◖ Esta historia... Tiene lugar en un pasado distante donde la línea entre los humanos y los no-humanos era casi imperceptible.
Como defensores del Reino, Los Caballeros Sagrados poseen extraordinarios poderes mágicos que provocan en el pueblo tanto respeto como miedo.
Entre ellos, hubo un grupo que traicionó al Reino y se convirtió en el enemigo del resto de Caballeros Sagrados.
A este grupo se le conoce como:
Los Siete Pecados Capitales.◗
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❝ Intoxica tu cerebro con lo que esta diciendo. Si no lo escuchas, estarás en graves problemas.
"Prostitúyete", dice "Castra tu orgullo humano, Sacrifica tus días de ocio, Déjame escurrirte hasta que te seques"
No mires atrás No mires atrás Es una trampa. ❞
Cuando la mamá de Hawk se enterró en un pequeña montañita y después de que Meliodas le explicara a Elizabeth que era y por que tenía el bar encima, comenzaron a caminar los 4 con pasos tranquilos y sin prisa. Meliodas y Némesis iban delante, el rubio charlaba alegremente mientras que la mujer se limitaba a observar sus pies mientras caminaba, ignorando lo que decía su compañero. Atrás de ellos, Elizabeth y Hawk también charlaban, pero la Albina fruncio levemente el ceño extrañada cuando, en un imprevisto movimiento, el pantalón de la azabache se levantó levemente en el tobillo, dejando ver una extraña marca de color oscuro, casi negro. Elizabeth lo reconoció, era un Kanji pero no sabía lo que significaba. Encima suya, había una pequeña y oscura serpiente que le rodeaba completamente el tobillo.
- Me espanta a los clientes con su cara de Mala Hostia y por los tatuajes que tiene. -
No era un tatuaje, eso era una marca, ella estaba segura de eso.
- ¿Señorita Némesis?- Pregunto en un susurro la princesa, con sus manos detrás de su esplada. Meliodas la observo por encima de su hombro mientras que la otra mujer ni se limitó a verla- ¿Usted es un Pecado?-
Y tan pronto dijo eso, la mujer se paro imediatamente, provocando que la Albina chocara con su espalda. Némesis se quedo en silencio, cruzando sus vendados brazos y girándose para observarla directamente. Meliodas también se quedó quiero, preparado para intervenir si hacia falta.
- No.-
Un escalofrío recorrió el cuerpo de la princesa cuando los claros pero fríos ojos se fijaron en ella. Un extraño miedo recorrió su cuerpo al notar como sus brazos estaban realmente tensos y como su ceño estaba fruncido con profundidad. En sus ojos pudiera observar una profunda oscuridad y como realmente no le había gustado lo que había deducido.
