I'm gonna bite you [ KookMin ]

Soluciones parche

La presión en el pecho comenzaba a ser parte de Jimin, ¿sería parte de la marca que le dejó Jungkook? No era humano, no podía ser estrés, tampoco era un animal, no podía ser su instinto, entonces, ¿de qué se trataba? No lograba comprenderlo, y un ápice de ansiedad se albergaba en su estómago a medida que se adentraba en la cocina ajena, suponía que no importaba que revolviese un poco en búsqueda de las cosas para preparar el dichoso café.

Suerte la suya, la cafetera estaba sobre el mesón y a su lado la bolsa con café, por lo que sólo bastaba con dejarlo en el filtro y vaciar algo de agua en su interior para esperar a que el café estuviese listo, realmente agradecía que Yoongi fuese así de eficiente. Su colita serpenteaba mientras medía el café necesario.

Crush.

Un sonido horrible lo sacó de su concentración, haciendo que eleve sus orejas y su cola se erice. ¿Qué había sido eso? No iba a esperar para averiguarlo.

Corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, regresó por el mismo camino hacia la entrada.

–¡Hobi-hyung! – Los almendrados ojos del felino tenían que estarlo engañando, pues era imposible que su amable amo estuviese golpeando la cara del compositor. ¡¿Acaso Min tenía el labio y la nariz rotos?! No había otra respuesta con tanta sangre manchando su pálido rostro. –¡No, hyung! –

–¡No te metas, Minnie! – Se apresuró a decir el dueño de casa, sin embargo, el gatito no hizo caso procurando no tardar en abrazar con fuerza por la espalda a Hoseok, con tal de apartarlo del pelicyan.

–Ho-Hobi-hyung... -- Susurró el felino, tratando de no temblar. –B-basta...p-por favor. –

Por su parte, Jung continuaba furioso, manteniendo inmovilizado a Yoongi contra la pared. Las pequeñas manos del híbrido tomaban la ropa de su dueño sin dejar de tiritar, comenzando a ablandar el corazón iracundo de éste.

–Escúchame, Min. – Hoseok fue disminuyendo el agarre, sin dejar de fruncir el ceño. – Por tu bien no te volverás a acercar a mi Jimin, no tendré compasión la próxima vez. – Escupió antes de soltarlo a su suerte. – Nos vamos. –

Y sin que el rubio pudiese hacer algo fue tomado con fuerza por la muñeca para ser arrastrado hacia afuera. Dolía, desde su brazo hasta lo más profundo de su alma. Park volteó su rostro unos segundos antes de desaparecer, sólo para contemplar como Yoongi terminaba sentado en el suelo, limpiando la sangre de su rostro, dedicándole una mirada que no supo descifrar.

Ardía, quemaba, sus ojos humedecidos reteniendo las lágrimas mientras sus orejas permanecían abajo. Jimin sólo era una mascota, Jimin sólo era la mascota de Hoseok.

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–Entonces... ¿quieren ir a la casa de Hoseok? – Namjoon arqueó una ceja mirando al par de menores sentados en el sofá frente a él.

–¡Prometo que no tardaremos, papá! – El tigre movió la punta de su cola con ansiedad, juntando sus manos a modo de súplica. – ¡Voy a cuidar bien a Kookie! –

–¡Hey!—El conejo frunció el ceño, mas optó por dejarlo pasar y retornar su vista hacia el adulto. – Por favor, queremos ver a Jimin-hyung, sólo queremos asegurarnos que está bien. –

El moreno suspiro echándose ligeramente hacia atrás, apoyándose en el respaldo. Necesitaba pensar, la situación en general se estaba saliendo de control, y él tampoco podía hacer demasiado, claro que Jung era su amigo, es decir, fue su mejor amigo de infancia y es una parte importante de su historia, sin embargo, ya no eran unos mocosos, sabía que no podía entrometerse en sus decisiones.