23.- Un nuevo comienzo.

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Sentí que mi cara se iluminó, le regalé una sonrisa, al no decir nada me levanté y me acerqué a él.

— Ahora si, ¿puedes decirme lo que me dijiste por teléfono?  —preguntó el con un tono un poco serio a su estilo pero burlón.

Lo abracé. —No puedo.

— ¿Por qué?.  —preguntó él sin soltarme.

— Porque cuando te lo dije te extrañaba —contesté.

— ¿Y que diferencia hay ahora? —dijo el, acariciando mi espalda con uno de sus dedos.

— Ya estás aqui, puedo abrazarte asi que no te extraño más. —dije y suspire muchas veces mientras lo tenía abrazado.

Al parecer ninguno de los dos quería soltarse, pero lo hicimos. —Sólo queria venir a saludarte, tengo que terminar unas cosas sobre el viaje, ¿te llamó mas tarde?

Sonreí, no podía dejar de verlo. —Si, claro.

— Okay, nos vemos. —dijo y salió rápidamente de mi oficina.

Me senté en mi lugar, sonreí como una tonta, "estúpida y enamorada Lucía", pensé. Se llegó la noche, estaba viendo una película con mis padres, sonó mi teléfono, era él, me salí al patio trasero y me senté en una de las mesedoras y contesté.

— ¿Aló? —contesté con un tono juguetón.

— Que onda —dijo Dante al otro lado del teléfono, muy despreocupado.

Reí. — Hola Dante, ¿como te fue hoy?

— Bien, aburrido, pero todo salió bien, ¿y a ti?

— Bien, algo estresante, pero bien.

— Me imagino —hizo pausa y luego continuó— ¿crees que puedas salir conmigo mañana?

— Claro, me encantaría. —dije pero contuve la emoción.

— ¿Ocho en punto esta bien?

— Si, muy bien.

— Okay, te veo mañana.

— Hasta mañana Dante.

— Buenas noches. —dijo él y colgamos.

Me levanté y al entrar vi a Maty en la cocina. — Hola Maty, ¿aún no te vas a descansar?

— Ya iré —me miró unos segundos— ¿estas bien cielo? —preguntó.

— Maty, estoy enamorada de Dante me acaba de invitar a salir mañana, me siento rara.

— ¿Por qué?

— Soy cuatro años mayor que él, siento que hago mal. —dije con vergüenza y bajé mi mirada.

— ¿Y?  La edad no tiene que ver, si ustedes se quieren, no importa lo demás  —hizo pausa como esperando a que yo hablara, luego continuó—. Solo puedo decirte, que conozco a Dante desde bebé, sé todo lo que le gusta y todo lo que no, sé sus reacciones a cualquier situación, y créeme que él no se sienta a tomar un té con nadie.

Me quedé mirándola y luego le Sonreí. — Gracias Maty —le dí un pequeño abrazo y me despedí.

Se llegó el día, faltaban algunos 20 minutos para las 8pm, yo estaba terminando de arreglarme, Andy y Adam estaban conmigo en mi habitación.

— Listo —dijo Andy terminando de acomodar mi cabello.

— ¿Cómo me veo? —pregunté.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now