◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -

◖29◗

２９—
Ｈｅｍ　
真ぃ

¿Lo sientes?
Te arrastre hasta el fondo
Bueno, en estos días lo intento,
en estos días tiendo a mentir

Pensé que era un misterio
Y después pensé que no estaba destinado a serlo

Fantásticamente me dijiste:

"Felicidades, estas completamente sola"

Escuchó los pasos apresurados intentar seguir su rastro, pero ella no era tan descuidada, completamente silenciosa, subió a un árbol colgándose a una rama con una gracia inédita. Se quedó en silencio, con una extraña mueca en su pálido rostro.

– Det har vi gjort igen! Hur fan är det möjligt för en tjej att kunna flytta från den formen!?– Alguien exclamó justo a su lado, ella solamente pudo colocar sus negros guantes sin un apéndice de sentimientos en su rostro, sin darle importancia alguna.

Minutos después, cuando los pasos comenzaron a alejarse entre murmullos y maldiciones, una cabellera muy corta y azabache apareció bocabajo, colgando con sus pies en la rama y con los brazos cruzados.

– Har du kul, Vinter?–

Reconoció al momento la voz detrás suya, así que, soltándose del árbol y cayendo al suelo sin hacer un solo ruido, lo miró a los ojos.

Ni siquiera un solo sentimiento los atravesó.

Y Él sonrió orgulloso.

◖ ѕ ι η η є я ◗

– ¿Capitana?, ¿Capitana?... Oe, Ésis, hazme caso.–

Su voz la hizo salir de su trance, parpadeando giró y alzó levemente la cabeza para poder mirar al albino al rostro. Sentía su propio ceño fruncido y sus dientes apretados, pero tomó la decisión de que no era momento para pensar en esas cosas y mejor intentar... relajarse.

– Que.–

Fue lo único que contesto antes de volver su vista al frente, pero notando la afilada mirada de su compañero en ella. Su negro cabello hizo una rizada cortina a sus lados. Hubo en pequeño silencio antes de que la masculina voz de Ban se alzara en el ambiente.

– Te decía, que como podríamos conseguir información en un pueblo así...– Soltó todo el aire por su nariz antes de volver a hablar. No le extraño que Némesis no dijera nada.– Viejo, esto está totalmente en ruinas.–

Lo que si que le extraño fue la vendada mano de Némesis posarse en su pecho, haciendo que se quede quieto y en completo silencio.

Sabía que ella también lo había notado.

Alguien los estaba viendo.

Por el rabillo del ojo, el albino noto un leve movimiento en una de derruidas paredes de una casa sin techo.

Sus cejas se alzaron en una sorpresa verdadera– Elle...–