◖ Esta historia... Tiene lugar en un pasado distante donde la línea entre los humanos y los no-humanos era casi imperceptible.
Como defensores del Reino, Los Caballeros Sagrados poseen extraordinarios poderes mágicos que provocan en el pueblo tanto respeto como miedo.
Entre ellos, hubo un grupo que traicionó al Reino y se convirtió en el enemigo del resto de Caballeros Sagrados.
A este grupo se le conoce como:
Los Siete Pecados Capitales. ◗
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» Reino De Liones. Las afueras de la capital, Liones. «
Con temerosos y asustados pasos, un joven que no pertenecía a ese Reino caminaba entre las deshechas y rotas casas, observando con temor todo aquel destrozó que lo rodeaba. Sus manos temblaban alrededor de la vaina y mango de su espada. La tensión se acumulaba en su espalda, esperando cualquier cosa, aunque sin saber muy bien el que.
- ¡Oe!- Con ese grito, el joven de armadura salto en su sitio con un pequeño grito. Se giro para mirar al causante de su susto con temor.- No estas haciendo nada, ¿verdad? Anda, ven y echame una mano.- Observo con mayor calma al viejo hombre de armadura y lanza hacerle señas para que se acercara.
- ¡Si señor!- Exclamó, acercándose en una pequeña carrera al lado del Caballero, y dándole una pequeña vista, noto su cansado y deteriorado rostro que había pasado por muchas cosas.
Empezaron a caminar juntos, solamente sus metálicos pasos resonaban en las lúgubres calles abandonadas- ¿De donde eres?- Cuestionó el hombre mayor, sosteniendo con fuerza una larga lanza de metal.
- De Cains, señor.- Contestó el menor con educación.
- ¿Cains?- Preguntó- Yo soy veterano, sirvo al Reino desde hace más de 40 años y nunca oí hablar de ese lugar.- Dijo con su firme y gastada voz, sin detener sus pasos.
El joven miro hacia sus metálicas botas- No me sorprende.- Respondió con nerviosismo- Está en una zona muy alejada.-
El mayor giro levemente su cabeza para mirarlo por encima de su hombro después de unos segundos de silencio- Estando tan nervioso no serás aprendiz de Caballero Sagrado.- Argumento con un leve tono de burla.
El joven soltó una pequeña risa nerviosa y sin gracia, levantando su visita para mirarlo- No podría llegar a ser un Caballero Sagrado.- Afirmo con una leve sonrisa.
