Ilusión

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El calor asfixiante despertó al tigre, que por cadena obligó a sus padres a sentarse en la cama, completamente asustados. La familia Kim estaba nerviosa, demasiado alterada para su propio bien.

–¿Qué pasó, Tata? – Preguntó Seokjin, desviando la mirada desde su hijo hacia la puerta de la habitación.

–N-No...nada. – El de cabellos grises, respiró profundamente, fijando su mirar en las sábanas. – Lamento haberlos despertado. – Pronunció bajando sus redondeadas orejas.

–No te preocupes, campeón. – Namjoon sonrió con dulzura a su pequeño para acariciar sus suaves hebras. – De todas formas deberías intentar volver a dormir.—

–Hace calor. – Pronunció el híbrido. – No me siento bien. –

El mayor de los Kim buscó su teléfono en la mesita de noche, eran alrededor de las siete de la mañana, un poco temprano para hacer cualquier cosa.

–Oh. – Namjoon optó por levantarse de la cama. – Iré por un vaso de agua para ti, ¿está bien? – Manteniendo una mueca de tranquilidad, salió de la habitación descalzo en dirección a la cocina.

–¿Quieres que prepare el baño con agua tibia, Tata? – Jin acarició cerca de las redondeadas orejas de su hijo, sonriéndole con dulzura.

–N-No... –El felino se encogió un poco en sí mismo, buscando refugio en el pecho de su padre. – No me siento bien... me duele el pecho. –

–Tranquilo, Tata. Respiraciones profundas, yo estoy aquí, nada malo te va a pasar. – Sus manos frotaban la espalda del menor con cariño, comenzando a inhalar con profundidad por la nariz, exhalando por la boca a modo de ejemplo. Debía hacer que el adolescente permaneciera calmado, lo último que deseaba era que tuviese un ataque de pánico o una crisis de ansiedad.

Taehyung asintió y copió el accionar, llevando una mano hacia su pecho. Dolía, en serio. El amor era doloroso, ya no lo quería. ¿Por qué había tenido que conocer a Irene? ¿Por qué no podía ser solo feliz con la alegría de Jimin?

–No quiero esto. – Susurró el tigre.

–¿Qué cosa? – Preguntó el mayor sin apartarse.

–No quiero estar enamorado, no quiero estar aquí. – Su rayada cola se sacudió de un lado al otro, reprimiendo el gruñido que amenazaba con escapar de su garganta. – Quiero que nos vayamos de vacaciones, papá. Quiero estar lejos, vamos a Japón. No quiero estar aquí. –

Las palabras atropelladas del adolescente alertaron a Seok, quien sólo pudo morder su labio inferior. ¿Cómo negarse a la petición de su hijo cuando lo veía tan destrozado? Pero, ¿y su trabajo? ¿Serían capaces de darle unos pocos días libres? ¿Qué había de Hoseok o el calicó?

–Vamos, si lo quieres es ir a Japón, iremos. – La voz del moreno resonó en la habitación, en cuanto regresó con frío vaso de agua para el felino. – Estaremos todo el tiempo que quieras... siempre que sea lo que realmente desees. –

Porque a él no le molestaría renunciar a su trabajo como docente si con eso podía ver las relucientes y verídicas sonrisas de su hijo. Seokjin por su parte estaba nervioso, la inseguridad en su futuro le jugaba en contra, no, no es que prefiere su desarrollo profesional por sobre su hijo, sólo creía que estaban siendo tal vez muy impulsivos. Sin embargo, en cuanto el de hoyuelos le entregó el vaso con agua a Taehyung y éste bebió con desesperación, sólo para asentir con desenfreno, supo que un cambio en sus rutinas no tendría nada de malo.

–No quiero estar en Seúl. – Pronunció el felino jugando con el vaso entre sus dedos. – Ni siquiera quiero estar en Corea, yo necesito... necesito estar en un lugar donde no esté Chimchim, donde nada me recuerde a Jeon. –

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora