Algo de miedo

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– Hobi no me devolvió el llamado, ni siquiera me envió un mensaje o un correo electrónico. – Namjoon soltó dejando la taza vacía sobre la mesa junto a su cama.

La temperatura nocturna había descendido significativamente, y sumado a la cantidad de emociones durante el día, el moreno realmente necesitaba de una taza de manzanilla que lo ayudara a relajarse antes de dormir. Seokjin por su parte, bajó el libro que tenía entre sus manos para voltear a su esposo arqueando una ceja.

– ¿Intentaste llamarlo tú?—Preguntó el mayor dejando su texto en su propio velador, antes de volver hacia su pareja.

– Sí, aunque sólo un par de veces. –

– Ese idiota. – El médico se cruzó de brazos frunciendo el ceño, para que su humor y ganas de conversar regresaran casi automáticamente. – ¡Se atrevió a colgarme el teléfono! ¿Acaso nadie le enseñó que eso es de mala educación? –

Sin lugar a dudas, para el docente ver a su marido enfurruñado era una imagen completamente adorable, por lo que fue casi imposible reprimir aquella carcajada.

–No te enojes Jinnie. – Trató de calmarlo, rodeando sus brazos por la cintura ajena, abrazándolo con cariño. – Para la próxima podrás vengarte, cortándole tú la llamada. –

–¡Oh, claro que lo haré! – Asintiendo un par de veces, se dejó llevar por la calidez de las extremidades firmes que tanto adoraba, cerrando sus ojos y acomodando su cabeza contra el cuello de su amante. – Es tan idiota que lo bloquearé de todas mis redes sociales. – Continuó.

–Si crees que es lo correcto, entonces está bien, mi amor. – Porque Namjoon apoyaría siempre al amor de su vida, por muy infantil que éste fuera. Sus manos continuaron acariciando la cintura estrecha del mayor, bajando alternadamente a sus caderas.

–Monnie. – Volvió a hablar el de hombros anchos, dejándose mimar.

–¿Mh? –

–Yo... tu sabes que Hobi también es mi amigo, ¿verdad? – La voz dubitativa del mayor hizo que las manos de Nam se detuviesen en el acto.

–Sí... -- Afirmó arqueando una ceja para ladear un poco su rostro y poder contemplar las facciones del otro Kim. – ¿Por? --

–Ahm...yo sé que es tu amigo de la infancia y todo eso. – Comenzó a dar vueltas, evadiendo la mirada de su menor, comenzando a jugar con sus dedos. – Pero nunca has pensado que es un poco... ya sabes. –

–Seokjin.—Joon suspiró y se apartó un poco, sólo porque sabía hacia dónde iba la conversación. – Sé que Hoseok tiene muchos defectos, pero porque lo conozco desde pequeño es que estoy completamente seguro de que él no es una mala persona. – Se dio unos segundos para ordenar sus ideas, tratando de no perderse en su esposo quien mordía su jugoso labio inferior. – Puede que no esté llevando las cosas de la mejor forma, pero trataré de ayudarlo. Él y Jimin también son parte de mi familia, no me gustaría que nada malo les ocurriera. –

–Nosotros somos tu familia, Namjoon. – Los orbes del mayor comenzaban a cristalizarse mientras fruncía el ceño. – Somos la familia Kim. Kim Namjoon, Kim Seokjin y Kim Taehyung. – Se apresuró a decir. – Soy tu esposo y Tata es tu hijo, nosotros deberíamos ser tu prioridad. –

–Seokjin... – El moreno parpadeo un par de veces, pues ya no estaba tan seguro de hacia qué sitio se dirigía la charla.

–Seokjin nada. – Le cortó el nombrado. – Nammie, yo te amo, mucho, demasiado y es por eso que debo hacerte ver que Hobi no está bien, necesita ayuda. ¡Ya te dije como dejó a Yoongi! –

–Pero...–

–¡Nada de peros! Sí, puede que el idiota ese haya tratado de hacer algo horrible pero ni siquiera se defendió cuando Hobi casi le rompe la nariz, ¡estaba realmente arrepentido de su estupidez! – Jin comenzaba a alterarse, e incluso un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas. – Monnie. – Sus manos tomaron las mejillas del moreno para poder ver directamente a sus ojos. – Hoseok le destrozó la cara a Suga sin importarle que era su hyung, ya no sé qué otra cosa puede hacer. –

El temor se podía reflejar en los orbes del mayor y por fin el de hoyuelos pudo entender completamente las emociones de su esposo.

–Taehyung, él... él está muy preocupado por Jimin. – Continuó el de hombros anchos. – Ni siquiera quiero imaginar qué podría hacer Hoseok si se siente amenazado con Tata. –

No. Hobi era su amigo, no podría levantarle la mano a su hijo, ¿verdad? Namjoon pasó saliva y un escalofrío recorrió su espalda, no, no quería imaginar escenarios desagradables donde su pequeño tigre tuviese que sufrir alguna agresión.

–Nada le pasará a nuestro campeón. – Habló el moreno, entregándole una cálida sonrisa a su pareja. – Te lo prometo, por todo el amor que te tengo y que te tendré a futuro, Jinnie. – Nam acortó las distancias, apegando ambas frentes antes de robarle un inocente beso a Kim.

Porque los Kim cumplían sus promesas, más aún si éstas eran selladas con un beso.


🐾🐾🐾🐾🐾


Cenar a la medianoche no estaba bien, Park podía apostar su voz a que tendría pesadillas luego de haber compartido esa inusual cena con su dueño. No es que se quejara de comer sopa de mariscos, pues estaba deliciosa, empero no podía dejar de pensar que era algo extraño que Hobi quisiera cocinar todo por sí mismo, a pesar de que tenía más que claro que tardaría varias horas en la preparación.

El rubio jugueteaba con la cuchara y su flan a medio comer, mirando al pelirrojo de vez en cuando, sin que su cola pudiese mantenerse quieta.

–Hyung... – Lo llamó casi en un maullido.

–¿Si Chimmy? – Le respondió el mayo lamiendo la cuchara de su postre.

–Ahm... -- Tenía que armarse de valor. – ¿Cuándo podré llamar a Taetae? – Soltó. Ni siquiera es como si fuese exigente, no le estaba pidiendo su celular de regreso, sencillamente deseaba poder llamar al tigre para dar señales de vida y que le avisara a Jungkook sobre su cambio de casa.

–¿Para qué quieres llamar a los Kim? – De pronto toda la alegría de Jung pareció desvanecerse. – Parte de tu castigo es no tener teléfono móvil así que no sé cuándo dejaré que lo llames. – Sentenció.

–Pero hyung... – El felino iba a refutar, mas al ver la gélida mirada que le entregó su dueño, supo que no había forma de hacerlo cambiar de parecer.

–Yo llamaré a Namjoon para avisarle que estás bien y que le diga a su híbrido. – Continuó Hoseok. – Así que no tienes que preocuparte, Chimmy. – La mueca de alegría con forma de corazón se dibujó en su rostro, como si el momento tenso jamás hubiese existido.

El gatito bajó sus orejas y asintió completamente derrotado. Aquel extraño y amargo sabor nuevamente bajó por su garganta, se sentía incorrecto, después de todo, ya ni siquiera lograba sonreír con naturalidad. Él no quería estar allí, él no quería perder contacto con los demás, él ya no quería ser una mascota, él no quería seguir siendo Chimmy. 

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora