Quemadura de segundo grado

2.4K 264 40
                                    


–No debes estar hablando en serio. – La voz gruesa de Taehyung fue seguida por un fuerte rugido. Estaba más que furioso, ¿cómo a Yoongi-hyung se le ocurrió tocar a su futuro esposo?

–Calma hijo. – Namjoon suspiró y miró reprobatoriamente al conejo que se encontraba sentado en un sillón individual frente a ellos. – Y tú, Cooky, ¿crees que fue muy maduro escaparte de tu casa por un problema de adultos? – El moreno no quería sonar ni mucho menos apático, sin embargo, como el mayor a cargo debía hacer que el conejo entre en razón, después de todo, el castaño había corrido hacia ellos pidiendo ayuda.

Bueno, requería ayuda del padre Kim para poder hacer la reserva e ingreso a un hotel o cualquier sitio donde quedarse, que era la razón real del por qué se encontraba allí. Claro, un híbrido adolescente no podía estar solo.

–No puedo estar más allí. – Sus largas orejas permanecían apegadas a su cabellera. – A mamá no pareció importarle. – Se encogió de hombros, tratando de ignorar su propia ira, disfrazándola con indiferencia. – Supongo que está acostumbrada a decepcionarse de Yoongi.

–¡Ya basta, Jeonnguk! – Namjoon frunció el ceño y se puso de pie. – Sí, Yoongi hizo algo incorrecto, pero no por eso debes faltarle el respeto, sigue siendo tu hermano mayor. –

El tigre, detuvo sus gruñidos, sobre saltando ante el volumen utilizado por su padre, realmente no recordaba la última vez que lo había visto tan exaltado. El moreno volvió a suspirar con pesadez, revolviendo sus cabellos.

–Mira, Ggukie. – Suavizó su tono para caminar hacia el sillón donde éste continuaba sentado, poniéndose de rodillas para quedar a su altura. – Puedes quedarte aquí, es más seguro. –

Los enormes ojos de Jeon, lo analizaron con algo de dudas, ya sentía que no podía confiar en ningún maldito adulto.

–Quédate en nuestra casa, nosotros no dejaremos que Yoongi venga por ti si es lo que te preocupa. No te irás hasta que tu decidas hacerlo. – Extendiendo su diestra, sonrió con honestidad mostrando sus hoyuelos. – Un Kim nunca rompe una promesa. –


🐾🐾🐾🐾🐾


Las horas habían pasado realmente rápido para el durmiente calicó. Su cuerpo pesaba como nunca, removiéndose entre las suaves sábanas, se sentó de a poco abriendo sus ojos, realmente no recordaba más que haber desayunado y luego intentar ver una película, ¿qué le había pasado?

Su pecho seguía ardiendo por sobre la marca que Jeon le había realizado y llevando una mano hasta ella, se acarició por sobre la ropa antes de voltear la vista hacia la ventana. Sus ojos se abrieron con exageración e ignorando la incomodidad en su cuerpo, se levantó para ver hacia afuera, el cielo estaba anaranjado, se aproximaba el atardecer. ¿Cuántas horas había dormido? ¿Por qué aún se sentía tan cansado?

–¿Chimmy? – Su dueño entró en la habitación, algo extrañado. – Oh, ya despertaste. –

–Mh. – Asintiendo un par de veces el felino caminó a paso lento hasta el pelirrojo para abrazarlo ocultando su rostro en el pecho contrario, por alguna razón deseaba contacto.

La enorme sonrisa de Jung se hizo presente para que rodease por la cintura a su minino con un brazo, llevando su otra mano a los rubios cabellos de éste para entregarle suaves mimos.

–Debes tener hambre, Chimmy. – Susurró cerca de una de las triangulares orejas felinas. – Vamos a la cocina, te prepararé algo, ¿sí? –

Asintiendo un par de veces, Jimin rozó su mejilla en el cuello de su dueño ronroneando con fuerza sin intenciones de soltarlo aún, su vientre estaba extrañamente contraído, se sentía casi como un cachorro. No lo entendía, empero tampoco era como si pudiese luchar contra ello, necesitaba cariño y lo tendría.

I'm gonna bite you [ KookMin ]Where stories live. Discover now