37.- La promesa.

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— Amor ya, tranquilízate por favor —me senté en sus piernas, ya que él estaba en mi asiento— es tu cumpleaños  y no quiero que estés alterado, tranquilo hoy, mañana vemos que hacemos con esto ¿si?

— Está bien, perdóname, no debí gritar, pero es que..

— Ssshh, ya, tranquilo, mira ya guardé lo que tenias que guardar, ve tranquilo y prepárate para la noche.

— ¿Qué habrá esta noche? —preguntó confundido.

— Es sorpresa, así que tú ve a tu casa, aqui todo está en orden, descansas, te arreglas, pasas por mí a mi casa y yo de ahí conduciré —le dí un beso— te quiero

— Yo más a tí —se retiro.

Al terminar mi turno fuí  a mi casa para arreglarme, tomé una ducha, sequé mi cabello, lo alacié con la plancha, me puse un vestido casual en color negro que yo misma me diseñé y confeccioné con ayuda de mamá, pero tenia un escote un poco pronunciado.

Me maquillé como siempre, base de maquillaje, cejas rimel y labial, pero esta vez decidí por delinearme los ojos (el parpado, claro que si).

Llamé a Dante.

— Amor, ¿estás listo?

— Si, ya voy en camino a tu casa, me siento una señorita cuando la invitan a salir.

Reí. — Con cuidado, aquí te espero —colgamos.

Bajé y en cuestión de pocos minutos el llegó a casa, salí antes de que timbrara.

— Que guapo te ves —me acerqué sonriente a él mientras bajaba de la camioneta, besé su boca—

— Tu te ves hermosa —se acercó y me dió un beso en mi cuello— Dios, hueles increíblemente rico.

— Tranquilo, ya tenemos que irnos, tu camioneta ahora es mia.

— Está bien.

Subimos y 5 minutos que llevaba manejando Andy me llamó, he hicimos todo un drama.

— ¿Qué?  ¿pero estás bien? Amiga.. Te escuchas mal... Yo no me quedaré tranquila.. ¿sabes que?  Hablaré con Dante... El va a entender...  Nena, no estaré agusto... Aaay mira no te estoy preguntando, Dante y yo vamos a verte y si te veo asi de mal como te escucho te llevamos a un hospital... No, a Dan  no le molesta, ya vamos para allá.

Hice como que manejaba a otra dirección diferente, luego retorné.

— Andy se siente súper mal y no sabe decirme que es, vamos a verla ¿si?

— Sí vamos.

— No te molesta que me regrese y vayamos con ella ¿verdad? —pregunté a Dan.

— Porsupuesto que no, también estoy preocupado y no estaré cómodo sabiendo que ella está mal.

Comencé a conducir a dirección de la casa de Andy, antes de llegar le hice llamadas las cuales no contestaba.

— Maldita sea, no contesta —aumente la velocidad.

Al llegar Dante bajó  casi corriendo, realmente estaba preocupado, se adelantó, lo cuál iba todo deacuerdo al plan, en cuanto me acerqué a él, llegamos a la puerta y se atrevió a abrirla y entrar de golpe.

— ¡Andy!  —gritó en medio de la oscuridad.

— ¡Sorpresa! —gritaron los invitados mientras aventaban confetti y prendian las luces, dejándonos ver la decoración tan linda que hicieron para él.

Dante se quedó sacado de onda, me puse frente a él.

— Feliz cumpleaños mi amor —le di un pequeño beso, y cuando nos separamos él aún no entendia nada.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora