47.- Bennett

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—Bennett, Marcie Bennett —dijo la voz del otro lado del comunicador. Abrí rapidamente la puerta del departamento luego la de cristal en donde estaba ella, la vi detrás de ese cristal y mis ojos se cristalizaron. 

Nos abrazamos fuerte.

—Marcie, no puedo creer que estés aquí —dije aún abrazada a ella.

—Yo no puedo creer que estés aqui.

Nos alejamos y la invité a pasar.

—Pasa, toma asiento, ¿quieres tomar algo? acabo de hacer té.

—Té está bien —contestó, fui a servir dos tazas y las llevé a la pequeña estancia, me senté junto con ella, nos quedamos en silencio, luego comenzó a hablar.

—Lucy, perdón por aparecer asi, dime ¿cómo has estado?

—Bien, ¿y ustedes? —contesté, Marcie me miro, su mirada era triste.

—Lucy ¿por que te alejaste? —preguntó Marcie, y antes de que contestara algo lanzó una pregunta más— ¿por que terminaste con mi hermano? Él no te hizo nada malo.

—Marcie basta, tenia que irme..

—¿Tenias? ¿Pero por que? ¿por qué asi de precipitado? ni siquiera de tus padres te despediste.

—Marcie, si dejé a tu hermano es por que ya no lo amo, es por eso que me quedaré aqui.

—Mientes —Marcie parecia estar un poco exaltada—, sé que lo amabas y lo sigues amando, yo fui testigo de muchos momentos de ustedes, se amaban, se les notaba en los ojos, y a kilómetros —hizo una pequeña pausa—, habla con él, por favor, él está muy mal.

— ¿Mal? —me preocupe, tal vez le había pasado algo.

—Se la pasa en bares, bebiendo, incluso descuido la empresa, todo empezó desde esa llamada.

Mi corazón se terminó de quebrar al escuchar a Marcie decir que Dante la estaba pasando mal. Justo cuando anoche estuve con otro hombre, ¿será una señal?

—Marcie, yo, no sé que decirte.

—Habla con él Lucy, te necesita.

—Es que de verdad no puedo hacerlo.

— ¿Por qué? —preguntó casi haciéndome pucheros.

—Cuando vine aqui, tenía la esperanza de resolverlo todo —dije a Marcie, ella no parecia entender, asi que decidí  contárselo todo, comencé a llorar y ella me abrazó.

—Lucy ¿por que no nos pediste ayuda? Nosotros te hubiésemos apoyado, mi papá te habría protegido a ti y a tu familia, habriamos hecho lo que sea, Dante habría dado la vida por evitar todo esto.

Yo estaba recostada y mi cabeza en sus piernas, ella acariciaba mi hombro y mi cabello.

—Marcie me asusté, tenia gente vigilando a mis padres, los grababa, vigilaba mi casa 24/7 y me vigilaba en el trabajo. Pero eso no fue la única razón por la que terminé a Dante.

— ¿No?

—Un día recibí unas fotos de él, besándose con Alex, luego me encontró, llamó y le dije que todo habia terminado, pensé que todo era una exageración pero las fotos estaban ahi.

—Esa maldita zorra, Lucy tienes que luchar por él cuando todo esto acabé, el está mal, no tiene cabeza para..

—No Marcie —me senté— está saliendo con la estúpida que destruyó mi vida, hasta el sospechaba de ella y ahora resulta que son pareja —comencé a exaltarme—, perdón, pero esas son estupideces. Yo tengo derecho de rehacer mi vida, de ser feliz, hay alguien que me quiere, y a quien le importo ahora, Dante quedó atrás.

—Lucy claro que tienes derecho de ser feliz, pero ustedes se aman, no pueden estar con otra persona porque estan conectados profundamente, comparten un lazo imposible de cortar.

De mis ojos aún caían lágrimas, recuerdo los días que me llegaron todas esas fotos y archivos. Apenas iba a decirle algo más a Marcie y sonó el timbre del comunicador. Fui a abrir y era Chris, en cuanto abrí nos abrazamos.

—Por Dios ¿estás bien? ¿pasó algo?  ¿por qué lloras? —preguntó Chris mientras me abrazaba fuerte, no me soltaba.

—Estoy bien, gracias por venir, era falsa alarma —nos separamos y el tomo mi cara entre sus manos.

— ¿Segura? —preguntó viéndome a los ojos, realmente estaba asustado.

—Sí, segura —dije luego él beso mis labios rápidamente y me volvió a abrazar.

—Estaba realmente asustado —nos separamos— ¿entonces quien venia a verte?

Sonreí. —Nos esta viendo —dije y volteó al sofá.

—Hola —saludó Marcie.

— ¿Que tal? —contestó Chris, quien me tenía tomado de la mano, nos acercamos a Marcie y ella se levantó.

—Chris ella es Marcie Bennett, Marcie él es Chris.

—Mucho gusto —dijeron los dos al unísono y estrecharon sus manos.

—Creo que debería irme —dijo Marcie.

—No, yo solo vine a asegurarme que Lucy estuviera bien —volteó a verme—, ¿vas a estar bien? —preguntó Chris.

—Sí, no te preocupes, Marcie se quedará  conmigo.

—Está bien —me dio un beso corto— nos vemos mañana.

—Si, cuídate —Chris se despidió de Marcie y él se fue. Marcie me miró y nos sentamos de nuevo en el sofá.

—Es muy lindo Lucy —dijo Marcie sonriéndome—, y muy educado.

—Sí, lo es.

—Es sexy también, con su traje, es de carreras ¿verdad?

—Sí.

Nos quedamos en silencio.

— ¿Cuánto tiempo estarás aqui? —pregunté.

—Mañana regresaré, no solo vine por Dante, quería verte, casi es tu cumpleaños.

—Gracias Marcie.

Invité a Marcie a quedarse en mi departamento, estuvimos platicando, le mostré mi taller en la parte de abajo, luego dormimos, a la mañana siguiente ella se despidió.

—Antes de irme quiero darte esto —dijo dándome una pequeña caja, muy bonita— ¡Feliz cumpleaños!, adelantado por supuesto.

—Marcie no te hubieras molestado —dije, tomé la caja, luego volteé a verla a ella.

—Anda, ábrela —me animó Marcie y seguido abrí la caja.

—Marcie, es hermoso —sentí como mis ojos brillaban aún sin verme a mi misma—, hace juego con el collar que me regalaron tus hermanas —dije tocando el dije del collar, nunca me lo quitaba. Luego la abracé, muy fuerte.

—Te quiero tanto Lucy, deseo de corazón que arregles todo pronto, y se lo puedas explicar a mi hermano.

—Lo pensaré  —contesté a Marcie, nos separamos y me puso el brazalete. Ella se despidió y se fue. Recibí una llamada de Trenton al parecer tenía todo listo,  era hora de actuar, salí rápido a su oficina.

—¿Qué pasó?

...

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now