Especial: Quiebre de rutina [la historia de Yoongi]

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*Maratón: 1/4* 


Daegu es una ciudad metropolitana, fría sin importar la estación del año, y no porque no saliese el sol sino por la crudeza de sus calles, la falta de oportunidades solía hacer el trabajo algo más difícil para todo el mundo, en especial para jóvenes enamorados. ¿Por qué la experiencia era tan necesaria? ¿Acaso no bastaba con la motivación y actitud para aprender a hacer bien las cosas?

Min Hyungwon cada día se deprimía más, no importaba la cantidad de entrevistas de trabajo que tuviese al día, al parecer no era lo suficientemente bueno para ningún puesto de trabajo. Sus aspiraciones y esperanzas se apagaban a medida que caminaba de regreso a su pequeño departamento, demasiado humilde según muchos, pero perfecto para una pareja de recién casados. Mientras existiese amor no habría fronteras, o eso era lo que Min Yeji decía constantemente para subir el ánimo de su esposo, nada podía ser tan malo como lo pintaban, ellos saldrían adelante sin importar qué. La joven de veinte cinco años, trabajaba como secretaria en una pequeña corporación, y el mínimo ingreso que recibía era lo que los sostenía desde que vivían juntos.

Tras unos meses, Hyungwon por fin había logrado encontrar un trabajo bastante bueno, y sobre todo, estable, por lo que parecía que las cosas mejorarían. En un par de años su estilo de vida era mucho más de lo que hubiesen pedido alguna vez, y una noticia sacudió sus días; Yeji había quedado embarazada.

Fue un embarazo tranquilo y sin complicaciones, dando como resultado un pequeño y pálido niño al que llamaron Yoongi. Todo iba bien, sin embargo, nuevamente, no todo podía ser color de rosas, tres años más tarde un horrible accidente de tránsito llevó consigo la vida de Hyungwon. La desesperación de Yeji no tardó en aparecer, ¿qué hacer ahora que no tenía al amor de su vida junto a ella? El pobre pequeño no comprendía nada.

¿Por qué era dejado en una guardería hasta que el cielo oscurecía día a día? ¿Por qué su madre nunca estaba con él? ¿Había hecho algo mal como para que su propia mamá no lo quisiera cerca? Hacer que un infante entendiese los sacrificios de una madre viuda era una tarea titánica, y la señora Min no tenía tiempo o ganas suficientes para hacerlo, sólo trabajaba horas extenuantes para poder mantener a su quebrada familia.

¿Familia? Bueno, algo así, pues si bien Yoongi amaba a su madre, el nulo acercamiento de ella a lo largo de los años le hacía cuestionarse si eran efectivamente una familia o no.

Juntas no muy buenas en su adolescencia lo llevaron a muchos problemas de los cuales su progenitora jamás se enteró, empero, aunque habían sido muchas cosas negativas, fue en medio de un bar de mala muerte cuando experimentó la sensación del primer amor. No, no era una chica perdida o un chico rudo, fue la música aquello que tocó lo más profundo de su ser. El hip hop lo llevó a sentirse vivo, ser capaz de expresar aquello oculto en su corazón con palabras rápidas y mezclas que salían desde su alma. A sus algo descarriados diecisiete años estaba claro de lo que quería.

–No. –

–No te estoy pidiendo permiso, mamá. –

–No puedes ser músico. ¿Qué rayos tienes en la cabeza? ¡¿Quieres morir de hambre, acaso?! –

–Es mi sueño. Lo cumpliré, te guste o no. –

Y esas fueron sus últimas palabras antes de dejar Daegu.

Yoongi no iba a mentir, fue más difícil de lo que se imaginó, Seúl era una ciudad enorme y no tenía la más mínima idea de cómo empezar. El haber conseguido un trabajo de medio tiempo en una tienda de conveniencia a penas y le daba para pagar el pequeño piso en el que vivía, además su tiempo libre era realmente reducido, claramente no podría ingresar a la universidad para estudiar música, mucho menos a un conservatorio privado o algo por el estilo.

I'm gonna bite you [ KookMin ]Where stories live. Discover now