31.- Enojo.

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— Andy, déjame hablar.

— No quiero hablar contigo.

— Por favor, escúchame, no fue mi intención mentir.. —decia él, pero ella lo interrumpia.

— No quiero escucharte

— Escucha, por favor, discúlpame.

El elevador iba en un piso antes que en el que iba a bajar Andy, abrió las puertas y Andy bajó casi al momento de volverse a cerrar, dejando a Ezra en el elevador. Ella rápidamente bajó por las escaleras, quitó la alarma a su coche y subió a el arrancando rápidamente bajando los pisos del estacionamiento.

Ezra habia bajado del elevador y alcanzó a ver a Andy arrancar.

Andy por otro lado iba muy agitada, hizo falta tan solo recorrer unas calles y se detuvo fuera de un café y marcó a Lucia.

New York, Miércoles,
21 de Noviembre, 5:11 pm
Casa de Dante.

Comencé a escuchar un sonido a lo lejos y se iba intensificando, desperté de golpe al percatarme que era el sonido de mi móvil, solo vi que Dante lo tomó del sofá y me lo pasó, mire la pantalla.

— Es Andy  —contesté la llamada y llevé mi teléfono a mi oreja— Andy, amiga ¿que tal?

— Lucy, lo detesto, te lo juro que no quiero verle la cara de imbécil que tiene. —replicaba Andy con un tono algo agitado.

Volteé a ver a Dante, me quité la manta que me cubría de "el frío", ya que adentro la chimenea estaba prendida, me levanté de inmediato y salí a la parte trasera.

— ¿Pasó algo? —me senté en un sofá colgante que tenia ahi Dante bajo el umbral.

— Me lo encontré en el elevador, quiso disculparse —se quedó callada un momento y continuó— no sé que hacer amiga, siempre me lo voy a encontrar aqui.

Di un gran suspiro antes de hablar. —Andy, te aconsejaría que le dieras una segunda oportunidad, sabes que es lo que harías y es lo que quieres hacer, no sé porque te niegas tanto, conócelo y si se da una amistad o algo más, súper, y si no, bye, el que sigue, y lo que venga.

— Lucy pero..

— Pero nada —continué antes de que se quejara de mi sugerencia—. Tu no querías que estuviera estancada, bueno, yo tampoco quiero que tu lo estés.

Andy se quedó callada un momento y después de un suspiro, continuó. —Tengo miedo ¿sabes?.

— Lo sé, porque asi me sentía yo, y a veces no puedo negarte que tengo miedo de salir herida de nuevo, pero después de todo, lo quiero y quiero intentarlo con él.

— Te amo amiga, no se que haría sin ti. —dijo Andy en un tono ya mas relajado.

—Yo a ti, lo sabes.

— Te dejo, nos vemos.

Colgamos y me quedé ahí pensativa, hasta que Dante asomó su cabeza por la puerta.

— ¿Todo bien? —preguntó él.

— Sí —me levanté y entré a casa con él—. Era Andy, solo quería decirme algo —nos sentamos en el sofá de nuevo—. Oye tengo que irme.

— Quédate ya solo hoy.

— Dante, ¿qué va a pensar tu familia?

— Te recuerdo que estámos en mi casa que nadie conoce, ademas mis padres estan de viaje.

— No sé —dije dudando si quedarme o no.

— Es mas, ven —estiró su brazo para alcanzarme y acercarme más a él.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now