30.- Un día más (Parte II).

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No contesté, su tono de voz aún se escuchaba molesto, y yo no quería molestar más.

— Lucía —se acercó a mí y tomó mi muñeca, haciendo que dejara de guardar mis cosas— ¡hey! ¿estás bien?.

— Creo que estás un poco estresado con tanta vuelta —dije y continué guardando mis cosas.

El tomó rápidamente mis cosas y las hizo a un lado. —No estoy estresado, ¿qué te hace pensar eso?

— Tu tono de voz y tu forma golpeada de contestar —dije evitando su mirada.

— Lucía, asi hablo siempre.

— No es cierto —dije aferrada a mi idea.

— Sí, sí es cierto —contestó y se sentó en la cama—, siempre hablo asi, no se porqué te sorprende, o ¿és por lo que dije en la camioneta?

Me quede callada.

— Sabía que era eso —dijo e hizo una pausa, busco mi mirada desde abajo, ya que yo estaba de pie—, no dije nada malo, y sabes que tengo razón, yo no le tomo importancia a eso de las clases sociale, ni siquiera sabía que formaba parte de una.

Seguia callada, pero después de unos segundos, caí en cuenta sobre todo. Él tenía razón, me sentí menos por un momento.

— Lo siento —tomé sus manos y puse mi cara de pena— no sé que pensaba en ese momento, me sentí rara, te lo juro.

— Lo entiendo —soltó mis manos para rodearme con sus brazos mi cintura— creo que no es necesario decirlo pero..

— Mejor ir tranquilos —dije completando su oración.

— Mmm no tanto asi, porque no tengo nada que pensar.

Al decir eso él, sentí un alivio en mi corazón, pero luego me invadio una idea de nuevo.

— Pero la verdad preferiría que en la oficina no sepan que somos novios, no es como que lleguemos y digamos "somos novios", sólo mantenerlo asi y ya.

— Está bien, cómo te sientas tranquila yo aceptaré.

— Okay —sonreí y pronto planté un beso sobre sus labios— pero tengo que irme hoy Dante.

— Apenas serán las 2 de la tarde

— Dante, tengo que irme, ya me quedé aqui anoche.

— Quédate un rato, te cocinaré algo rico ¿si? —dijo levantándose, beso mis labios rápidamente y salió de mi habitación.

Me quedé ahi parada, riéndome de él y su forma de huir a mi tercer "tengo que irme".

Me quite el suéter y recogí mi cabello en una cebolla a lo alto de mi cabeza, revisé las páginas y llamé a mi madre, "me estoy quedando con Andy" dije, hablé con mi padre y colgamos.

Al pasar un buen rato, me entró llamada de Andy, sabía que me esperaba una lluvia de preguntas, suspire y contesté

— Que onda amiga —dije.

— Lucía, tienes que contarme todo, ¿es cierto lo que dijo Dante?, ¿como fue?, ¿te quedaste en su casa?, ¿él te pidio no trabajar hoy?, ¿ya tuvieron sexo?, ¿ya van a casarse?, ¿seré yo la dama de honor?  Aunque me conformo con ser una testigo, en la boda, ¿cuando seré tia?, me gustaria que fuera niña para peinarla y compraroe muchas cositas,  aunque si es niño no me quejo..

— ¡Andy! Tranquila amiga, déjame procesar la primer pregunta almenos —dije y ella comenzo a reír— amm, sí, es verdad lo que dijo, oficialmente somos novios desde ayer, si me quedé en su casa, y sí, él me hizo que no fuera al trabajo hoy, pero todo lo demas es un "no".

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now