, vaciando lo poco y nada que poseía en su interior. Las lágrimas no tardaron en salir, luchando con las arcadas, el ardor en su pecho, el dolor, sólo quería que todo se detuviera. De seguro Jeon lo había olvidado, de seguro a Taehyung no le importaría, obviamente estaba sucio, por eso tenía que sufrir.

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora