24.- Confianza

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Mi mente, mi corazón y mi ser entero se sentían con tranquilidad. Al vernos, nos sonreímos y continuamos caminando, ya de regreso nos dirigimos al estacionamiento en donde dejó su camioneta, y subimos, encendió y asi se quedó aparcado por unos minutos. Los dos revisamos nuestros celulares y luego el dejó el suyo y comenzó el camino de regreso a casa.

En el camino el puso la radio en un volumen muy bajo. —Lucía.

— ¿Si? —contesté y guardé mi celular en mi bolsa.

— Ezra, ¿te dijo quien es él?

— Mm sí, dijo que era tu primo.

— Si, olvidé mencionarlo en llamada antes de que se presentara contigo, pero necesitaba esos papeles..

— Me imagino, para que haya viajado a dónde tu estabas, lo imaginé.

— Sí, convencimos a mi padre de tomar unas vacaciones, merecía descansar asi que tuve que encargarme yo de un imprevisto.

— ¿El Sr. Bennett no se toma vacaciones? —pregunté.

— Antes si se tomaba unos dias o una semana, pero tiene casi 3 años seguidos de trabajar muy duro aqui, y hace dos decidí adentrarme más en la empresa. —decía Dante muy pendiente del camino.

— Es una gran responsabilidad manejar toda una empresa.

— Sí, si te das cuenta, mi padre no tiene una asistente ni administrativa, mucho menos personal, él tiene todo en la cabeza, a veces no entiendo como hace para estar metido en todos y cada uno de los departamentos de aquí, y de su vida.

— Si, lo he notado —dije a Dante.

Asi continuamos platicando durante todo el camino, la conversación era muy amena.

Vi que ibamos acercandonos y le pedí que me llevará a casa de Andy, al llegar se estacionó, bajé luego él se puso frente a mí —Muchas gracias por esta noche Dante.

Él tomó mis manos. —¿La pasaste bien?

— Sí, mucho. —dije y corté un poco de distancia. —De verdad gracias.

— No es nada —me sonrió y dió un pequeño beso sobre mis labios.

Lo miré a los ojos, entrelace mi mano con la de él y comencé a caminar a la puerta, el se detuvo. — ¿Que pasa? —pregunté a él.

— ¿Vas a quedarte aqui? —preguntó él.

— Amm si, un rato ¿por qué?

— ¿Quieres que te espere para llevarte a casa?

Reí un poco. —Jaja Dante, no te preocupes, Adam puede llevarme de regreso, si se hace tarde me quedaré aqui.

— ¿Segura?

— Sí, muy segura —dije y me acerqué para besarlo, rodeé su cuello con mis brazos mientras lo besaba, me separé de él—. Vete a descansar, viajaste y luego manejaste un buen rato, debes estar cansado.

Él me regaló uno de esos intentos de sonrisa, dio un corto beso a mis labios por última vez. —Hasta mañana, buenas noches.

— Buenas noches, vete con cuidado. —dije sin quitarle la mirada.

Regresó  la camioneta y la encendió, esperó unos segundos, toqué el timbre y Adam abrió y yo entré, antes de cerrar la puerta volteé y Dante comenzó a girar para retirarse, sin antes hacer una seña con su mano de despedida.

Cerré la puerta y Adam estaba parado esperándome. —¿Y Andy?

— Esta en su habitación, yo mientras bajé por botana, veremos películas.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora