Dulces sueños

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Jeon estaba, entre muchas cosas, furioso, detestaba la situación en la que se encontraba. Odiaba la idea de que al parecer Jimin conocía a su círculo cercano desde hacía un buen tiempo y el que los ojos de Taehyung y Yoongi brillaran al ver al rubio no hacía las cosas mejor, pero definitivamente lo que arruinó su humor era haber conocido a Jung Hoseok, y es que desde que dejó el refugio de híbridos que no recordaba haber conocido a nadie tan desagradable como él, ¿por qué alguien no le cosía esa boca en forma de corazón para siempre? Sus orejas se apegaban a su cabeza de sólo recordar sus manos recorriendo la cintura de su Jimin.

El ceño fruncido del conejo parecía no desaparecer y el gatito parecía querer derretirse del miedo, ¿qué cosa había hecho ahora? Pasando saliva con dificultad y con larga cola rodeando su cintura entró al cuarto de su mejor amigo, cerrando la puerta tras de sí.

–¿Kookie? – Preguntó con las puntiagudas orejas hacia abajo.

–No hables. – Gruñó el castaño acercándose hacia su mayor para tomarlo por las caderas posesivamente, chocando sus labios en un beso desesperado y lleno de emociones.

El felino correspondió torpemente a pesar del millar de dudas que lo asaltó, y es que sólo bastó el toque ajeno para que su corazón se acelerase de manera exagerada, entonces ¿ya no estaba enojado? No lograba comprenderlo, es decir, la caliente lengua de Jungkook recorría cada parte de su cavidad bucal con devoción e incluso con cariño, mas sus manos apretaban sus caderas con tanta fuerza que quizás quedase alguna marca, ¿debía preocuparse o alegrarse?

–M-Mh... Koo...kie. – Dejó escapar en medio de los besos, recibiendo como respuesta un chasquido de lengua.

–Jimin, no hables. – Volvió a decir, de manera seca, frunciendo el ceño. – Deberás mantenerte en silencio si es que no quieres que alguien nos escuche. – Sonriendo ampliamente lamió su labio superior para tomar la camiseta del más bajo y levantarla sin cuidado, quitándosela a Jimin aunque haya puesto algo de resistencia.

–Pe-Pero...– Quería refutar, empero la mirada que recibió de parte de aquellos oscuros orbes fue suficiente para hacerlo callar moviendo la punta de su extensión felina de un lado a otro.

– Eres un gatito obediente. – Se burló el más alto para llevar sus manos hacia las nalgas de Jimin apretándolas con fuerza, apresurándose a besar el pecho blanquecino del gatito. Su piel era adictiva, dulce y suave, mucho mejor que cualquier postre, definitivamente lo más delicioso que podría haber probado alguna vez.

La respiración de Park se tornó errática y presionando sus manos con fuerza, cerró sus ojos tratando de pensar en algo más que no fuese la exquisita y abrasadora sensación que recorría cada célula de su cuerpo. El enojo de Jeon se iba apaciguando a medida que las succiones incrementaban en la nívea piel ajena, marcando nuevamente su propiedad, sin embargo, aquello no era suficiente.

–Eres mío, Jimin-hyng. – Susurró el más alto contra la piel ajena, antes de abrir sus fauces y dar fuertes mordidas sobre los chupetones, formando un pequeño corazón con aquellas marcas de dientes. – Sólo mío. – Volvió a decir comenzando a lamer y succionar alternadamente los sensibles pezones de su mayor.

–K-Koo...–Las piernas del rubio temblaban de pura excitación, sintiendo como su entrepierna comenzaba a despertar, pues incluso cuando las mordidas en su piel fuesen ejercidas con más fuerza de la necesaria el placer parecía desbordarlo. Jimin se contralaba a su manera, pues tras decidir atrapar su labio inferior entre sus dientes para evitar que algún gemido se le escapase, terminó por ronronear con fuerza. Estaba realmente perdido ante Jeongguk.

Las manos del más alto se movían obtusas para desabrocharle los pantalones al rubio hasta que por fin la prenda dio con el suelo.

–Sigue ronroneando, hyung. – Jeon ahora estaba encantado y con una creciente erección, sin embargo, su prioridad era otra, por lo que se puso de rodillas aprovechando a bajar la ropa interior de su mayor. – Sh... – Siseó mirándolo desde abajo para comenzar a besar sus gruesos muslos antes de morder esa virgen piel marcando cada parte como suya.

