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28—
örräderi 
ゐ火サ

Cuando las luces se apagan,
todos los pecadores se arrastran.
Así que ellos cavaron mi tumba,
y la mascarada llegará gritando
por el desastre que hice.

No quiero decepcionarte,
pero estoy atada al infierno.

– Estarás bromeando, Capitan.– Jugando con el antiguo y roído cartel con el nombre grabado de KING, Ban puso una mueca de aburrimiento. Meliodas negó con la cabeza con una suave sonrisa mientras jugaba con el negro cabello de Némesis, que estaba subida a los hombros del albino sin acordarse del porque. Y si, el rubio era capaz de jugar con el cabello de ella por el simple motivo de que era larguísimo, y cuando digo largo es que esa espesa y rizada capa negra de cabellos le caía hasta las rodillas.– Ese gordinflón debe estar más que muerto.– Sentenció de una vez, volviendo a colgar el cartel donde estaba y colocando sus manos en los cubiertos muslos por un oscuro pantalón de su Capitana.

– Esa es la única pista que tenemos por ahora.– Comentó de vuelta. Colocó sus manos detrás de su nuca y le dirigió una suave sonrisa a Ésis, quien acababa de apoyar sus brazos en la cabeza del albino y en ellas, su propia cabeza.

Pero una bonita carcajada afloró de su garganta al notar como el cabello de ella acababa de hacer de graciosa cortina alrededor del inmortal, prohibiéndole por completo la vista.

– Oh venga ya, no necesito una peluca por ahora.–

ѕ ι η η є я

– No te atrevas a traicionar mi confianza...–

En un casi invisible movimiento, el hombre de rojizos cabellos abrió sus ojos y movió levemente su cabeza, observando al otro hombre con quien estaba manteniendo esa aburrida, para él, conversación por el rabillo del ojo.

– ¿Confianza?– Su grave voz rebotó en las paredes después de un pequeño silencio. A pesar de ser pronunciadas con una tranquila calma y sin amenaza alguna, al otro hombre se le erizaron los cabellos de la nuca, no sabía si era por el tono completamente tranquilo y sereno de su voz, su marcado acento que lo hacía ver que su lengua natal no era esa o por el simple echo de tener esos ojos fijos en el, como si sabiera todo de él. El sonido del rozar de la ropa fue lo siguiente que se escuchó, notando como el que acaba de hablar estiró su brazo para agarrar una pequeña taza blanca de porcelana a su lado.– Aunque no lo lamente, ¿acaso los humanos pueden confiar el uno en el otro sin acabar muertos?.–

Silencio.

El olor a té de limón inundó de nuevo la pequeña y acogedora habitación.

Y el otro hombre noto la desgana en los ojos de su compañero.

– Eso creí.– Tomando un sorbo, volvió a cruzarse de brazos, agarrando de una extraña manera la pequeña taza en sus grandes manos, devolviendo su mirada al tranquilo cielo de ese día.– Además es mejor así para todos, supongo.–

ѕ ι η η є я

–¡Y llegamos~🎶!–

La risueña voz del albino inmortal fue lo primero que escuchó la azabache con sus desarrollados oídos. No sabía en qué momento o cuando, pero había acabado cediendo a los brazos de Morfeo aún estando encima de los hombros de Ban.

No entendía el por qué de esos ataques de "sueño" repentinos tiempo después de tomarse su medicación.

Agh, aunque no quisiera debía hacerse una revisión cuando encontraran a Merlín.

– Bien chicos– Llamo la atención Meliodas mientras la madre de Hawk se enterraba a sus pies. Noto como el albino charlaba alegremente con Ésis mientras la ayudaba a bajar de sus hombros, murmurando cosas como "¡Realmente no me acordaba que estabas ahí!", "No pesas nada, deberías comer más.", o "¿Como es posible que te duermas en cualquier lado?". Pero la azabache solamente asintió sin siquiera escucharlo mientras bostezaba, provocando una pequeña sonrisa de dientes blancos en el rubio.– Este es el pueblo más cercano a la Capital de los Muertos.– Informó– Y primero que nada, debemos reunir información sobre King la propia Capital de los Muertos.– Todos asintieron... o casi todos. Todos menos Némesis, que se acercó con pasos lentos a Meliodas mientras se estiraba levemente y justo cuando terminó, soltó otro bostezo que hizo sonreír aún más al ojiverde– Vamos a abrir aquí la taberna, tenemos que ganar dinero para la comida también.–

Todos se exaltaron levemente cuando Meliodas señaló a Diane para que fuera la encargada de atraer a los clientes, quien asintió realmente emocionada, a Ban como encargado de la cocina, a Némesis junto él mismo atendiendo a los clientes y a una recuperada Elizabeth como camarera. Pero, sin que el rubio se diera cuenta, el Inmortal y la Mujer de Hielo se dirigieron una cómplice mirada que no mostraba nada bueno.

– ¡Muy bien, todos a trabajar!–

Y cuando quiso hablar con Némesis, se dio cuenta que no estaba a su lado y que también faltaba una cabellera albina por ahí detrás.

– Ellos huyeron... ¡Serán unos...

ѕ ι η η є я

– El Capitán debe estar bromeando~🎶– Con una tranquila sonrisa y sus manos en sus bolsillos, sus pasos y los de Némesis a su lado era lo único que se escuchaba.– ¿Por que debería convertirme en un cocinero luego de ser liberado? ¿No te parece injusto Capitana?–

Némesis, con su impasible rostro de siempre, solamente se encogió de hombros, mostrándose totalmente desinteresada en lo que decía. En cambio, en su mente, aquello que estuvo rondando durante bastante tiempo salió a la luz.

El llavero.

◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -Where stories live. Discover now