56.- Epílogo.

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Es hoy 9 de enero es el día más feliz de todos, porque estoy por casarme con el amor de mi vida, en Las Vegas, en casa de  mi hermano que fue uno de los testigos y los demás son amigos de él. Pero todo iba perfectamente bien. Dante se vistió con un traje sencillo, y yo me puse un vestido corto en color blanco con un subtono perla muy ligero.

—Muy bien, firme aquí joven Bennett —dijo el juez. Dante tomó la pluma y sin dudarlo firmó—. Ahora usted señorita Stark —Dante me brindó la pluma, con la que había firmado el acta. Firmé y volvimos nuestra mirada al juez. 

—Bien, por el poder que se me ha otorgado, yo los declaro oficialmente marido y mujer, Dante, puedes besar a la novia —dijo el juez.

Yo me giré hacia a Dante y él me tomó por la cintura. Sonreí.

—Te amo —dijo -mi ahora esposo- y me besó, nos dimos un corto beso.

—Felicidades Lucy —dijo Trenton abrazándome, luego abrazó a Dante—. Cuídala eh, no quiero fallas —mencionó Trent a Dan.

—Siempre la cuidaré —contestó Dante con su hermosa sonrisa. Él casi no sonreía así, al grado de que los hoyuelos se le marquen tanto, se veía hermoso.

—Bien, les recomiendo ir a arreglarse, por la noche les llamó para celebrar —dijo Trenton.

Dante y yo nos cubrimos bien del frío para salir de la casa de Trenton. Fuimos a mi departamento y antes de entrar me cargó. Yo reí a carcajadas.

—Dante ¿que haces? —pregunté entre risas.

—Creo soy un poco a la antigua —entró conmigo entre sus brazos y me bajó para poder cerrar la puerta—. Solo un poco —dijo acercándose a mí.

Yo colgué sobre el perchero, el abrigo que traía puesto, prendí la calefacción en el camino, así que el espacio ya estaba un poco cálido. Caminé hacia la pequeña cocina y volteé con Dante, quien ya estaba detrás de mí.

—Oye amor, ¿qué quieres comer? —dije mientras acomodaba el reloj en mi muñeca.

—A tí —contestó. Subí la mirada hacia a él.  Y sin pensarlo se lanzó hacia mis labios.

Yo les di la bienvenida con una profunda succión, me sentía agitada de solo seguirle el beso, mis manos se encontraban detrás de su cuello, y las de él rodeaban mi cintura. Dante caminaba lento, haciéndome a mi retroceder hasta que topé a la barra de la cocina, sentí como bajó sus manos a mis piernas, me hizo flexionarlas y automáticamente me encontraba sentada sobre la barra.

—No te lo había dicho —dijo él entre los besos que daba a mi boca, mi mandíbula y cuello— pero me provoca ver tu espalda descubierta, te ves realmente sexy con este vestido.

—Me lo puse para nuestra boda civil —hice una pausa, luego tome aire y continué— es en parte sagrado.

—Entonces nos está estorbando —dijo entre los dos quitamos el vestido solo de la parte de arriba.

Él comenzó a bajar sus labios, haciendo un recorrido de mis labios a mi mandíbula, de ahí pasó al cuello, y de repente sentí su lengua saborear uno de mis pezones, que estaban totalmente en su máximo esplendor. Yo lo disfrutaba estuvo un momento ahí, yo cerré mis ojos mientras disfrutaba. Luego sentí como metía su mano por debajo del vestido, manobrió contra mi boxer que traía debajo, logró tocar mi intimidad. Cada roce de sus dedos y de su lengua me hacían emitir ligeros gemidos. Me quitó el vestido por completo.

—Te dije que me estorbaba —dijo con una sonrisa sobre mis labios, me cargo y me llevó al sofá.

Le ayudé a quitarse la camisa y de tajo el pantalón, quedé encima de él, logré sentir como él ya estaba muy excitado. Nos seguimos tocando y besando, nos deshicimos de nuestra ropa interior y antes de posicionarme con él, de nuevo me cargó y me llevó a la habitación, me senté en la cama y antes de que se pusiera arriba de mí lo detuve. Comencé a acariciar a su amigo, lo lleve un rato a mi boca, al final deslicé mi lengua por la punta y luego él se quitó y se puso sobre mí.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang