17.- Una nueva sensación.

296 47 14
                                    

Adam me miró, luego miró a Dante. —Hola Dante, un gusto.

—Igualmente Adam, un gusto al fin conocerte. —dijo Dante y estrechó su mano con la de Adam.

—¿Al fin? —preguntó Adam confundido.

—Sí, Lucía habla mucho de ti.

En cuanto Dante dijo eso, el semblante de Adam cambió, sonrió, y me miró.

—Dante, toma asiento, yo iré por mis cosas —fui a la habitación, tomé mi una pequeña bolsa, y mi celular, me ví en el espejo y la trenza no me convencía— Listo, mamá puedo..

—Si, Dante ya me pidió el permiso —dijo mi mamá y me miró tan linda como siempre lo hacia.

—Ok, en un rato regreso.

Dante y yo salimos de ahí y subimos al auto, el comenzó a manejar.

—¿Qué se te antoja cenar? —preguntó Dante viendo el camino y atento a mi respuesta.

—Hoy tengo ganas de algo grasoso, no sé, hamburguesas o alitas, algo asi.

—Que bueno, porque quiero una hamburguesa con mucho queso.

Reímos los dos, mientras veía por la ventana cómo estaba anocheciendo, me quité la pequeña liga que mantenía la trenza y la desenrede, dejando mi cabello suelto, luego suspire. —Me encanta manejar de noche, o ir con alguien de copiloto, es algo muy relajante, sentir el ligero fresco de la noche, la luz de la luna y el color del cielo hacen una perfecta combinación, es lo más hermoso.

—Tienes razón —dijo Dante.

Manejo por algún buen rato, llegamos a un Applebee's, se estacionó y entramos, nos sentamos en alguna esquina, y vimos el menú, yo tenia hambre y pedí una hamburguesa con tocino y queso cheddar, papás con aderezo.

—Dante, ¿por qué si hay otros Applebee's más cercanos, llegamos a este más retirado?

—Mencionaste que te gusta ir en la carretera por la noche, siento que te relajaste un poco.

Sonreí tan estúpidamente. —Si, muchas gracias.

—Además —agregó— aqui si me venden cerveza.

Reímos, luego el continuó.

—¿Cómo va tu padre? —dijo y se acomodó en el sillón que tenía como asiento.

—Oh, va genial, el viernes lo darán de alta.

—Me da gusto escuchar eso —dijo, hizo una pausa y siguió— tu madre es muy linda persona, te pareces a ella.

—¿Tu crees?

—Si.

Nos llevaron nuestra cena, estuvimos platicando más y más sobre nosotros, ver a Dante reir en repetidas ocasiones en este rato, era algo lindo, me tranquilizaba, sabía que él me tenía confianza, luego de cenar pedimos dos cervezas, luego llego una pregunta interesante.

—¿Tienes novia Dante? —pregunté.

—No —dijo serio, y sin pensarlo— ¿Tu estás con alguién? —preguntó sin mirarme.

—No, con nadie —contesté.

—Lucía, ¿como fue tu última relación? —
—preguntó Dante y tomó de su cerveza.

—Amm, bueno, pues.. Fue linda, había mucho cariño, confianza, era una relación sana —dije y agaché mi cabeza.

—¿Y por qué terminó? —preguntó y puso su mirada sobre mí.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora