◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -

◖13◗

◖ 13 -
Ａｍｂｏｓ　ｓａｂｅｍｏｓ　ｃóｍｏ　ｖａ　ａ　ａｃａｂａｒ　ｅｓｔｏ．　

く科者　ロジてシ ◗

❝ Ella quiso gritar, pero sus cuerdas vocales fallaron; quedó muda por
la impresión, ahogándose en su
propio temor.
Nadie la ayudaría ni impediría que el otro hiciera con ella
lo que le diera la gana.

La soledad la desamparaba, esperando una
desgracia. ❞

Aquella toda oscuridad que ella se negaba a aceptar y seguir, se presentó justo delante de ella en forma de un hombre, de el hombre. Sus manos, su rostro, su cabello, hasta el mismo lunar en el mismo lugar que ella poseía, todo era igual a la última vez que lo vio hace más de 10 años. Y no sabía que le daba más miedo, si encontrarselo ahora después de tanto tiempo, o sentir ese horrendo sentimiento desgarrando como agujas oxidadas su pecho. No era capaz de reaccionar, sus pies estaban clavados en la tierra, sus manos insensibles a cada lado de su cuerpo, sus ojos inamovibles de los de su contrario y su mente gritándole que corra lo más lejos posible de ese monstruo.

Quiso cerrar los ojos, pensar que todo eso era una simple mala jugada de su mente y despertar, despertar de nuevo aunque fuera medio muerta, preferiría morir que estar otra vez en una habitación a solas con él, o simplemente, con él.

Pánico, le tenía pánico, miedo, mucho miedo.

Ansiedad empezó a crecer como un mar comenzando una tormenta dentro de su pecho, arañaba las paredes de su frío corazón, creando grandes y dolorosas heridas que empezaban a inundar de pánico sus pulmones. Sentía tanto miedo, tanto pánico, que cuando sintió solamente el ruido de los oscuros zapatos de él contra el suelo, sus piernas temblaron, las lágrimas bajaron como ríos por sus mejillas, y no dudó en empezar a rezar.

Rezaba para que no la encontrará.

Rezaba para que no volviera.

Rezaba, aunque no creyera en Dios, solamente por el miedo que sentía.

Los pasos continuaban, cerro los ojos con fuerza, sintiendo la ansiedad rebotar entre su pecho, dificultandole el simple echo de respirar, pero aún así, siguió rezando. Los pasos resonaban y resonaban, a veces a la derecha, otras, a la izquierda, pero no paraban de sonar.

Hasta que, derrepente, el sonido decayó completamente. Dejó de rezar, sus ojos aún cerrados fuertemente fueron capaz de observar una leve sombra, sus desarrollados oídos, negaban que esos pasos justo se detuvieran delante de ella, y su corazón, dejó de latir por el horrendo terror que sentía.

Sabía que él estaba delante suya, sabía que acababa de poner esa horrenda sonrisa que siempre le dedicaba y sabía, que era su mano la que acariciaba su largo cabello.

- Oh, pequeña... ¿No te dije que no me gustaba tu pelo largo?-

Y ella quiso nunca haber nacido.

◖ ѕ ι η η є я ◗

•Ciudad de Danmary,
8 millas al noreste de la Prisión Baste.•