18.- Compañia.

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—Fuiste la única persona que se aferró por un momento estar conmigo en mi cumpleaños, cuando nadie más se esforzó —dijo mientras miraba a cualquier otro lado, menos a mí—. Algo que yo no hice contigo, soy un cretino —al decir eso se alejó de mí algunos pasos dándome la espalda.

Sentí que mi corazón se estrujó cuando mencionó lo de su cumpleaños, y recordar que ni siquiera me miró en el mío. —Dante, eso ya pasó..

Me interrumpió. —No, lo que hice fue lo peor y más estúpido, tu te portaste genial, y yo lo que hice fue todo lo contrario.

—A ver, no, Dante —me giré y me acerqué a él, manteniéndome atrás de él— estás aquí, conmigo.

—Si, pero no estuve desde el principio, desde el momento más difícil —decía cada vez sintiéndose más culpable— si no hubiese sido porque me alejé.

—¿Y eso qué? —me planté frente a él— No estaba en tus manos saberlo, yo no le dije a nadie hasta que llegué aqui, además, me importa más que ahora sigas aqui, que te mantengas aún cuando todo esta mejorando —le decía pero él no me miraba.

Él se quedó callado, ya no me decía nada, y yo me rendí, me quité de su "vista" y ahora fui yo quien se sentó sobre la cajuela.

Luego de unos segundos Dante volteó y se recargó junto a mi, viendo a la misma dirección que yo. —Es muy tranquilo aquí —dijo, luego volteo hacia arriba para verme.

Se giró, yo abrí un poco mis piernas y fue en ese hueco dónde se acomodó, quitó un mechón de cabello de mi cara.

—Te veias linda con tu cabello trenzado. —dijo él.

Le sonreí como siempre, segundos después tomó mi rostro con sus dos manos y me atrajo hacia a él, me  dio un pequeño besó y luego se separó para mirarme.

Mordí mi labio inferior y le sonreí, lo acerqué más con mis piernas y lo apreté un poco, agaché mi cabeza y lo besé, lentamente, sentí una de sus manos bajar por mi espalda, y luego me hizo bajar de ahí, nos separamos.

—Creo que debemos de irnos, si llegas más tarde tu mamá podría molestarse —dijo Dante.

Asentí. —Si, vámonos —nos subimos al auto y retomamos camino al hotel. Me puse el cinturón y me estaba quedando dormida con el fresco de la noche y el pequeño viaje en carretera.

Llegamos y en cuánto sentí que el auto se apagó abrí mis ojos. —Perdón, me estaba quedando dormida.

—Lo noté —dijo Dante sonriendo.

Bajamos juntos del auto. —Muchas gracias por la cena.

—Gracias a ti por aceptarla —contestó él.

—Hasta mañana —dije y fue cuando noté que estábamos tomados de las manos.

Nos soltamos, yo me dí media vuelta y me alejé, quedándome con unas inmensas ganas de regresar con él y besarlo de nuevo, pero continué mi camino a mi swit.

Eran las 00:30 am, entré y estaba Adam y Andy en el sofá dormidos, busqué a mi madre en uno de los cuartos, estaba acomodando su cama.

—Ya regresé ma' —dije y me senté en el piso a un lado de su cama.

—Que bueno hija, ¿la pasaste bien? —preguntó y se sentó en la cama.

—Si.

Mi madre se me quedó viendo. —Ese chico Dante, es muy lindo —dijo ella.

—Lo és, es algo inexpresivo la mayoría del tiempo, pero es muy lindo.

—Hija, ¿él te gusta? —preguntó  mi madre algo curiosa.

Me sentí muy apenada por la pregunta de mi madre y bajé mi mirada a mis manos, me quedé callada un momento. —¿La verdad?, sí —dije sin alzar mi mirada.

—Y entonces ¿por qué escondes tu mirada?

—No lo sé, sí me gusta, pero es menor que yo 4 años, es muy pequeño.

—¿Pequeño? Y seguro tu eres muy grande —dijo y reímos.

—¡Mamá! —dije riendo.

—Mi vida, para el amor, no hay edad, no hay reglas, no hay clase social, el amor es y ya.

Asentí a lo que dijo mi madre, me puse mi pijama, fui y apagué el televisor de la estancia, Adam y Andy se veían como niños chiquitos después de una pijamada, rodeados de recipientes con papas y palomitas, sus cabezas separadas pero Andy cómodamente con sus piernas encima de él.

Reí al verlos y me dormí junto con mi madre, al día siguiente me bañé y arreglé, salí de la habitación y estaban mi madre y Adam cocinando.

—Buenos días en —dije y me senté.

Adam y mi madre contestaron, me acerqué a Adam y me senté cerca de donde estába.

—Y, ¿Cómo te fue anoche? —preguntó él.

—La verdad muy bien, me divertí.

Adam solo dijo que se alegraba. Andy despertó y se contuvo mucho para preguntarme cosas.  Se pasó el dia muy rápido, entre ir a ver a mi padre, tramites, revisando lo de nuestro regreso y de más, mi madre se quedó en el hospital para hablar con mi padre a solas, Andy, Adam y yo nos regresamos al hotel, estuvimos bromeando entre los tres, Adam nos invito a cenar en un restaurante cerca del hotel, estábamos hablando los tres, hasta que Andy mencionó algo.

—Lucy, tal vez me mates por esto, pero, es que tenia duda

—¿Qué paso? –pregunté y tomé un poco de mi cena.

—La chica que vimos con Dante cuando desayunábamos, es otra de sus hermanas.

Mire a Andy confundida. –Y, ¿por qué te iba a matar?

—Porque le pregunté directamente sobre la chica.

—No tiene nada de malo Andy, y sí, cuando cenamos él me comento que no estaba con nadie. –tomé un trago a mi limonada

—¿Van a salir?, digo –dijo Adam, hizo pausa y continuó— como algo más que amigos.

—No Adam, él es menor que yo, y no debería involucrarme con él.

—¿Estas loca verdad? –dijo Andy, queriéndome tragar con su mirada.

—Mm no, ¿Por qué lo dices? –pregunté estúpidamente.

—Amiga, no vas a negar que tienes sentimientos hacia él

—No, nada de eso Andy.

—Lucía, eso no es nada nuevo amiga, lo que sientes por él se percibe a kilómetros.

—Pero.. –iba a defenderme, claro que si, pero Adam me ganó la jugada—

—Estas enamorada Lucy, te conozco como la palma  de mi mano, o mejor.

No tenia idea de que mas decir, asi que me quede callada, mamá nos había llamado para avisarnos que ya estaba en el hotel. Nosotros al llegar, vimos a Dante afuera., baje del carro y me acerqué a él.

—Dante, ¿Qué haces aquí? —pregunté y como saludo bese su mejilla.

—Nada, solo quería decirte que yo regresaré hoy a New York, traje esto para ti –dijo y me dió una caja alargada.

Tenia toda la intención de abrir la caja y él con sus manos tomó las mías, haciendo que no la abriera.

—¿Qué pasa? —pregunté confundida.

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Bonita noche! ❤️

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now