Jimin por su parte llevó ambas manos a su boca, tragando la enorme vergüenza que parecía consumirlo, procurando a su vez, guardar cada uno de los obscenos sonidos que anhelaban salir de sus rechonchos labios. De manera inconsciente su ronroneo se volvió constante y su cola no tardó en enrollarse en una de las muñecas de Jeon, mientras éste volvía a amasar su retaguardia ahora desnuda.

Las piernas del felino pronto estaban completamente rojas con los dientes del conejo por todas partes, lo había hecho lo más rápido ya que nuevamente estaba en contra el tiempo. Ah, como le gustaría tener a Jimin por horas sin que los molestasen, sus hormonas estaban demasiado alborotadas.

–Un poco más, mi hyung. – Susurró Jeon para llevar el miembro del calicó a su boca y comenzar a mover su cabeza para dar una rápida felación. Él había provocado esa apetitosa erección, era suya y se encargaría de ella. Sus manos, por supuesto tampoco se quedaron quietas, buscando apresurar un poco las cosascon su zurda estiró una de las nalgas de Jimin para con la otra mano rozar la entrada de éste, presionando la yema de sus dedos varias veces.

–N-No...ngh. – Jimin sentía que desfallecería en cualquier instante producto del placer, ¿se podía desmayar por todo lo que Jeon lo hacía sentir? Sólo unos segundos más y una fuerte succión en su glande bastó para que se corriera, reprimiendo un largo maullido.

El castaño estaba dichoso y tragó con gusto la esencia de su mayor. ¿En algún momento podría tener suficiente de Jimin? Por más que lo pensara creía que no, un fin de semana había sido suficiente para mover el mundo completo del adolescente. ¿Era muy desgraciado el no querer volver a Daegu? Necesitaba llamar a la señora Min, su madre adoptiva sabría que hacer, ella siempre sabía todo, no como el jodido de Yoongi.

–Kookie. – Un sonrojado y agitado Jimin le habló, limpiando la saliva de sus comisuras que se había escapado al tratar de controlar su voz.– ¿Por...por qué? – Esa pregunta incluía más cosas de las que podrían expresarse en esa circunstancia.

–Soy un conejo y me perteneces, por eso te muerdo. – Contestó con simpleza para subirle la ropa a su mayor, arreglándole los pantalones antes de buscar la camiseta del rubio y tendérsela. – Yo... hyung, esta no puede ser la única vez que nos veamos, ¿verdad? –

El calicó había tomado su camiseta, normalizando su respiración, seguía sin entender mucho a Jeon, no obstante, al verlo a los ojos ante aquella pregunta, muchas de sus dudas se disiparon. Una mirada cristalizada con un dejo de soledad y un enorme amor era algo abrumante, el pecho del gatito se contrajo y apretando la tela entre sus manos terminó sonriendo tan sinceramente como su rostro se lo permitió.

–Claro que no, Kookie. – Levantando sus orejas tricolor, se puso de puntitas para robarle un corto beso, un roce simple que tenía enormes sentimientos detrás. –Yo... ahm... quiero pertenecerte por completo pero, Hobi-hyung...–

–Hoseok es tu dueño, sólo eso. – Se apresuró a decir con algo de desesperación. – Jimin...sé que soy sólo un mocoso... sé que hasta Yoongi es mucho mejor que yo, pero me perteneces, aquí. – Su diestra viajó hasta el sector de su corazón, arrugando su camiseta. – Eres mío...l-lo eres. – El menor no quería ponerse a llorar empero estaba a nada de que eso ocurriera, ¿por qué no podía ser un adulto?

–Jeongguk...no, Kookie. – Sonriendo, el felino se puso la camiseta nuevamente para tomar la mano del nombrado, la cual le temblaba con suavidad, para acariciarla con cariño, ronroneándole. – Soy tuyo ahí...–

Una sonrisa mutua, no había nada más que decir.

–Conejo feo, ya deja de hacer llorar a mi Chimchim o te las....oh. – Tahyung abrió la puerta de su habitación, siendo tan oportuno como su padre. – ¿Chimchim, tu hiciste llorar a Kookie? – Eso era de no creer.

–¡No estoy llorando, alien! – El castaño se alejó del gatito para pasar rápidamente su antebrazo por sus ojos quitando la minúscula humedad de éstos.

–¡Que no soy un alien, soy un tigre! –

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora