— Muy divertidos, amé al bebé.
— Es un chiflado —dijo Dante.
Reí. — Ay es que te quitó del trono.
Sonó mi celular y era mi madre.
— Es mamá —dije y contesté— Que onda ma'
— ¿Ya vienes? Andy acaba de llegar —comentó mi madre.
— Si ya voy en camino —contesté.
— Okay hija, con cuidado.
— Si ma, te amo, bye. —colgué— ¿vas a quedarte un rato en mi casa?
— Claro, si tú quieres —dijo Dante.
— Obvio que si —dije sonriente.
Llegamos a casa y la primera que nos recibió fue mi madre, nos besó y abrazó a mi y a Dante, ya todos estaban acomodándose en la mesa, Maty ayudaba a mi padre a acomodarse bien en la mesa. Yo fuí a saludarlo, y Dante igual.
Al sentarnos nos dimos cuenta de que ya habiamos comido, pero a mi me cabía mas comida. Todos nos comenzamos a servir y a pasarnos los tazones de comida, a mover la bandeja del pavo de un lado a otro.
— ¿Qué tal has estado Dante? —preguntó mi madre.
Dante se limpió la boca con la servilleta. —Muy bien Sra. Esme ¿y ustedes?
— Una, ya te había comentado que puedes decirme Esme, solo Esme, y estamos muy bien gracias. Benton está mucho mejor.
— La verdad es que Maty nos ayuda mucho. —contestó Benton.
Al igual que nuestra casa, la mesa era normal, no era muy grande, era de 6 sillas, a los extremos estaban mis padres, del lado de mi madre estaba yo, y a mi lado Dante, quien estaba del lado de mi padre, frente a mi Andy.
Todos estabamos en una misma plática, luego decidí interrumpir.
— Mamá, papá, saben que ustedes son la parte mas importante en mi vida y es por eso quiero compartir mi felicidad con ustedes y decirles que Dante y yo somos novios —dije sonriente y puse mi mano junto la de Dante, entrelazandolas.
Mis padres primero se quedaron sin reaccionar, luego a mi madre se le dibujó una gran sonrisa de oreja a oreja, mi padre apenas esbozaba una sonrisa, ya era gane.
— Hija, me alegra mucho el que tengas a alguien en quien confiar además de nosotros y tus amigos, verte tan feliz con alguien a mi me hace feliz.
— Gracias mamá —dije a mi madre sonriendole mientras tomaba con mi mano derecha la suya.
— Yo solo puedo decir que si eres feliz, yo lo soy, y Dante, mas te vale no lastimar a mi hija eh, porque ella es todo para mi. —contesto mi padre.
— Si Dante, mas te vale no lastimarla, porque ella no está sola —dijo Adam entrando al comedor.
— ¡Adam! —me levanté rápidamente de mi asiento y corri hacia él, lo abracé fuerte—, llegaste a tiempo.
— Siempre lo hago —contestó él respondiendo a mi abrazo.
Todos saludamos a Adam y se sentó a un lado de Andy, terminamos de comer junto con él, y asi se hizo un poco tarde, entre platicas.
Eran las 11pm, y salí de casa para despedir a Dante.
— Gracias por venir a acompañarme —dije a Dante y me recargue en su camioneta.
— Gracias a ti por acompañarme con mi familia e invitarme con la tuya —me sonrió, mostrandome los pequeños hoyuelos que se le forman al sonrer.
— Entonces, casi oficialmente somos una pareja formal —continué y Dante puso cara de confundido.
— ¿Casi? —preguntó confundido.
— Si, faltan tus papás —reimos bajo.
— Tienes razón, cuando regresen te quiero presentar a ellos, bueno, mi padre ya te conoce pero no como mi novia.
— ¿Crees que me acepte? —pregunté dudosa.
— Claro que si, ya lo verás, a Marcie le encantaste, créeme, ella es muy complicada, digámos que es algo especial.
Reímos, luego lo abracé fuerte y nos quedamos en silencio, pasaron unos minutos.
— Lucía, no quiero, pero me tengo que ir, mañana salgo temprano del estado.
Lo abracé mas fuerte y levanté mi mirada para verlo a los ojos.
— Ahora si quisiera quedarme en tu casa.
— No es buena idea, me iré muy temprano y te quedarás sola.
Hice pucheros y el rió con mi reacción, este hombrecillo me hacia sacar mis lados más cursis y ridículos, me acerqué para besarlo, no quería separarme de él.
Nos separamos dándonos pequeños besitos, y aún abrazados él beso mi frente.— Te quiero linda —dijo él, me separé de la camioneta y el subió— te mantendré al tanto de todo, cuidate ¿sí?
— Claro, y sí, tu también, ve con cuidado, te quiero.
Él encendió la camioneta y se fue, yo entré a casa y ahí seguían mis amigos en la estancia, les platiqué todo, desde como nos hicimos novios Dante y yo, lo de la cena con su familia y al final deje a Alex.
— ¿Queeeee? —dijo Andy muy molesta—, ¿es una broma? ¿que rayos se cree esa imbécil?, te juro que si la veo le rompo toda la cara de estúpida.
— Lucy, está claro que ella está enamorada de Dante, lo quiere para ella, por eso es que está actuando asi —dijo Adam.
— Pero no tiene porque decirme eso, todas mis ausencias han sido justificadas. —contesté.
— Si, pero ella no lo ve asi, y créeme verá una manera de perjudicarte y hundirte, asi que cuidate mucho de ella.
— Sí amiga, cuidate mucho —dijo Andy.
— Lo haré, no se preocupen.
1 mes después.
Whitestone, NY
Sábado, 22 de Diciembre
10:15 am, Casa de Dante.— ¿Entonces como le haremos? —preguntó Dante mientras se acostaba en su cama.
— Yo propongo, ir primero a tu casa, luego vas a la mia un rato y a media noche regresas con tu familia —hice mi propuesta, y esperé respuesta de él.
— En thanksgivin al final fuí yo a tu casa, mejor primero vamos con tus padres, luego vamos a casa de mis padres y dormimos aquí los dos.
— Que inteligente —dije enredando mi cabello a lo alto de mi cabeza y me senté con mis rodillas apoyadas en la cama a un lado de él— ¿no será que tienes otras intenciones conmigo?
Al momento de decir eso Dante se puso rojo y de mil colores de su cara, yo me eché a reir, luego me calmé.
— La verdad —dije y luego posicioné mis piernas una a cada costado de Dante, haciendo que estuviera sentada arriba de él—, es que no me quejaría.
Dije y comencé a besarlo, lentamente, recorrí mi lengua de su mejilla a su oreja, la respiración de él comenzó a acelerarse, a los minutos de estar jugueteando con él, puso sus manos en mis caderas, sentándose y apretandome a él de mi trasero.
— ¿Quieres jugar asi? —preguntó él entre besos.
Sonreí provocándolo, y con un movimiento pasé de estar arriba de él, a abajo, él con una mano llevó las dos mias arriba de mi cabeza, y al igual que yo comenzó a jugar con su lengua por toda mi piel, la yema de los dedos de su mano libre recorrieron desde mi pierna hasta mi abdomen, levantando mi blusa poco a poco.
Derrepente al acordar ya estabamos completamente desnudos, él se posicionó arriba de mí, lo apreté a mi con mis piernas, preparándonos para un momento esperado por los dos.
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Finally Falling | EN EDICIÓN.
RomanceCuando el corazón grita, simplemente no puedes callarlo. Lucía Stark se negaba a sentir cualquier cosa por un hombre menor que ella. Dante Bennett, serio e "inexpresivo", hace todo lo posible por acercarse a ella, sin importar que el estatus social...