Finally Falling | EN EDICIÓN.

55.- Finally Falling.

Un mes ha transcurrido desde la ruptura de Andy y Ezra. Ella se fue de viaje al día siguiente de ese incidente, volvería para año nuevo. Aún falta una semana.

En cuanto a mi, tenía muchas cosas que pensar, mi pequeño pero prospero negocio estaba en Las Vegas y aún no sabía si traspasarlo aqui a New York o irme a vivir a Nevada definitivamente.

Por otro lado, el padre de Dante había tomado bien nuestra relación, ¡gracias al cielo!

—Amor tienes que hacerlo —dije a Dante, quien estaba en llamada con él.

—No, estoy decepcionado de él, no puedo —contestó.

—Dan, es tu primo y quiero que estés bien con él, así como Andy quiere lo mismo. Son familia y no queremos que estén mal o peleados.

—Lo pensaré —contestó—. Por otro lado, ¿estás lista? —preguntó ansioso.

—Sí, ya solo te estoy esperando amor —contesté.

—Ok, en unos minutos llego.

—Ok, te amo, bye —colgamos la llamada.

Dante había estado muy raro últimamente, tenia mucho trabajo, creo que eso lo ponía mal y estresado. Yo trataba de ser muy paciente y la verdad no me ers difícil ser asi para apoyarlo. Dante es cuatro años menor que yo, asi que siento que la responsabilidad que carga actualmente es muy pesada, aún así es excelente en lo que hace.

Hoy me invitó a cenar, él ya estaba en camino. No pasaron más de 8 minutos y tocaron la puerta, abrí y era él.

—Hola amor —lo saludé y seguido di un beso.

—Te ves preciosa —dijo, me abrazó y hundió su rostro en la curva de mi cuello—, y hueles increíble —expresó como si me hubiese extrañado demasiado. Tal vez sí, teniamos casi dos semanas sin vernos. Yo sonreí.

—Gracias —agradecí, y aún abrazada a él di un gran respiro, embriagandome de su olor— te extrañé —me separé un poco y lo besé.

—Yo a tí —mencionó él. Nos separamos. Salimos, fuimos a su camioneta y emprendimos camino.

— ¿Que tal te fue en Texas? —pregunté.

—Muy bien, la verdad allá todo va bien.

—Que bueno babe —dije. Él tomó mi mano y no la soltó en todo el camino. Después de un rato, llegamos a Chile Piquín. Lugar donde me reencontré con Andy y topé a Dante.

Entramos y nos sentamos en un rincon, mesa con asientos grandes, acolchonados.  Amo sentarme en estos asientos y él lo sabe. Saludé de lejos a Toby, una mesera se acercó a entregarnos el menú y se retiró.

— ¿Sabes que? Hoy me alocaré —mencioné— tengo tanta hambre que ya pediré, no necesito ver la carta —dije y Dante sonrió, él si vió el menu. Luego de eso la mesera se acercó.

— ¿Listos para ordenar? —preguntó la mesera amablemente.

—Sí, yo quiero una hamburguesa texana, con extra de queso amarillo, papas criscut bañadas en queso amarillo cheddar y tocino, una pepsi y un vaso con hielo —dije mi orden a la mesera. Luego Dante pidió.

—Yo quiero un burrito grande de desebrada, con mucha lechuga y cebolla, de topping extra pone chorizo, unos nachos con mucho queso y chili, porque la señorita que me acompaña los ama y omitió el pedirlos, también una pepsi y un vaso con hielo.

—Perfecto —dijo la señorita mesera sonriendo ante el comentario de Dante mientras seguia anotando—. En unos minutos traemos su orden.

—Gracias —dijimos Dante y yo, y ella se retiró.