Irritación

1.6K 190 53
                                    

*Maratón: 3/4*

–Estoy bien, Hobi-hyung. – Jimin hacía lo posible para mantener las comisuras de sus labios alzadas en una sonrisa que no se viera del todo forzada, intentando que su cola se mantuviese quieta para evitar cualquier atisbo de nerviosismo.

–No me convence. – El ceño fruncido del pelirrojo dejaba en claro que no se fiaba de sus palabras, por ello continuaba apoyando sus manos en las mejillas y frente del felino, con tal de cerciorarse de que tuviese la temperatura correcta, o eso se decía a sí mismo.

–En serio me siento bien, hyung. – EL rubio puso todo de sí, soportando aquel ardor en su pecho para acercarse a su dueño y abrazarlo por la cintura ronroneándole fuertemente contra su cuello, una caricia bastante íntima para un felino por lo demás. –Puede ir a trabajar tranquilo, Hobi-hyung. –

Un suspiro se coló por los labios de Jung, quien sólo trató de concentrarse en el delicioso sonido y la vibración contra sus músculos, era justo lo que necesitaba para relajarse. Su diestra viajó hacia la dorada cabellera del calicó, mientras su zurda a la espalda de éste, con tal de entregarle caricias para que siguieran de esa forma.

Hoseok tenía entre sus brazos a lo único que necesitaba, la luz que le daba vida a su mísera existencia, quien lo rescató, por ello es que no permitiría que algo le ocurriese, no lo permitiría. Ahora bien, ¿qué tendría que hacer si el menor se desmayaba nuevamente? No es como si existiesen muchos médicos especialistas en híbridos, ni que las farmacias comunes o incluso los centros de adopción tuviesen muchos medicamentos para esto. Si su sistema inmune era más fuerte, no lograba entender porque se veía más débil que un simple humano. ¿Acaso debería ir por más pastillas para controlarlo? ¿Servirían? Quizás si aumentaba sus horas de sueño todo volvería a la normalidad e incluso mejoraría, después de todo, se tornaría mucho más cariñoso.

Un brillo de esperanza se pintó en los ojos de Hoseok, la solución siempre estuvo frente a sus narices. Ante el más mínimo decaimiento del felino, ya sabría qué hacer.

–Está bien. – Dijo por fin el mayor, bajando sus manos para detener las caricias. – Pero si llegas a sentirte mal, corres a acostarte a mi cama, ¿entendido? –

–Bien, hyung. – Park sabía que no habría otra forma de que su dueño aceptara si es que no decía que sí a sus condiciones. – Si llego a marearme o algo iré al cuarto de Hobi-hyung. – Levantando sus triangulares orejas, sonrió con levedad para retroceder un paso, por alguna razón la exagerada cercanía con el pelirrojo ya no se sentía tan bien.

–Mi Chimmy es el más obediente. – Su acorazonada sonrisa relució para que tomara las mejillas esponjosas del híbrido y acercara su rostro besándole la frente. – Ve a acostarte entonces, descansa. Yo me prepararé para ir a trabajar. –

Fue inevitable pero su cola se erizó al sentir los fríos labios contra su piel, no quería eso, necesitaba los labios de Jeongguk, sólo él tenía que besarlo, ¿por qué no iba a buscarlo y besarlo? Oh, no. No era momento de pensar en eso, no era tiempo de que sus orbes se humedecieran.

–Nos veremos en la noche, hyung. –

–Sí, te dejaré algo para que comas en cuanto tengas hambre. –

–Mh. – Asintiendo, el calicó reverenció con levedad, bajando sus orejas para dirigirse hacia su cuarto.

Debía soportar un poco más, no podía llorar, no debía ceder. 


🐾🐾🐾🐾🐾


Ya se volvía algo común tener una marejada de emociones diferentes en un mismo segundo, y es que Jungkook se encontraba dichoso y furioso, ¿cómo era posible que haya obtenido tanta información para que su compañero en el crimen no fuera capaz de contestarle los putos mensajes?

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora