Finally Falling | EN EDICIÓN.

15.- Todo mejora.

Me dejé caer en el sillón, llamé al servicio para que vinieran por todas las cosas de la cena, revisé la pantalla de mi celular, eran 10:53pm. Pasaron algunos minutos cuando Andy entró a la swit.

— ¡Quiero que me lo cuentes todo! —dijo Andy cerrando detrás de ella la puerta, se sentó a un lado de mi.

—¡Andy! —dije y reí, ya me pesaba el sueño.

—Dime, ¿ahora si se besaron? —dijo muy intrigada.

—No, no nos besamos, solo hablamos.

— ¿Solo eso?

—Si —dije y recargue mi cabeza en su hombro.

— ¿Lo disculpaste? —dijo Andy muy tranquila.

— ¿Cómo sabes que se disculpó? —dije a Andy, ya que ella lo decía tan tranquila y segura.

— ¡Ay Lucia! —Se levantó del sofá—,¿eres o te haces amiga?. No cualquiera viaja desde New York hasta aquí por una persona así nada mas, él vino a disculparse por lo grosero que ha sido contigo, y es más que obvio que también vino a ver qué pasaba ya que no te has presentado al trabajo.

Andy al decir eso se veía muy segura de la situación, yo solo la mire con mi cara de regañada pero aun así yo decidí hablar también. —Bueno, sí se disculpó, pero..

—Pero nada —interrumpió mi amiga— Mejor ya cuéntame todo con detalles —dijo y se volvió a sentar pero ahora frente a mí.

Le conté lo que había pasado con Dante, ella se emocionó demasiado y volvió a regañarme cuando le dije que no iba a dejar que él se quedara más tiempo por culpa mía.
A la mañana siguiente, Andy y yo nos arreglamos y fuimos al hospital sin desayunar nada, se nos había hecho un poco tarde, llegamos y Andy se ofreció a llevar a Adam y a mi madre al hotel, me quede sola y mi padre estaba dormido, decidí salir a la sala de espera, revise mi móvil y tenía un mensaje de Dante.

“Buenos días, ¿sigues en el hotel?”

Sonrei, y conteste: “Buenos días, no, voy llegando al hospital”. Su respuesta fue muy simple: “Voy para allá”.

Él había venido no se por que razón, pero no iba a negarme y ser grosera, pasaron algunos 15 minutos y llegó Andy.

—Llegué, ¿qué vamos a comer? —dijo y se sentó a mi lado.

—Mmm no lo sé —dije e hice una pausa, después continué— Oye Andy, quiero decirt..

—Buenos días —saludo el doctor, interrumpiéndome.

—Buenos días Doctor —dijimos y nos levantamos.

—Bueno, solamente quiero confirmarles que el señor Stark esta fuera de peligro totalmente, si seguimos asi pronto podrá irse a casa, lo que si es que su pierna no tiene casi nada de movilidad por el momento, vamos a necesitar de mucho reposo para que se recupere, visitas continuas con nosotros.

—Que alegría, doctor, y ¿cree que pueda viajar?, verá, nosotras vivimos en New York, yo tengo un trabajo que no me gustaría perder, y sinceramente no quiero dejar a mi padre solo, quisiera estar pendiente de él.

—De momento no, pero en 1 o 2  semanas él podrá viajar, tengo un contacto en New York que podría ayudarles con las terapias de tu padre ya que su pierna este más recuperada.

—Gracias Dr. Hawkins, muchas gracias por todo —dije al doctor y él se alejo.

En cuanto iba a acercarme de nuevo al sillón ví a Dante entrando a la sala de espera.

—Lucia —Se acercó.

—Hola —Sonreí— Buenos días.

—Buenos días, ¿cómo están?

—Muy bien gracias, nos acaban de dar muy buenas noticias —dije muy feliz.

—Eso suena bien, ¿que les dijeron? —preguntó Dante interesado.

—Pues, que mi padre esta totalmente fuera de peligro, y en unas semanas podremos viajar.

—Suena increíble, me alegro por ti  Lucía —dijo con una sonrisa muy poco pronunciada, o almenos ya conocía ese intento de sonrisa, asi es él.

—Gracias Dante.

—Oh, por cierto, les traje algo para desayunar, espero no lo tomen a mal.

—Que amable eres —dijo Andy regalandole una sonrisa.

—Voy por el al carro, y ¿las veo en la cafetería?

—¡Claro!

Los 3 entramos juntos al elevador, nosotras nos quedamos en la cafetería y él bajó al estacionamiento, después de unos minutos regresó con unos panecillos y cafe de Starbucks.

Se sentó con nosotras y los 3 platicamos un rato, volví a subir para ver a mi padre, y ahí me quedé con él mientras tomaba su desayuno.

Clovis, California.
Medical Center Clovis.
Cafetería.

—Dime Dante, ¿cuando regresas a New York? —dijo Andy y dió un sorbo al café que le quedaba.

Dante estaba frente a ella, puso sus antebrazos sobre la mesa y entrelazo sus manos. —Siendo sincero, no lo sé —rió por lo bajo y continuó—, le comenté a Lucía sobre acompañarla y se negó totalmente, dice que me meteré en problemas con mi padre.

—Lucy es así, se preocupa mucho por todos nosotros, cuando se enteré que Adam pospuso su viaje a Japón, le dará un infarto, se enojará mucho.

—¿Adam es el amigo de ustedes? —preguntó Dante, tomó un panecillo y cortó un pedazo para luego comerlo.

—Si, Adam, Lucy y yo somos muy buenos amigos, nos consideramos hermanos.

—¿Los tres son hijos unicos? —dijo Dante. Al parecer Andy le transmitía confianza a Dante, él no hablaba mucho.

—Mm no, Adam tiene una hermana mayor, pero vive en México, la vemos muy poco.

—Lucía no tiene hermanos entonces.

Andy se quedó callada por unos segundos. —No.

—Ya veo.

Se quedaron callados un momento.

—Oye Dante, perdón por atreverme pero realmente quiero preguntarte algo.

—Si, dime. —contestó tranquilo.

—Tu, ¿tienes novia? —preguntó Andy con algo de vergüenza.

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