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61—
Querida 
hermana
ブ栄ク

"Una niña que lo perdió todo,
se sienta en el umbral de una casa
a la que ya no pertenece."

Los pasos de Némesis eran suaves, soberanos y territoriales, parecía saber directamente hacia donde caminar, en donde girar y en donde continuar recto entre toda esa mata espesa de árboles de copa puntiaguda. Iba unos metros adelantada de todos los demás, con su cabello azabache bailando por el suave y frío viento y con su gran nuevo acompañante a su lado, meneando su blanca y peluda cola con alegría.

En cambio, detrás de ella, su hermano junto todos los demás se encontraban. Charlando de forma amena entre ellos pero algo incomodos, y aún más, ante la extraña mirada que Bree no les paraba de dirigir. Aquel hombre azabache y pálido como la luna, estaba rodeado de una extraña aura, se percibía tan pronto como te acercabas a él, parecía tranquilo, sonriente, amable y educado pero en el fondo había algo... raro en el.

Tal como en su hermana.

Meliodas, enredado sus manos en su nuca, soltó un pequeño suspiro mientras observaba como la azabache parecía dedicarles unas palabras al gran canino a su lado quien, segundos después, ladró alegremente, recibiendo unas cuantas palmadas sobre su cabecita de la antes mencionada. Se apartó un mechón rubio de un soplido antes de recibir un pequeño toque en su hombro.

Girando su cabeza con sus cejas alzadas, se encontró al hermano de quien su cabeza no paraba de pensar, sonriéndole con una serenidad que sorprendió al rubio. Por una parte era tan parecido a la azabache que era un mundo nuevo verlo sonreír, pero en otra había algo que los diferenciaba de tal manera que, sin saber por que, Meliodas no conseguía entrar en serenidad cerca de él.

– ¿Meliodas, verdad?– Cerrando sus ojos aguamarinas, Bree pregunto con un marcado acento, aunque menos que Ésis, mientras sus manos se cruzaban detrás de su espalda. El nombrado asintió, devolviéndole una pequeña sonrisa.– Es un placer, se escuchan muchos... rumores de ti y de los 7 Pecados Capitales por aquí aunque no lo parezca.– Estirando su espalda, los ojos del azabache se dirigieron a su hermana, siguiéndole los verdes de su contrario. Las cejas de Bree temblaron unos leves segundos que Meliodas pudo percibir, aunque intentara esconderlo.– Pero solo tengo una pregunta expresamente para ti, el Capitán...–

Los hombros de Meliodas se tensaron aunque mostrara su actitud tan tranquila de siempre, incluso la sonrisa que normalmente tenía en su rostro se congeló por unos segundos.

– No te cortes y dime.– Bajando sus brazos, escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón, mostrando una falsa tranquilidad pero sin ser capaz de mirar directamente al rostro del azabache de gran altura.

Bree pareció pensar unos segundos sus palabras, haciendo una mueca con sus labios al llevarlos hacia la derecha antes de ladear un poco su cabeza. Un gesto que Meliodas identificó de manera leve con algunos de su hermana – Mi hermana, ¿en algún momento se comportó de manera extraña, como si estuviera... fuera de control?–

Hubo un silencio y los pasos de Meliodas se frenaron por un momento, antes de volver a caminar. No hubo respuesta durante unos largos segundos donde el frío viento silbó entre las copas de los árboles.

– Tu hermana, Némesis...– Aún se le hacía raro hablar de ella de forma tan cercana hacia otra persona. Sus manos jugaban dentro de sus bolsillos mientras tenía la mirada dirigida expresamente hacia delante.– Es una de las mujeres más fuertes que jamás he conocido.– Se sincero ante él, quien solo se quedó en completo silencio, caminando a su lado. Una extraña sonrisa comenzó a estirar sus mejillas, sintiendo su cabello ser revuelto por el viento.– Pero no se lo que oculta, no sé su pasado, ni se sus temores, siquiera sus puntos débiles– Alzando los hombros, comentó eso de forma medio cómica, luego, volvió a un tono tranquilo– Solo se, que ella merece la pena, fuera de control o en sus completos cabales.– Su voz se tornó un poco seria al final de la frase, realmente tenía razón, estaba seguro que ni sabía un cuarto de todo lo que rodea a la azabache, pero aún así, le confiaría su propia vida y sabría que ella cumpliría su palabra. Por fin, los verdosos ojos de Meliodas miraron directamente a los aguamarinas de Bree, sin miedo, sin rencor, sin ira, sin nada en contra de su hermana.

Solo calma, una completa calma y un gran sentimiento de confianza.

– También se que deberías estar muy orgulloso de tu hermana, es una completa guerrera.–

Regalándole una sonrisa de blancos dientes, Meliodas se alejó unos pasos, caminando hacia donde Ban y los demás de su extraño grupo se encontraban. En cambio, Bree solo pudo mirar a su hermana, sorprendido, con sus cejas alzadas, no se había esperado eso. Aunque si había notado el intento de cambio de tema o el que no respondiera directamente a lo preguntado, pero aún así, esas palabras resonaron en su cabeza.

Tu hermana es una completa guerrera.

Si...– Pensó para sí mismo llevando su cabeza hacia el cielo, una suave sonrisa sincera estiró sus labios– ella lo es.–

ѕ ι η η є я

Y tal como Némesis había dicho, habían llegado a una casa perdida entre medio del bosque en una llanura de fina hierba.

Ante ellos se alzaba una antigua casa de blanca piedra, techo de madera oscura y de 2 pisos de alto, rodeada de unas oscuras y maltratadas, por el paso de los años, vallas de filosa punta. Desde fuera, la entrada era una simple puerta de madera con unas bajas escaleras y un leve porche, de las paredes subían verdes enredaderas y de las ventanas caían algunas floreadas plantas de rojizos colores que daban a la vieja casa, un toque cuidado y limpio.

Y lo que demostraba que allí, gente vivía.

Las manos de la única azabache se escondieron en los bolsillos de su pantalón, quedándose quieta a unos metros frente la entrada. Su ceño tembló unos segundos y un temblor sacudió todo su cuerpo de pies a cabeza, cerró los ojos y soltó un profundo respiro.

No esperaba tener que volver ahí.

El gran cachorro de largo pelaje blanquecino, con las patas levemente manchadas y húmedas del pasto mojado se sentó a su lado, golpeando con su revoltosa cola sus tobillos una y otra vez ante la extraña aura que había notado de ella.

Una mano se posó en su hombro, alertándola, pero luego, cuando sus ojos se encontraron con otros parecidos a los suyos, sus hombros se decayeron un poco. Bree acarició con su gran mano su espalda con suavidad, mirando a la vez que su hermana esa casa.

Nadie dijo nada, a pesar que las palabras querían salir como una cascada de la garganta del azabache.

Némesis dio un paso, y en ese momento, él supo que ya no había vuelta atrás.

ѕ ι η η є я

Si lo sé, casi 2 meses después, vuestra irresponsable autora vuelve a publicar otro capítulo, que además, es corto.

No hace falta que me matéis, ya lo hago yo sola 😔 JAJJJAJA

realmente no tengo excusa, a parte de que no se por que, todas las ideas se me esfumaron y quería escribir, pero no sabía como AH UNA M*ERDA PARA RESUMIR

realmente lo siento, intentaré que esto no vuelva ha ocurrir e intentaré mantener un ritmo de actualización.

Sin más, os deseo buenas noches o un gran día.

Os quiero muchísimo

~ Dys <3

◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -Where stories live. Discover now