52.- Renacer.

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—Ella estaba embarazada, tenía algunos 2 meses, pero lamentablemente tuvo un aborto por la gravedad del accidente, no quería mencionar esto, ya que por el tiempo de gestación no tenemos idea si ella sabia o no sobre su embarazo, esa información solo se la confiaré a usted, y decírselo al despertar es nuestra responsabilidad.

—Entiendo, no diré nada hasta que ella despierte.

—Claro, compermiso —salió el doctor.

Pasaron más de 24 hrs y Lucía aún no salía del coma, todos se turnaron para ir a ducharse, comer, descansar un poco y regresar. Andy, Adam y Esme estaban en el hospital, cuando vieron llegar a Dante. Andy se levantó y lo abrazó en forma de saludo y de demostrarse unidos por la situación de Lucía.

—Gracias por llamarme —dijo Dante a Andy, saludó a Esme y a Adam abrazándolos a los dos— ¿Cómo va?

—Está en.. —Andy respiró hondo para poder hablar—, está en coma por una lesión en la cabeza pero, el doctor dijo que es cuestión de horas para que despierte.

Justo en ese momento aparece el doctor Kingston y se acerca a la madre de Lucy.

—Tengo buenas noticia, ella ya está reaccionando, acabamos de terminar de desentubarla.

—Que alegría, ¿puedo entrar a verla? —preguntó Esme, quien fue interrumpida rápidamente por Dante.

—Esme, déjame entrar a mi, por favor, necesito verla —pidió Dante, Esme no pudo negarse ante su petición.

—Está bien, ve.

—Muchas gracias —Dante se apresuró después de seguir las indicaciones del doctor y al llegar, abrió despacio la puerta, y la vió ahi, con los ojos cerrados, su rostro con partes amoratadas e hinchadas por los golpes, y raspones que iban desde su cara hasta sus brazos. Entró y al cerrar la puerta detrás, ella abrió los ojos para encontrarse con los de él.

—Dante —dije con voz baja, me dolía un poco la garganta.

—Ssshhh, no digas nada, descansa —dijo se sentó justo a mi lado, tomando mi mano.

— ¿Sabes algo de mi bebé? —pregunté inquieta.

—No cariño, yo acabo de llegar de New York y.. —Dante fue interrumpido por el doctor que iba entrando.

—Hola Lucía, soy el doctor Kingston, eres mi paciente y quisiera hablar contigo de algo —miró a Dante y continuó—, en privado.

—Puede hablar con él aqui —contestó Lucy— ¿como está mi bebé? Está bien ¿cierto?

—Lucía, siento mucho decirlo, pero has perdido a tu bebé, tuviste un aborto justo llegando al hospital.

—No, ¡no! —dije al borde del llanto.

—Lo lamento mucho —dijo el doctor y salió de la habitación. Comencé a llorar, Dante se levantó y me abrazó muy suave, con mucho cuidado de no lastimarme.

—Lo siento mucho Lucía —dijo él, y yo seguí llorando—, no sabes como me duele verte mal.

—Apenas me hacia a la idea —dije y él se separó de mí, sin soltarme la mano—, tal vez no era con el hombre que amo, pero era mio, era un pedazo de mi.

—Lo sé, sé que te duele, no sabes lo que daría por verte bien —dijo y apreté un poco su mano mientras seguía llorando, estuve asi unos minutos, logré calmarme un poco.

—Oye —hice una pausa y Dante me miró atento—, ¿viajaste desde New York solo para venir a verme demacrada y llorar? —al decir eso Dante sonrió, extrañaba tanto ver los hoyitos en sus mejillas cuando él sonreía.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now