A esperar

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*Maratón: 3/3*

El brillante piso de azulejos blancos resonaba con cada pisada, a medida que el pelirrojo y el calicó se adentraban en el edificio. Incluso al subirse en aquel lujoso elevador, se mantuvieron en un sepulcral silencio, donde la mano del mayor ejerció mayor fuerza sobre la muñeca del híbrido.

Jimin ignoraba la molestia, el dolor en su brazo no era nada en comparación a la incertidumbre de su futuro. Ya era ilegal matar híbridos, pero, ¿y si había alguna forma de que nadie se enterase? ¿Era así como acabaría su vida? Tampoco es como si tuviese algún sueño que cumplir o un deseo muy profundo que realizar, sin embargo, podía decir que al menos le hubiese gustado despedirse de sus personas importantes.

Las puertas del ascensor se abrieron en lo que parecía uno de los pisos más altos, si es que no era el último, para que el mayor volviese a jalar de Jimin caminando por aquel largo pasillo alfombrado. Paredes pulcras de color crema con lámparas colgantes, que daban la sensación de estar en un lujoso hotel.

Sólo había un par de puertas y Jung se detuvo en la más alejada, sacando una extraña tarjeta la cual deslizó en aquella puerta, antes de ingresar un código numérico en el particular teclado junto a la ranura para la tarjeta. Con eso la puerta se abrió y ambos ingresaron.

Todo olía a nuevo, todo se sentía frío.

Jimin mantuvo su mirada en el suelo de madera reluciente, mientras la punta de su cola se movía de un lado hacia otro. ¿Qué hacía ahí? Él sólo continuaba siguiendo el paso de su duelo, hasta que llegaron a una moderna sala de estar.

–Jimin. – Y Hoseok por fin soltó la maltratada muñeca del chico, dejando salir un largo suspiro. – Estoy enojado, muy enojado. – Lo cual era más que obvio. – Pero no te preocupes, porque ahora que estamos aquí, Hobi ya no está molesto. –

–¿Eh? – Las orejas del felino se elevaron y subió su mirar hasta dar con el rostro contrario, evidenciando su sorpresa. – ¿Hobi-hyung no está enojado? –

–No. Bueno, un poco todavía. – Se corrigió pero le entregó una enorme sonrisa para tomar las mejillas abultadas de su híbrido. – Pero Chimmy no tiene que temer, el castigo que Hobi le dará no es nada muy malo. –

Castigo.

–¿Ma-Malo? – Las piernas del calicó temblaron. Jimin confiaba en Hoseok y sabía que no le golpearía, sin embargo, aquella palabra traía consigo imágenes que hubiese preferido suprimir de su mente.

–Chimmy se portó mal, así que tendrá un castigo. – Dijo encogiéndose de hombros. – Pero no será ahora, primero te mostraré nuestro nuevo hogar. –

El rubio no comprendía nada. ¿Nuevo hogar? ¿Y qué pasaba con su antiguo departamento? ¿Con todos sus recuerdos?

–Viviremos aquí a partir de hoy, Chimmy. Es el edificio con mayor seguridad en Seúl, así que nunca te pasará nada. –

Los brazos del pelirrojo rodearon la cintura estrecha del felino en un abrazo intimo que hizo erizar el pelaje de la cola del menor. Nada de ello le estaba gustando, él no quería eso, quería volver a su casa, disculparse y que todo volviera a la normalidad.

–Te quedarás aquí siempre, porque eres de Hobi y no puedes abandonarlo. – La voz de su dueño resonó en sus orejas tricolor y un escalofrío recorrió la espalda del gatito. Temor, desagrado, molestia. El cálido aliento de su dueño sobre la piel de su cuello no le gustaba, debió haberse puesto el collar antes de regresar.


🐾🐾🐾🐾🐾


El conejo y el tigre estaban de pie, estáticos con la mirada fija en aquella puerta abierta. Las personas embalando cajas y apilándolas no eran una buena señal. Taehyung se armó de valor, inhalando con profundidad para esconder su cola entre sus ropas, enrollándola en su cintura, antes de colocarse el gorro de su chaqueta para cubrir sus redondeadas orejas. Si quería ser digno de Jimin, al menos tenía que ser un buen espía y averiguar un poco.

Dejando a Jungkook en su estado de shock, se apresuró a buscar con la mirada a quien tuviese las expresiones más amables, y a pesar de que le costó un poco, asintió dándose ánimos para caminar hacia él.

–A-Ahm.. disculpe. – Dijo con su voz grave, llamando la atención del sujeto que sólo se encargaba de anotar algo en un cuaderno mirando las cajas apiladas.

–¿Sí? ¿Qué pasa niño? – El sujeto, volteó su mirada hacia Kim, arqueando una ceja. No quería sonar grosero, pero estaba trabajando y no quería ser molestado por un mocoso.

– Esta es la casa de Jung Hoseok, ¿verdad? ¿O me equivoqué? – Cuestionó mirando a su alrededor.

–Pues sí, o al menos lo era. – Le respondió el trabajador con simpleza. – Creo que la vendieron o algo. – Comentó restándole importancia. – Si buscabas al señor Jung ya se fue, y ahora nos encargamos nosotros. –

–¿Qué? – Soltó abriendo sus ojos con exageración.

–Sí, lo siento niño, llegaste tarde, pero supongo que podrías llamarlo o algo. – Encogiéndose de hombros volvió a su cuaderno. –Ahora por favor déjanos trabajar. –

No. No podía ser cierto.

Se acercó a Jungkook, abrazándolo con fuerza. Habían llegado tarde y ahora no sabían qué hacer, eran un par de críos confianzudos, lástima que la confianza no sirviese demasiado. El conejo palideció, no podía aceptar aquello. Su espalda comenzó a arder una vez más, ¿por qué ni siquiera fue capaz de llegar a tiempo?

Los adolescentes trataron, empero no pudieron retener las lágrimas, su impotencia era enorme y la vergüenza de ser descubiertos por el moreno Kim no lo hizo mejor. Tendrían que crecer por las buenas o por las malas. No dejarían que Jimin continuase sufriendo, ellos no se permitirían a sí mismos sufrir por no cumplir con su deber, proteger al calicó.


ღ°.¸¸.·'¯..................'¯·.¸¸.°ღ

¡Eso fue personitas bellas!

Ojalá les haya gustado.~

Estoy preparando más 

sorpresas para ustedes,

por su apoyo incondicional.

Este mochi se despide,

porque se está quedando sin batería

hahahaha, lo siento.

Recuerden comer adecuadamente,

y descansar si estuvieron 

haciendo stream del MV,

sigan escuchando BTS.

¡Cuídense mucho, nos veremos pronto!

♥Yonassi♥(Cold Mochi)

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora