Otro pijama, por favor

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Como era de esperarse el resto del día no fue lo que se diría muy emocionante el trío de amigos bajó hacia la sala para ver una serie en la televisión, dejando al rubio entre ellos porque según sus propias palabras era más esponjoso, ideal para acurrucarse.

Seokjin había dejado el almuerzo en el refrigerador, por lo que sólo bastó con sacar los platos con kimbap y quitarles el plástico para que pudiesen comer. Tras lavar los platos y poner un poco de agua a hervir para preparar té, volvieron a tirarse en el sofá para continuar con la maratón.


🐾🐾🐾🐾🐾


Los padres Kim llegaron a la morada a eso de las cuatro y media de la tarde, entre mimos y risas hicieron acto de presencia en el salón.

–Hola pequeños. – Los hoyuelos del moreno se vislumbraron en la sonrisa dulce que les entregó a los híbridos.

–Hola mis niños. – Jin se acercó a besar las frentes de cada uno de los adolescentes causando algo de vergüenza en todos quienes sólo rieron con incomodidad. –Tata ayuda a Nammie a bajar las bolsas del auto. –

–bien papá. – Poniendo pausa al televisor el tigre salió de la casa junto a su padre para ir en busca del pedido.

–Chimmy, Cooky, ayúdenme a servir algo de té. – Y con un asentimiento de parte de los menores, los tres se dirigieron a la cocina.

Por suerte el agua continuaba caliente por lo que no fue complicado poner las hierbas de té verde y esperar a que la bebida estuviese lista. En tanto, los Kim restantes ya habían entrado con las bolsas repletas de ingredientes para los días posteriores, incluida una enorme cena que planeaba hacer el de rosa estruendosa para cuando Yoongi y Hoseok fuesen a buscar a sus respectivos "hermanos menores".

–Tata, Nammie, tomen algo de té. –

El rubio había estado sirviendo las tazas, sin embargo, al tomar una de ellas y gracias a un ligero empuje de parte del conejo, el contenido terminó volcándose sobre su pecho provocando un sutil ardor.

–¡Jiminnie-hyung, perdón! – El de orejas largas se apresuró a tomar un paño y secar por sobre la ropa del felino.

–¡Chimmy! – Seokjin procuró mojar otro paño con agua fría para levantar la camiseta del accidentado y así humedecer y enfriar el sector que parecía haberse quemado. Gracias a las fuerzas del destino sólo se trató de algo superficial y un ligero enrojecimiento manchaba la piel porcelana del calicó. –Ya... no fue nada. – Trató de relajar a todos los presentes. – Ve a darte una ducha tibia Chimmy, con eso te sentirás mejor. –

Y tal como lo dijo, Minnie asintió aun sintiendo algo de escozor para dirigirse al baño.

–Perdón...y-yo... yo no quería. – Los enormes ojos azabaches del conejo parecían cristalizarse y por ello, el médico le sonrió con dulzura acariciando sus cabellos.

–Sé que no fue a propósito, Kookie. –

Jeongguk volvió a asentir sintiendo la fría mirada del tigre.

–Iré por ropa para Chimchim. – El de cabellos grises había comenzado a caminar, sin embargo, la voz de su padre hizo que se detuviese a medio camino.

–No, necesito que me ayudes en la cocina Tata. –

Y como era de esperarse, recibió un gruñido como respuesta.

–Oh, ¿así que además de ayudar a guardar la mercadería también vas a ayudarme a cocinar? Si yo sabía que con Nammie nos ganamos al mejor hijo del mundo. – Una sonrisa amplia estaba dibujada en el guapo rostro del mayor, eso significaba más problemas.

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora