04.- Una noticia triste.

547 62 57
                                    

—¿No? —preguntó confundido.

—Quiero decir, no estoy en casa, sigo en la oficina —le aclaro.

—¿Es enserio? ¿Y qué haces ahí? Ya casi son las 8pm, ¿no fuiste a clases?

—Sí, lo sé —levanté mí mirada, Dante me estaba viendo hablar, pero en cuanto lo miré él volteó su vista a su celular—, no te preocupes, solo tenía dos clases hoy y un profesor no asistió

—Lucy, falta poco para terminar, no lo descuides —Adam me regaña por la escuela, sonaba un poco preocupado.

—Me pondré al corriente Adam, solo fue una clase —pongo mis ojos en blanco—, si quieres adelántate tú, y yo aquí pido un taxi, y te veo ahí, ¿qué te parece? —yo no le quitaba la vista a Dante, tenía esa manía al hablar por teléfono mi mirada se quedaba fija en algo, alguien o hacia garabatos sobre un papel con una pluma o lápiz.

—No ¿cómo crees? Paso por tí a la oficina, si me esperas ¿verdad?

—Sí aquí te espero.

—Llego en diez.

—Con cuidado —colgamos.

—¿Ya te vas? —preguntó Dante girándose al escritorio para darme la espalda, yo me levanté del suelo.

—Sí —guardé el móvil en mi bolsa.

—Ok —murmura. Di un suspiro.

—Aún tengo unos minutos —comencé a guardar los adornos que no utilizamos, letras, serpentinas, confeti, pequeñas cartulinas en forma de cupcakes, pastel y globos.

— ¿Faltaste a clase por mi culpa? —cuestionó Dante con cara de preocupado por la respuesta. Volteé a verlo, sonreí y me acerqué a él.

—No —contesté.

— ¿Segura?

—Segura, falté por mí, es muy duro trabajar y correr a la escuela y llegar a casa solo a dormir para ir al día siguiente de nuevo a la misma rutina, eso si no tengo tareas, así que solo quería un respiro.

—Respiro —hizo una pequeña pausa—, ¿quedándote a adornar para un cumpleaños?

Estaba segura que iba a ponerme un poco roja de mi cara, ya que la verdad me quedé porque quería verlo un rato más.

—Sí, me relajé un poco —dije y luego nos quedamos en silencio.

—Oye Dante, y tú ¿cuándo cumples años? —interrogo algo curiosa.

—En 11 días

—Oh, ya casi —le sonreí.

—Sí —terminamos de limpiar todo.

—Oye Lucía —hizo una pausa. —¿Crees que puedas guardar esto en tu oficina? —cuestiona mientras cargaba el bolso donde estaban todos los adornos.

—Oh claro —tomé el bolso, fui a guardarlo y de nuevo salí de ahí solo que ya era para irme. Él estaba en la puerta de la oficina de su papá, los dos nos veíamos de frente. Se acerca a mí.

—Gracias por ayudarme, y perdón por no dejarte llegar a casa temprano para que descansaras.

—No es nada, me la pase a gusto y tranquila —nos quedamos viendo, sonó mi celular con una notificación, lo saco de mi bolsa y veo la pantalla "Adam".

—Hasta mañana Lucía —Dante de despide haciéndome reaccionar. Al parecer alcanzó a ver la pantalla de mi celular, ya que él tenía la mirada ahí y cuando regresé mi mirada hacia a él subió su mirada hacia a mí.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora