Finally Falling | EN EDICIÓN.

07.- La Sorpresa.

Suspiré y me dejé caer en mi cama.

—Ay amiga, estaba en el bar, la última vez que fui al baño un patán comenzó a acosarme y él me defendió, me llevó afuera del bar, y estuvimos demasiado cerca —confieso a mi amiga.

— ¡ESPERA! ¿QUÉ? —grita.

—Ssshhh amiga.. Mamá esta dormida —ya eran las 2am—, te escuchará, —hice una pausa—. Me quiso traer a casa, pero estabas tú conmigo y traía el carro de Adam, no podía aceptar, así que él nos acompañó desde su camioneta.

— ¿No se besaron entonces? —pregunta emocionada.

—Estuvimos muy cerca de algo así, pero no pasó, Andy no sé que me pasa con él, no tengo mucho hablándole y siento que me agrada, siento algo dentro de mí y no sé que es —me lamento con ella.

— ¿Y no han intercambiado WhatsApp o algo?

—No, que pena —me levanté de la cama, busqué mi pijama, y busqué una para Andy ya que sus maletas estaban en casa de Adam, nos cambiamos y nos acostamos.

A la mañana siguiente le dimos los buenos días a mi madre, ella recibió con gusto a Andy, ella no conoce a su papá, y su mamá se la pasa viajando por trabajo, tiene una casa enorme, ella se siente sola ahí, pero se negó a vivir conmigo y mamá.

Las dos nos arreglamos para ir a desayunar juntas, al llegar pedimos un café y nos llevaron una canastilla con pequeños panecillos. No había mucha gente, así que llamamos a Adam y no parábamos de reír, lo teníamos en video llamada, todo iba bien hasta que Andy lo mencionó.

—Lucy, ¿por qué crees que el chico de anoche se haya portado así contigo?

Adam me miró por la cámara del celular en la video llamada.

—¿Quién? —preguntó Adam.

—Un chico que trabaja donde yo —digo sin más detalles.

—Y ¿qué tiene ese chico? —Adam estaba muy interesado en esa plática, y la verdad no podía ocultarle nada.

—Lo vimos en el bar anoche, lo saludé y nos acompañó a casa —hice una pausa mientras jugaba con los dedos de una mano— creo que me agrada un poco.

Adam se quedó en silencio, mi cara era más de pena por decirle eso que por pensar en la confianza que nos teníamos y aún no habérselo contado., agregando que en mí está naciendo una ilusión.

—Es algo muy extraño, que a Lucy le agrade alguien después de Henry, —dijo Andy— no se ve todos los días.

—Sí, tienes razón Andy —Adam no quitaba su cara de serio— ¿te agrada mucho Lucy?

—No lo sé, y sinceramente no creo que importe mucho eso, no lo crees? —mordí un panecillo.

—Si importa —contestó rápido—. Lucy, todo lo que pienses y sientas me importa, eres mi mejor amiga, bueno, las dos son mis mejores amigas

Andy y yo sonreímos un poco, yo casi me quería meter a la pantalla para darle un beso.

—Aww Adam, eres demasiado lindo cuando te lo propones —le sonrío a mi amigo.

—Lo sé —sonríe muy chiflado— ¿y por qué no me habías contado?

—La verdad no le tomé mucha importancia —respondo.

Tomo el último trago de café que me queda, me limpio con una servilleta, se acercó el mesero y le ordeno dos rebanadas de pan tostado, huevos revueltos con tocino y pimientos, ya que solo habíamos tomado café Andy y yo, ella pidió lo mismo que yo, cada almuerzo nos incluía una porción de fruta picada, lo cuál amo ese detalle, comenzamos a comer.

—Lucy —Andy me hace una seña moviendo su cabeza— aquel chico hace un momento te miraba.

Adam se quedó en silencio, él también empezaba a desayunar al otro lado de la pantalla. Volteo a mi izquierda y está Dante algo alejado, con una chica desayunando, yo me volteé de nuevo como hace unos segundos.

