◖ Esta historia... Tiene lugar en un pasado distante donde la línea entre los humanos y los no-humanos era casi imperceptible.
Como defensores del Reino, Los Caballeros Sagrados poseen extraordinarios poderes mágicos que provocan en el pueblo tanto respeto como miedo.
Entre ellos, hubo un grupo que traicionó al Reino y se convirtió en el enemigo del resto de Caballeros Sagrados.
A este grupo se le conoce como:
Los Siete Pecados Capitales. ◗
❝ Corriendo, corriendo, corriendo. No me canso de correr, pero huyendo otra vez.
Pisando el suelo rojo, yo me desangré.
Solo me queda agacharme y recoger.❞
Con pasos lentos y dóciles, una azabache camina colina arriba, tenía sus manos guardadas en los bolsillos y mirando hacia sus pies. Sus fríos ojos estaban fijos en sus zapatos, notando como su cabello caía y se balanceaba delante de su cara.
Derrepente se paró, el viento mecio su ropa, sacó su mano derecha del bolsillo y la observó.
Vendada.
Totalmente vendada.
❝ – Realmente he echo algo realmente horrible... Perdoname –❞
Tensó la mandíbula, las azuladas venas se le notaron levemente en su rostro y cuello. Con rabia, apretó la mano, y con la otra clavo sus propias uñas en su brazo.
– Das asco, nunca dejaras de darlo...– Siseo entre dientes, cerrando los ojos con fuerza. Su mente volo entre recuerdos y memorias, oscuras, totalmente negras. Noto como si el aire se hubiera vuelto pesado, doloroso para respirar. Una frase se le vino a la mente, nunca dejaría de repetirsela.– "Eres un desecho humano, asquerosa, indebida... Un error." –
Y abriendo sus vacíos ojos, sabía que era verdad.
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– ¡Todos los Caballeros Sagrados son una farsa!–
Fue lo primero que escucho al acercarse a la puerta del bar. Esa voz no la conocía, parecía la de un niño, y no era la de Meliodas. Con su rostro completamente impasible, colocó una mano en la manilla de la puerta. La campanita sonó y todos se giraron a mirarla. A Némesis no le importó, solamente entró, cerro la puerta detrás de ella, y dando una leve mirada a los inquilinos, se acercó a la barra. Se colocó detrás de ella, cogió una botella y la abrió, empezando a beberla de morro.
