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23 —
Eres la llave 
ひが右

Cuando no te alimentas con una cuchara de plata, aprendes a lamer los cuchillos.

– No puede ser... Se vino abajo... La prision de Baste ha sido...destruida.–

Murmullos comenzaron a escucharse en toda la sala, murmuraban entre ellos, pero no eran capaz de levantar la mirada, y mucho menos cuando él pasaba por ahí. Sus pasos eran tranquilos, pero resonaban entre las paredes, todos ellos sabían cuando él caminaba por algún lugar, su aura era la de alguien tranquilo, pero sabían que un monstruo vivía dentro de él, y a pesar de ser alguien "nuevo", nunca le faltó el respeto, y mucho menos cuando notaron que se relacionaba con los altos cargos.

– Habéis escuchado...– Pudo reconocer entre todos los murmullos que escucho entre su pequeña caminata por el lugar.– Dicen que fueron los Pecados Capitales...y esa mujer.– Sus pasos se detuvieron un segundo y sus manos escondidas en su pantalón jugaron con un pequeño llavero.– Realmente esa mujer da miedo... creo que es hasta peor que todos los Pecados juntos y ¿viste sus ojos?... parece que en ellos está el mismo cielo...– Una pequeña sonrisa adornó el masculino rostro de él, comenzando a caminar otra vez, sin prestarle más atención a ambos sujetos de la conversación.–...pero están más que vacíos.–

ѕ ι η η є я

– Elizabeth... ¿Como te sientes?–

Con cuidado, Meliodas apoyó su peso en uno de los lados de la abierta mochila de Diane y luego miró hacia dentro, donde una raspada y algo herida princesa conectó miradas con él. Diane también miró hacia dentro levemente arrodillada aún lado, mientras que Némesis y Ban estaban algo alejados, uno al lado del otro.

Capitana.– Némesis, con su rostro imperturbable pero levemente tranquilo, giró su cabeza para mirar hacia arriba, al rostro del albino. Este, le dedicó una pequeña sonrisa antes de colocarle una mano en su larga cabellera, le era algo raro para él verla de tal forma, con su negro cabello tan largo y rizado, pero no iba a negar que le gustaba también así.– Es un placer volver a estar a tu lado... pequeña.–

Ambos conectaron miradas, el azul cielo como una mañana de verano y el rojo carmesí como el fuego no dejaron de mirarse por un largo rato, hasta que, en un suave gesto, ella alzó su mano para colocar su dedo en la nariz del alto albino.

– Te equivocas zorro...– En un simple segundo de silencio, Ban fue capaz de ver la tranquilidad inundar los ojos de ella... y para él fue algo tan hermoso– El placer es todo mío.–

Y ante esas palabras salidas con la suave y tranquila voz de Némesis, Ban no pudo refrenar que una sonrisa estirara sus mejillas mientras observaba cómo bajaba con lentitud su vendado dedo hasta cruzar los brazos. Pero su sonrisa se volvió algo más pequeña cuando, al escuchar más atentamente el ambiente, fue capaz de oír los murmullos de los aldeanos a sus espaldas.

Miren a esos criminales... Tienen toda la pinta de delincuentes... ¿Y esos 2 no son de los Pecados Capitales?... Esa mujer, la azabache, es la Capitana de los 7 Pecados Capitales... Debe ser un verdadero monstruo.–

Ban sabía que su Capitana los estaba escuchando, y también sabía que había oído esa palabra tantas veces que ya no le daba importancia cuando se dirigían de esa forma hacia ella, pero a él no le hacían tanta gracia, así que, colgando uno de sus brazos por sus hombros, tiró de ella para juntarla a él y comenzar a caminar sin un rumbo fijo, alejándose cada vez más de los aldeanos y con ellos, de Meliodas y Diane.

Este mismo observó con algo de extrañeza como ambos se alejaban sin dar alguna razón. Se separó levemente de la bolsa para girar y mirarlos.– Némesis, Ban, ¿A donde vais?–

Pero Ban ignoró el leve tono inconforme de la pregunta del rubio, y, levantando una de sus manos en un vago gesto de simpleza, siguió andando junto al azabache.– ¡Vamos a dar una vuelta Capi~!–

Y se acabaron alejando de la vista del rubio y del resto de acompañantes.

ѕ ι η η є я

– Y como vas, con tus ataques y eso...–

El albino hizo esa pregunta más que nada para sacar un tema de conversación entre ellos 2. Ambos estaban sentados en uno de los techos de una de las casas más altas del pueblo, justo en frente del caluroso sol de ese día. Ban giró su mirada para mírarla, estaba sentada con sus piernas cruzadas y sus manos entre estas. Estaba Serena.

Ella se encogió levemente de hombros, sin deje de mirar hacia el frente– Bien... La medicación que me recetó Merlín funciona correctamente.– Musito con su Serena voz.

Ban asintió, contento con esa respuesta. Sabía lo que ocurría si ella no se cuidaba como debía, y entre esas preocupaciones que él tenía por ella, era el echo de que tomara sus pastillas todos los días.– Me alegro pequeña, es algo que me tenía levemente preocupado... con el tema que te las escondía entre la comida y todo eso.–

Némesis frunció el ceño, girando su cabeza para mírarle– ¿Como?– Su voz ya no era tan Serena, y eso provocó que Ban soltara una zorruna sonrisa.

– Claro, es que si te las daba a pelo, no te las ibas a tomas y las acabarías tirando por ahí.– Ante esas palabras una triunfante sonrisa salió a la luz– Puedo ser imbecil pero no tonto.–

Némesis frunció aún más el ceño, haciendo un mohín con la boca.

– Sabes que ambos son sinónimos, ¿no?– Ban se le quedó mirando unos segundos intentado procesar lo que había dicho, luego, estalló a risas y Ésis no sabía por que.– ¿Que es tan divertido?– Ban soltó una larga carcajada para después limpiarse algunas lágrimas de sus rojos ojos. Tomo un largo respiro, que fue interrumpido por otra risa– No, en serio, ¿eres tan idiota que tienes tu propio lenguaje? Por que no entiendo que te da tanta risa.–

Ban golpeó varias veces su pecho con su puño, en busca de aire por las risas, luego, golpeo el techo de la casa donde se encontraban. Tomando un profundo respiro, se acercó a la azabache que seguía sin entender lo que tanta gracia le había echo. Colocó uno de sus brazos en los hombros de ella, juntando sus cabezas.

– En serio, si que te echaba de menos Peque.–

Pronunció entre pequeñas risas el albino, mirando el bello atardecer que se estaba produciendo delante de ellos.

– Y yo imbecil... ¿Pero que te ha echo tanta gracia?–

◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -Where stories live. Discover now