— ¡Oh por Dios! Esto es una broma ¿verdad? —tomo un pan y lo muerdo—  Es ridículamente mera coincidencia.

— ¿Es él? —pregunta Andy.

—Si, lo viste anoche —le respondo a mi amiga con algo de ironía.

—En realidad no mucho, estaba algo ebria, no le puse atención —confiesa queriendo reír con la situación.

—No puede ser posible. —dije incrédula.

—Si puede —contradiceAdam.

—A menos que anoche te haya insertado un chip en alguna parte de tu cuerpo y tu no te diste cuenta —bromea Andy riendo y Adam le sigue la corriente.

—Basta, no es gracioso —demando.

—Es de buen comer, mira, desde aquí se ve que la chica esta a punto de terminar y él también, pero ya le llevaron más comida —informa Andy con lujo de detalles.

—Andy basta, deja de verlos —le pido de nuevo.

Andy en el lugar que está sentada los tenía prácticamente de frente, podía ver sin que ella se viera que estuviera viéndolos, en cambio yo tendría que voltear a mi izquierda.

—Oye Lucy, es guapo amiga —manifiesta mi amiga y Adam comenzó a reír— ¿O no Adam? —dice Andy volteando un poco la pantalla. Adam rio aún mas con la acción de Andy.

—Soy hombre, pero sí, un hombre macho alfa reconoce cuando otro es guapo —fanfarronea.

— ¡Oigan!, ya,  Adam ni siquiera lo alcanzas a ver —me estaba terminando una de las dos piezas de pan, tomé al jugo, sentí que alguien me veía, con el tenedor tomo algo de fruta— Andy, sé muy discreta, es que siento que alguien observa para acá.

Andy realmente fue discreta porque me miraba a mí y a su plato con comida.

—Él esta volteando constantemente, y al parecer la chica se dio cuenta y también lo hizo, sigamos comiendo como si nada —agarré fruta.

—Ya no volveré a voltear —comenta Andy agachando su cabeza hacia su plato—. Me pueden cachar que los veo.

Nos reímos juntos, terminamos de comer y colgamos con Adam, limpio mi boca con la servilleta.

—Andy, voy al tocador, ¿vas? —invito a mi amiga y ella acepta.

Andy y yo nos levantamos, el baño estaba en dirección a donde aún se encuentra Dante y esa chica. Ella es realmente muy guapa, muy bonita, y con el mismo porte que él, Andy y yo entramos y escuché que entraron más chicas. Salimos, nos lavamos las manos, retoqué mi labial, era un tono como nude, pero si hacia diferencia, además traía un look muy natural hoy.

Saqué las gafas de sol de mi bolsa, y las ganché en mi blusa, cuando salimos estaba Dante sentado solo viendo su celular, se veía tan lindo con pantalones tipo vaqueros pero más ajustados de abajo, tenis y camisa color aqua. Me volteo a ver mi camino porque él estaba atento en su celular, cuando lo pasé un poco, me habló.

—Buenos días Lucía —voltea y me sonrisa.

—Hola —le regreso la sonrisa.

Seguí caminando con Andy, un 'Hola' fue lo único que me salió, llegamos a nuestra mesa y pagamos la cuenta, salimos de ahí, y sabía que Andy no iba a quedarse callada, como siempre.

— ¿Es enserio Lucía?, ¿"Hola"?

—Fue lo único que se me ocurrió decir, es lo que la gente dice para saludar —me excuso.

—Oye, y ¿quién crees que sea esa chica? —preguna Andy.

—No lo sé. —recuerdo que Erin me había mandado una foto y estaba ella con él y sus hermanas, nos giramos para caminar e ir al estacionamiento a la calle de atrás—. Oye Andy, ¿que tal si vamos al centro comercial que esta aquí cerca?, quiero comprarle algo a Dante.

—Ooh, mencionaste que cumple años mañana, si vamos —mi amiga acepta acompañarme.

Andy y yo subimos al auto y fuimos a un centro comercial que siempre íbamos ella y yo, entramos al estacionamiento de la plaza y nos adentramos, comenzamos a ver cosas, no lo conocía mucho así que estaba indecisa entre muchas cosas, después de más de una hora ahí tomé mi decisión y pedí que me lo envolvieran para regalo. Ya caminando en el estacionamiento.

— ¿Crees que le vaya a gustar? —consulto a Andy.

—Sí, esta hermoso, Lucy —responde mi amiga sonando animada.

Subimos al auto y pasamos a casa de Adam por las maletas de Andy, y de ahí fuimos a su casa, le ayudé a bajar todo, y entramos, su casa era enorme y muy bonita, pero estaba sola, y se sentía un poco la soledad. La acompañé un rato y ya después del atardecer salí de su casa, pasé a una pequeña Store y compré unos chocolates mini de Milky Way, regresé a mi casa, preparé todo para mañana regresar a la rutina de trabajo, guardé el regalo junto con los chocolates en mi bolsa y dormí.

A la mañana siguiente desperté más temprano, me duché y salí casi corriendo de casa, pasé de camino a una cafetería a comprarme un desayuno y café, llegué al trabajo y aún no llegaba nadie ni siquiera Dante, dejé mi bolso en mi oficina y fui a la de los Bennett, toqué antes de entrar pero no había respuesta, entré, vi que decoré hasta el escritorio y sonreí, abrí la bolsa de chocolates y los dejé caer aleatoriamente en el escritorio, haciendo juego con la decoración, salí y me encerré en la oficina, tiré la bolsa donde venían empacados los chocolates, me senté en mi lugar y aún tenía algunos treinta minutos libres y comencé a comer mi desayuno que compré, puse algo de música en la computadora, obvio a un volumen muy bajo, tocaron mi puerta, sabía que era Dante, ya conocía su forma de tocar la puerta y él seguido entra, es gracioso, él toca solo para avisar que entrará.

—Buenos días Lucía —saluda Dante.

Lo sabía, sabía que era él.

—Hola Dante, buenos días —voltee a verlo, me limpié mi boca ya que estaba desayunando y le sonreí.

—Perdón, no sabia que estabas comiendo, provecho. —Dante se quedó un momento parado y pegado al celular.

—No te preocupes —me levanté, saqué de mi bolsa el regalo para Dante.

Él comenzó a caminar lentamente al sofá para sentarse como siempre,  estando de espaldas me acerco.

—Dante —murmuro detrás de él y se gira hacia a mí.

— ¡¡Feliz cumpleaños!! —le digo de golpe.

Nos miramos por unos segundos.

— ¿Te puedo dar un abrazo? —cuestiono y abro mis brazos e inmediatamente eliminó esa distancia que nos separaba, dándome un beso en la mejilla y yo le contesté igual, -como cuando saludas a alguien-, y seguido nos abrazamos—. Deseo con todo mi corazón que pases un día muy agradable —menciono en el abrazo.

Nos separamos, mi mano izquierda aún estaba sujetada de su camisa a la altura de su torso ya que su mano derecha aún sujetaba mi cintura.

—Muchas gracias Lucia —responde con una ligera sonrisa en su rostro. Yo en mi otra mano tenía su regalo y se lo mostré.

—De nada, amm esto es para tí —dije y nos soltamos por completo.

— ¿Qué és? —preguntó mientras tomaba la pequeña caja.

—Ábrelo, tal vez no es un regalo de los que acostumbres recibir, pero me nació darte algo —confieso.

Dante abrió la caja y dentro estaba el estuche del reloj, lo abrió y me miró.

—Lucía —dice e hizo una pausa, miró de nuevo a el reloj y sonrió.


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