El que se duerme, pierde

6.7K 709 83
                                    



Jimin trató de dormir, sin embargo, fue realmente complicado, pues los brazos del conejo parecían no querer soltarlo y la respiración ajena le causaba enormes cosquillas, sin contar obviamente la sarta de emociones que se retorcían en su estómago. A eso de la media noche, el menor por fin lo había soltado y un escalofrío recorrió al minino, pues aun cuando fuesen dos cuerpos arropados en aquel futón, por alguna razón no podía entrar en calor, era tan diferente a dormir con Tae o incluso que dormir con su dueño.

Inhalando con profundidad y bajando sus orejitas, se levantó del futón para caminar hasta la cama del tigre y colarse entre las sábanas.

–Mh...Chimchim, más chocolate. – Un adormilado peligris terminó por abrazar al calicó, enrollando su afelpada cola con la extensión felina ajena. Y sólo entonces el rubio pudo quedarse dormido.


🐾🐾🐾🐾🐾


–¡Aaaaah! – Aquel grito fue más efectivo que cualquier reloj despertador, y es que si había algo que caracterizaba a Seokjin era la fuerza de sus pulmones.

Los tres híbridos se sentador de golpe elevando sus orejas completamente asustados.

–¡¿Papá volvió a incendiar la cocina?! – El tigre quedó alerta mirando hacia todos lados.

–¡Tu papá nada!—El de hombros anchos frunció el ceño acercándose con un rociador hacia su hijo adoptivo para mojarle las orejas hasta que cayó sentado en el suelo.

–¡Papá! ¡¿Qué rayos te pasa?!—

–¡¿Qué te pasa a ti, Kim Taehyung?! ¡Yo no te eduqué como un gato hormonal y de la calle! –

Jeongguk trataba de mantener un semblante serio aun cuando se moría por dejar escapar una carcajada, claro que haber despertado solo en el futón lo había dejado de mal humor, no obstante el escándalo que presenciaba había mejorado su día.

–¡¿De qué hablas...?! – El rayado realmente no lo entendía, por lo que mientras sacudía sus orejas para retirar el exceso de agua se ponía de pie, hasta donde sabía no había hecho nada malo, bueno, no había dejado huellas tras ninguna de sus travesuras.

El mayor de la familia Kim mantuvo su ceño fruncido y se acercó al de cabellos dorados para abrazarlo protectoramente, apresándolo contra su pecho.

–¿Te pareció poco haber mordido a esta pobre criatura? – Si bien el volumen de la voz de Jin comenzaba a normalizarse, sus cejas continuaban juntas en una expresión de enojo. Su hijo tenía miedo. – Atacar a Jiminnie mientras dormía para llenarlo de chupetones, ¿en serio crees que no nos daríamos cuenta? –

–¿¡Chupe qué!? – Tae no entendía nada.

–¡No te hagas! – Eso ya estaba sobrepasándolo. – El lunes tendrás que ayudar a Nammie a arreglar las cajas de su estudio. –

Jeon mordía su labio inferior, arreglando el futón y ordenando un poco para evitar largarse a reír. Se sentía tan bien de haber probado al gatito y que nadie lo regañase.

Por su parte Jimin no estaba seguro de qué hacer, sólo estaba seguro de que el aire no era suficiente al estar contra el pecho del padre de su amigo.

–A-Aire...– Su colita se movía de un lado hacia otro.

–Tienes suerte de que Hobi no venga sino hasta el domingo porque sino...¡oh, cielos! ¡Perdona Minnie! – Soltando al felino dejó que este recuperara el oxígeno que le faltaba.

Taehyung gruñó frunciendo el ceño, él no había hecho nada, de hecho, ni siquiera recordaba en qué momento se había metido a la cama, ¡todo era tan injusto! Aun así, sabía que si intentaba refutar el castigo sería todavía peor y no planeaba pasar toda la semana ayudando a su padre Namjoon cuando podía estar jugando videojuegos o algo así.

–Bien. – Seokjin suspiró en cuanto el color volvió a las mejillas rechonchas del más bajo para extenderle el rociador a su pequeño. – Tae, riega las plantas de tus ventanas y luego bajen todos a desayunar. – Y por obviedad, nadie trató de negarse.


🐾🐾🐾🐾🐾


El desayuno pasó con tranquilidad, comieron algo sencillo mientras los adultos se arreglaban para salir. Jimin habló por teléfono con Hoseok y los menores tomaron su turno para aprovechar a ducharse. Nada fuera de lo común a excepción de la cara de pocos amigos del par de menores, ¿por qué Park sonreía tanto mientras estaba al teléfono? Eso era injusto, los celos invadían al conejo y al tigre.

–Claro Hobi-hyung. – El rubio entraba a la habitación de Kim en busca de su mochila para poder retirar su ropa limpia. – Yo también lo extraño, hyung. Mh. – Sus mejillas esponjosas se pintaron de carmesí para que asintiese y comenzara a ronronear con fuerza.

 – Ah, el ronroneo de mi Chimchim es lo más dulce que hay. –

–Cállate Taehyung, puedes buscarte a cualquier gata y hará lo mismo. – La lengua del más joven impactaba contra el interior de su mejilla una y otra vez, presionando los botones del control con más fuerza. No sabía cuánto más podría soportar lo meloso que se portaba el felino.

–No es lo mismo, Kook. – Resopló el tigre.

–Que sí hyung. – Una suave risilla se coló por los gruesos labios del gatito para que tomara su ropa y volviese a salir de la habitación en dirección al baño.

–Claro que sí, además no sé cómo dices que te vas a casar con él si está hablando con su novio. – Sus propias palabras lo dejaron con un asqueroso sabor en la boca, el sólo pensar que la deliciosa piel de ese gatito era festín de otro le causó nauseas.

–¿Novio? – Kim pausó el juego elevando sus redondeadas orejas para voltear a Jeon alzando una ceja. –¿Te refieres a Hobi-hyung?—

–Es obvio, no ha estado hablado con nadie más por toda esta hora. –

–Hobi-hyung es ahm... ¿su hermano mayor? – La extensión felina del peligris se movió inquieta. –

–¿Tiene un hermano?—

–No. O sea, sí, es decir, ¡ah! – dejando el control a un lado, revolvió sus grises hebras para mirar hacia la puerta. Elevó sus orejas concentrándose en escuchar con claridad, la ducha había sido encendida por lo que podía hablar. – Jung Hoseok es el dueño de Chimchim.— Se dio una pausa contemplando al conejo para suspirar con suavidad. – Es sólo que él no es como mis papás o la señora Min. –

–¿A qué te refieres con eso? – El castaño no lo entendía. Elevó ambas orejas antes de bajar una, cruzándose de brazos.

–Hobi-hyung rescató a Chimchim desde que era pequeño, pero nunca lo trató como nuestros padres nos trataron a nosotros. –

–Taehyung, sigo sin entenderte, maldito tigre. – Jeon definitivamente había adoptado el carácter de los Min.

–Que él lo ha cuidado de una forma rara. – Desde su garganta un gruñido amenazó con escapar al recordar situaciones a lo largo del tiempo. – Sólo hace un par de año dejó que Chimchim durmiese solo, si alguien le preguntaba algo hyung respondía por él, cuando era más pequeño Chimmy solía llevar un collar de gato que decía propiedad de Jung Hoseok aun cuando no salía a ningún lado sin Hobi-hyung.—

Jeongguk lo admitía, todo eso era raro.

–Ese Hobi es jodidamente extraño.—

–Lo sé, pero es amable y siempre sonríe así que nunca logré comprenderlo del todo. – La punta de su rayada colita serpenteaba manteniendo su mirada fija en el suelo. – Papá Jinnie dice que sólo es muy sobre protector pero yo creo que hyung sólo es raro. –

–¿Qué hyung es raro? – Y en cuanto el rubio cruzó el umbral de la puerta la conversación se dio por zanjada. 

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora